La revista Viva del diario Clarín del domingo pasado trajo en su última página, a modo de entretenimiento (infantil?), una serie de imágenes de la vida colonial que había que ordenar temáticamente.
De los 9 dibujos que componían estas “Estampas de 200 años”, tres contenían personajes afroargentinos.
Debo admitir que la proporción me sorprendió (gratamente). Se podría decir que casi respeta la estadística –se supone que 30% de la población de Buenos Aires en 1810 era negra y mulata.
De los 9 dibujos que componían estas “Estampas de 200 años”, tres contenían personajes afroargentinos.
Debo admitir que la proporción me sorprendió (gratamente). Se podría decir que casi respeta la estadística –se supone que 30% de la población de Buenos Aires en 1810 era negra y mulata.
Hace poco, sin embargo, recibí un mail de una amiga y colega que me llama la atención hacia esa página, diciendo que “aparece totalmente naturalizado y risueñamente el lugar de las mujeres esclavas (lavanderas y demás) en Argentina” –apreciación que, claro, resulta acertada.
Entre mi visión (levemente) apreciativa y la suya más crítica, aparece, claro, el dilema de las (re)presentaciones del pasado. Como dije y diré innumerables veces en este blog –espero me tengan paciencia- no hay notas, titulares, dibujos, propagandas ni hasta pasatiempos –como en este caso- inocentes. Todos ayudan a construir el acopio social de conocimientos sobre determinados temas –“lo que todos sabemos” sobre ellos.
La iconografía que conocemos sobre los afroargentinos es, hasta el momento, escasa. También estereotipante, sin duda, en la medida en que fue producida por miembros de la élite del momento histórico que pretenden retratar. Las litografías de César Bacle (ver entrada en este blog) o de Gregorio Ibarra (que reproduce las imágenes de Bacle pero blanqueadas) sirvieron de fuente de inspiración a innumerables versiones masivas posteriores (dirigidas a públicos infantiles, escolares o adultos).
Últimamente vengo constatando, con preocupación, cómo estas visiones masivas y estereotípicas de los afroargentinos dan lugar a versiones actuales más “blanqueadas” –los mismos personajes, en los mismos oficios, pero más blanqueados o directamente blancos. Pasamos así del (criticable) estereotipo a la más absoluta invisibilidad. En nuestra visión actual y masiva del “pasado colonial” la proporción de afroargentinos parece pasar de 30% a, digamos, 3%.
Por ello, aunque presentando una visión subalternizada y algo despreocupada del pasado colonial afroargentino, la página de Viva no me había parecido tan mala. Además, claro, la gran mayoría de los afroargentinos de la época eran subalternos.
Resumiendo:
- Si no se los presenta como vendedores ambulantes, domésticos, o lavanderas, se blanquea el pasado.
- Si se los dibuja en estas ocupaciones, se naturaliza la subalternidad
- Si se los dibuja sufrientes, se les quita agencia
- Si se los dibuja alegres, se mitifica el “buen trato” que recibieron en el pasado y su feliz “integración” a la sociedad
Entonces…??...
Fuente de la nota: revista Viva del diario Clarín, 25 de abril de 2010. Dibujos: LIZAN e idea: Ana Arias.
Entrada sobre litografías de Bacle: http://alejandrofrigerio.blogspot.com/2008/05/litografas-de-bacle.html
Entre mi visión (levemente) apreciativa y la suya más crítica, aparece, claro, el dilema de las (re)presentaciones del pasado. Como dije y diré innumerables veces en este blog –espero me tengan paciencia- no hay notas, titulares, dibujos, propagandas ni hasta pasatiempos –como en este caso- inocentes. Todos ayudan a construir el acopio social de conocimientos sobre determinados temas –“lo que todos sabemos” sobre ellos.
La iconografía que conocemos sobre los afroargentinos es, hasta el momento, escasa. También estereotipante, sin duda, en la medida en que fue producida por miembros de la élite del momento histórico que pretenden retratar. Las litografías de César Bacle (ver entrada en este blog) o de Gregorio Ibarra (que reproduce las imágenes de Bacle pero blanqueadas) sirvieron de fuente de inspiración a innumerables versiones masivas posteriores (dirigidas a públicos infantiles, escolares o adultos).
Últimamente vengo constatando, con preocupación, cómo estas visiones masivas y estereotípicas de los afroargentinos dan lugar a versiones actuales más “blanqueadas” –los mismos personajes, en los mismos oficios, pero más blanqueados o directamente blancos. Pasamos así del (criticable) estereotipo a la más absoluta invisibilidad. En nuestra visión actual y masiva del “pasado colonial” la proporción de afroargentinos parece pasar de 30% a, digamos, 3%.
Por ello, aunque presentando una visión subalternizada y algo despreocupada del pasado colonial afroargentino, la página de Viva no me había parecido tan mala. Además, claro, la gran mayoría de los afroargentinos de la época eran subalternos.
Resumiendo:
- Si no se los presenta como vendedores ambulantes, domésticos, o lavanderas, se blanquea el pasado.
- Si se los dibuja en estas ocupaciones, se naturaliza la subalternidad
- Si se los dibuja sufrientes, se les quita agencia
- Si se los dibuja alegres, se mitifica el “buen trato” que recibieron en el pasado y su feliz “integración” a la sociedad
Entonces…??...
Fuente de la nota: revista Viva del diario Clarín, 25 de abril de 2010. Dibujos: LIZAN e idea: Ana Arias.
Entrada sobre litografías de Bacle: http://alejandrofrigerio.blogspot.com/2008/05/litografas-de-bacle.html
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