viernes, 29 de marzo de 2013

"El negro (disecado en el museo) de Banyoles"



Hace unos días, el escritor Juan Forn rescataba, en el diario Página 12, la historia del "Negro de Banyoles" -el cadáver disecado de un hombre bosquimano (?) que fue exhibido durante años en un museo en un pueblo catalán, hasta su repatriación a Botswana en el 2000. Una rápida búsqueda en internet revela la persistencia de un uso algo más contemporáneo de su imagen...

Contratapa, Página 12,  22 de marzo de 2013
Ese negro es nuestro
Por Juan Forn

En 1892, un taxidermista catalán llamado Francesc Darder volvió a pie desde Génova hasta Barcelona acompañando a un elefante llamado Aví. Acababa de comprarlo a un circo y no había vagón de tren suficientemente sólido para transportarlo, así que optó por hacer todo el trayecto caminando junto a su flamante adquisición. Su plan era convertir a Aví en la atracción principal del zoológico de Barcelona, si lograba convencer al ayuntamiento de usar para ese propósito los pabellones que habían quedado vacíos en el Parque de la Ciudadela, luego de la gran Exposición Universal de 1888. Darder ya se había hecho traer cinco camellos en barco desde Argel y prometía donar además un león, un gorila y una jirafa; incluso había rediseñado de su propia mano cada uno de aquellos pabellones abandonados, porque creía que los animales no debían estar en jaulas, sino en “habitáculos más espaciosos que las casas de pescadores del barrio de la Barceloneta”.


El problema era que Darder no era muy respetado por la Academia de Ciencias de Barcelona. Hijo de un matarife que había hecho fortuna, el joven Francesc aprendió solo las técnicas de la taxidermia y dio rienda suelta a su pasión por la zoología carteándose y visitando a colegas de toda Europa, a quienes les compraba cuanto animal embalsamado estuvieran dispuesto a venderle. Todas esas piezas las tenía en exhibición en una suerte de bizarro museo de curiosidades en los altos del Café Novedades, sobre el Paseo de Gracia. A los académicos de la época les daba tanta tirria el afán exhibicionista de Darder, que lograron alejarlo del zoo e incluso borrarlo de sus actas de fundación, a pesar de Aví y los camellos. Desilusionado y aquejado de gota, Darder se fue al pueblo de montaña de Banyoles, en cuyo lago hizo un criadero de peces tan exitoso que el pueblo creó la Fiesta Anual del Pez y lo condecoró como hijo adoptivo. En retribución, Darder trasladó su colección de piezas embalsamadas a una casa que, un año antes de morir, donó al pueblo con el nombre de Museu Darder. A nadie le llamó especialmente la atención que la pieza Nº 1004 del catálogo no fuese un animal sino un ser humano, un bechuana muy bajito, con su lanza y escudo y tocado de plumas y un taparrabos estratégicamente colocado para su exhibición en público, como un animalito más en la colección de piezas embalsamadas del Museu Darder.

Foto: Diari de Tarragona

La chapa sólo decía: Bosquimano, o quizá bechuana, del Kalahari. Sin nombre, sin fecha de nacimiento o de muerte. Un hombre sin nombre no es un hombre. Así había sido ingresado al país: como “fauna animal”, no como “restos humanos”. Así había llegado a Europa, cincuenta años antes. Más precisamente a París, a la Maison Verreaux, el inmenso salón donde se exhibían y vendían los mejores animales embalsamados del mundo. Los hermanos Jules y Edouard Verreaux partían una vez al año al Africa, uno de ellos cazaba o compraba los bichos que podía y el otro los embalsamaba en un taller en Ciudad del Cabo, y de ahí los fletaban a París, donde su padre los vendía a los museos o coleccionistas interesados. En las salas de la Maison Verreaux se codeaban Julio Verne y naturalista Couvier. Cuando la Maison cerró sus puertas en 1878, el Museo de Historia Natural de Nueva York compró gran parte de su colección de animales; el resto se vendió al menudeo. Ningún museo se interesó por el pequeño bechuana: no era un faraón egipcio embalsamado por sus congéneres según técnicas y ritos milenarios; era sólo un anónimo aborigen africano eviscerado a las apuradas por uno de los hermanos Verreaux después de que el otro saqueara la noche anterior una tumba en el yermo donde había visto a unos nómadas enterrar a uno de los suyos. Darder no sabía nada de eso cuando compró la pieza y se la llevó a Barcelona; y nadie lo supo hasta más de un siglo después. El bosquimano, o quizá bechuana, estuvo acumulando polvo adentro de su vitrina de vidrio en Banyoles (una vez al año le daban una mano de betún, porque el uso de arsénico durante el embalsamamiento le había decolorado la piel) hasta que en 1991, un médico negro haitiano llamado Alphonse Arcelin, residente en la cercana localidad de Cambril, lo vio en un paseo casual de fin de semana e inició una campaña de un solo hombre contra el racismo del pueblo de Banyoles.

Blog El Mundo - 2008

Al año siguiente se celebraban los Juegos Olímpicos en Barcelona y algunas pruebas de canotaje se realizarían en el lago de Banyoles. Arcelin escribió a Kofi Annan, a la Unión Africana, a Nelson Mandela, al obispo Tutu, llamando a los países africanos participantes en aquellas pruebas a boicotearlas. El gobierno socialista presionó al alcalde de Banyoles para que la pieza fuera retirada “al menos temporariamente” de exhibición. Capearon la tormenta de las Olimpíadas pero no sus efectos: la Unión Africana exigía que el bechuana fuera repatriado. Así supieron los del pueblo que su museo tenía el único hombre embalsamado en el mundo que se exponía entre animales. En lugar de abochornarse, les salió el chauvinismo: “El Negro es patrimonio cultural para nosotros”, dijeron. Comenzaron a aparecer camisetas con su imagen; las pastelerías del pueblo hacían negros de chocolate; los más cavernarios vociferaban: “¡Si se va El Negro, que se vayan todos los negros!”. Para evitar más escándalo, el gobierno español decidió devolverlo al Africa. Se lo llevaron de noche en furgoneta de Banyoles y, para evitar el oprobio de enviarlo disecado, en el Museo de Antropología de Madrid separaron lo que era propio del negro de lo que era relleno: sólo quedaron una calavera y unos cuantos huesos; no se atrevieron a agregar la piel, para que no quedara en evidencia que la habían embetunado año a año en el Museu Darder.

Diario ABC - 2002

A esa segunda profanación se le sumó una tercera. En octubre del 2000, en un acto de gran despliegue mediático, los restos llegaron a Gaborone, capital de Botswana, para ser enterrados en el parque Tsholofelo. “Devolvemos lo que nos han pedido; hemos quitado lo que no era suyo”, dijo el enviado del gobierno español. Los curiosos tuvieron ocasión de rendir sus respetos al repatriado en una capilla ardiente: lo que había para ver era un ataúd infantil con mirilla y una calavera y un puñado de huesos adentro. La ceremonia del entierro no incluyó ningún rito tradicional, ni danzas ni vestimentas tribales. No hubo presencia visible del pueblo originario del difunto, porque en las autopsias y análisis realizados en Madrid no se pudo determinar si el negro era bosquimano o bechuana (Botswana acogió el cuerpo por pedido de la Unión Africana). Sólo un hombrecito envuelto en una capa de piel de leopardo y cetro de cola de antílope, un lunático llamado Emmanuel Mogomela, conocido en la ciudad porque decía pertenecer a toda etnia que recibiera reparación del gobierno, se presentó para despedir a “su tatarabuelo”. El corresponsal de un diario español se le acercó a pedirle declaraciones acerca de su antepasado. Mogomela se limitó a decir: “Era un hombre negro que no sé dónde estaba, pero ahora está donde tenía que estar”.

Agradezco a Fernando Ezequiel Lombardi

Otras notas:
http://www.diaridetarragona.com/033495

miércoles, 27 de marzo de 2013

La Umbanda, siempre dando examen...


Un pai fue "expulsado" de un barrio de la ciudad de Río Cuarto, en la provincia de Córdoba. Los diarios locales que reportan el hecho prácticamente lo presentan como una "victoria vecinal" -y no como un peligroso antecedente de discriminación. El motivo: "prácticas de magia negra. Sacrificios de animales, paseos nocturnos con velas negras y curiosas ofrendas" que -como reza el titular del diario- "atemorizaron a las familias". O sea, prejuicio, desconocimiento, estigmatización. El mismo diario que "denunció" el caso le permitió al acusado un prolongado derecho a réplica, pero queda la sospecha del periodista de que "el pai negó una a una las acusaciones, aunque no siempre lo hizo con la misma convicción": "fue menos contundente cuando se le preguntó si dentro del templo se practicaban sacrificios de animales" -como si la ofrenda de animales fuera un delito y no un ejercicio legítimo de la práctica religiosa. Finalmente, el episodio concluye con la intención declarada del pai de hacer un nuevo templo en el  lugar que parece le corresponde a las religiones afro en nuestras sociedades: "en las afueras de la ciudad".
La mãe Susana (Andrade) de Oxum tuvo la deferencia de enviarme, desde Montevideo, este texto suyo, escrito hace unos meses, que demuestra que la situación es similar en ambas márgenes del Río de la Plata. La Umbanda, siempre dando examen....


Vivimos dando examen
Por mãe Susana (Andrade) de Oxum

Umbanda es una religión y por eso sólo puede hacer el bien. Es casi vejatorio tener que aclarar qué somos una y otra vez. No pasa eso con otras religiones y a nadie se le ocurre preguntarle a un pastor o a un cura si hacen daño sus ritos.
Ansío el día en que no seamos un fenómeno.
Los fieles afroumbandistas pertenecen a distintos núcleos y esferas de lo cotidiano y muchas veces no se muestran abiertamente por temor a la censura social.
Somos religiosos y como tales debemos ser tratados. Quien quiera conocer en profundidad, puede concurrir a los templos afro que hay muchos sobre todo en Montevideo.
De todas formas, desconocer no da derecho a faltar el respeto. Eso es violencia, mala educación y además un delito llamado discriminación.
Como ciudadana tengo obligación de colaborar con la sana convivencia y lo hacemos desde la fe. Es tarea de las religiones brindar fuerzas, paz, alegría y esperanzas a la gente para luchar por la vida. Umbanda hace su trabajo en ese sentido y espera que los medios de comunicación se informen con responsabilidad y hagan el suyo.
Si los empresarios de TV y prensa en general tuvieran presentes las multitudes que reúne la Orixá Yemanjá en las playas los 2 de febrero y sacaran cuentas antes de hacer bromas pesadas contra la religiosidad afroindígena, evaluarían que pueden perder dinero, porque muchísimos de sus consumidores son umbandistas.
Yo estoy a favor del humor y también de los derechos humanos.
¡BASTA YA DE DISCRIMINAR!


Es recurrente asociar cultos afro a brujería y maldad. Usar la palabra “macumba” como sinónimo de maleficio. Les pedimos que piensen antes de hacerlo pues hieren gravemente la sensibilidad espiritual de un sector de compatriotas. Tal actitud propicia enfrentamientos y también es una conducta que podría ser perseguida penalmente como incitación al odio en razón de la fe.
Lamentablemente rufianes hay en todos los rubros y no pongo ejemplos porque son ingratos.
También burlarse de lo que no se comprende es una agresión y debemos luchar por la pacificación porque hostilidades y fracturas hay demasiadas.
Uruguay nace racista.
Nuestra sociedad vive de espaldas a sus orígenes indígenas y africanos.
Cuesta reconocer que son tres vertientes étnicas las que formaron este país: africanos, originarios y europeos. Y los dos grupos despojados -“negros” e “indios”- sufren desventajas históricas desde la colonización. Todas y todos somos uruguayos, latinoamericanos, hermanos de humanidad, y no hay jerarquías culturales aunque aún exista discriminación racial no reconocida.
Fomentemos el entendimiento y el diálogo para crecer como colectivo.
De lo contrario involucionamos.
Se dice que las religiones dividen. El deporte también, los partidos políticos, las fronteras, los idiomas. La humanidad es gregaria por naturaleza y posee diversidad de gustos y modalidades distintas de expresarse e identificarse. La multiculturalidad enriquece, en tanto se incluyan tales diferencias en espacios compartidos de equidad.
Sentir simpatía por quien piensa como yo es cómodo y subjetivo.
El esfuerzo está en comprender al diferente en solidaridad.
Reclamamos igualdad de oportunidades para ejercitar el derecho a la memoria ancestral incluidas las creencias como pilar de identidad y aporte a una sociedad integrada.

 Las notas en:

La nota de la mãe Susana salió originalmente en:

martes, 26 de marzo de 2013

No es mi despedida: Los afrodescendientes (en) y el Museo Histórico Nacional

Livio Sansone (UFBA) dando la conferencia inaugural de las II Jornadas del GEALA

Hace unos días, varios académicos de diversa procedencia nos consternamos con la noticia de que el  Dr. José Pérez Gollán había sido desplazado de la dirección del Museo Histórico Nacional, cargo que ejercía desde 2005.
Como dije ya varias veces en diferentes lugares -incluso en su presencia- Perez Gollán tuvo el mérito indudable y encomiable de haber devuelto un museo que fue un bastión del más rancio nacionalismo conservador a la comunidad ciudadana.
Gracias a su visión amplia e inclusiva, tuvimos la oportunidad y el privilegio de de haber discutido varias veces temas relativos a los afroargentinos, y de manera más general a los afrodescendientes, en esa casa histórica.  Allí se realizaron las II Jornadas del GEALA (Grupo de Estudios Afrolatinoamericanos) (octubre de 2011), el Taller y Jornadas  "Visible/Invisible. Las representaciones de la cultura afro-argentina en los museos" (noviembre de 2010) y la Asamblea Nacional de Afrodescendientes de la Argentina (marzo de 2012).

Militantes afrodescendientes disertando en las II Jornadas del GEALA

En el salón auditorio del Museo, bajo la atenta mirada de Roca partiendo a la conquista del desierto y rodeados de otros dos grandes cuadros similares, tratamos, debatimos y cuestionamos la blanquedad argentina y el relato civilizatorio de la generación del 80 de maneras que hasta ese momento hubieran sido imposibles en ese espacio.
La decisión de desplazarlo causó una honda preocupación entre buena parte de quienes estudian la historia nacional, desde distintas disciplinas.

Alejandra Egido, directora de Teatro en Sepia, presentando la obra Calunga Andumba, de la dramaturga afroargentina Carmen Platero

Una solicitada que apareció en el blog de la Asociación Trabajadores de Museos resume bien los méritos de su gestión:
"1. (...) Se trata de un historiador y arqueólogo de destacada trayectoria nacional e internacional y con experiencia reconocida en la preservación y puesta en valor del patrimonio histórico. En el Museo puso en marcha un proyecto de renovación destinado a terminar con el deterioro en que estaba sumida la institución desde hacía décadas, a modernizarla de acuerdo con las tendencias actuales en el campo de la museología, y a conectarla activamente con la comunidad científica y profesional y con el público en general. Mientras se trabajaba en el diseño de la muestra permanente sobre la historia argentina, se realizaron varias exhibiciones parciales (sobre las Madres de Plaza de Mayo, la Guerra del Paraguay a través de los cuadros de Cándido López, la Revolución de Mayo, entre otras) y sobre todo, se avanzó en tareas menos visibles pero decisivas para la preservación, restauración y conservación del patrimonio (como, por ejemplo, las realizadas en relación con la colecciones de fotografías y daguerrotipos, instrumentos musicales antiguos, las banderas y otras piezas tejidas o la serie completa de obras de Cándido López).

Candombe argentino interpretado por el grupo Bum Ke Bum - de la Asociación Misibamba

2. (....)  La renovación llevada a cabo por el Dr. Pérez Gollán estuvo orientada a desterrar las visiones unilaterales y partidistas del pasado que fueron dominantes durante décadas, para poner en circulación una pluralidad de interpretaciones fundadas sobre los avances del conocimiento científico producido por historiadores, arqueólogos, antropólogos y otros estudiosos. Estimuló, además, el diálogo con investigadores y la articulación con universidades y otras instituciones de enseñanza, y abrió el Museo hacia la comunidad."

Personalmente, no puedo sino abrir el crédito hacia la nueva gestión, pero no tengo dudas de que la de Perez Gollán será -como dicen los norteamericanos- "a tough act to follow" -un acto difícil de seguir....

Entrevistas a José Perez Gollan:
http://www.clarin.com/sociedad/revisionismo-oficial-Museo-Historico-bajar_0_889711105.html

lunes, 25 de marzo de 2013

25 de Marzo: Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Transatlántica de Esclavos

Me acabo de enterar que hoy se conmemora el Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Transatlántica de Esclavos (ONU dixit). 
No concuerdo con el tono demasiado celebratorio y optimista -como si las "cadenas" se hubieran cortado de una vez y para siempre y no persistieran condiciones socio-económico-ideológicas extremadamente adversas para los afrodescendientes- pero bueno, por lo que vale, lo reproduzco...


El texto de la página de la ONU dice:
"El tema de 2013 es «Libres para siempre: Celebrando la Emancipación»
Durante más de 400 años, más de 15 millones de hombres, mujeres y niños fueron víctimas de la trágica trata transatlántica de esclavos, uno de los capítulos más oscuros de la historia.
La conmemoración anual del 25 de marzo es una oportunidad para honrar y recordar a aquellos que sufrieron y murieron a manos de la esclavitud, y una ocasión para concienciar al mundo de los peligros del racismo y la discriminación.
Este año el tema «Libres para siempre: Celebrando la Emancipación» rinde homenaje a la emancipación de los esclavos en las naciones de todo el mundo. Es una fecha particularmente importante porque coincide con muchos aniversarios importantes: los 220 años del decreto de emancipación general de Francia, que liberó a todos los esclavos de la actual Haití; los 180 años de la Ley de Abolición de la Esclavitud de 1833, que acabó con la esclavitud en Canadá, las Indias Occidentales Británicas y el Cabo de Buena Esperanza; y, hace 170 años, la firma de la Ley de la esclavitud indígena de 1843. La esclavitud fue abolida hace 165 años en Francia, 160 años en la Argentina, 150 años en las colonias holandesas y 125 años en Brasil.
2013 también coincide con el 150 aniversario de la Proclamación de la Emancipación de los Estados Unidos que declaró que, a partir del 1 de enero de 1863, todas las personas mantenidas como esclavos dentro de cualquier Estado serían a partir de entonces para siempre libres."

Agradezco a Patricia Victoria Gomes

domingo, 24 de marzo de 2013

Tambores por la memoria

Como es habitual desde hace unos años, los tambores se harán presentes en la marcha de hoy por la memoria y contra el golpe militar del 76.

 (click en las imágenes para agrandarlas)

 "Cuando los tambores suenan algo sucede... es como si se abriera un hueco en el tiempo y el pasado se hiciera presente y el presente eternidad...
y danzamos a los que no están y los tambores suenan por su memoria...y por la memoria de un mundo soñado que aun no es, pero creemos posible"  
(Diego Cueto - Los Tambores No Callan)


"24 de Marzo 
Por 30 mil desaparecidos, por nosotros, nuestros hijos y nietos y quienes vendran!
¡Nunca Más!
El cuerpo, la danza y el candombe
hechos memoria, resistencia y pedido de Justicia y verdad!"
 (Mara Padilla - profesora y bailarina de candombe)


"Este domingo 24/3 nos convocamos para tocar y bailar cerrando la marcha que va de Plaza Congreso a Plaza de Mayo. 
Después de todas las columnas, Llamada de Candombe!
En repudio a la represión policial hacia la cultura, y en memoria de José Delfín Acosta Martinez *
Es una convocatoria abierta para compartir la llamada con conciencia y respeto en esta fecha, 
para que Los Tambores no suenen sin razón!"
(Fernando Ezequiel Lombardi)

* JOSÉ DELFÍN ACOSTA MARTINEZ, fue un Luchador por los derechos del pueblo negro, Maestro, promotor de la Capoeira, del Candombe, del Tango, y fue también investigador de la cultura afro del Río de La Plata. Tenía 32 años, cuando el 5 de Abril de 1996 en el barrio de Once, salió en defensa de dos jóvenes afrobrasileros que estaban siendo detenidos por la policía sin razón. Fue llevado a la comisaría 5° (Lavalle 1948) y asesinado a golpes por la policía. El caso a pesar de haber llegado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, sigue impune.

(Rosario)

sábado, 23 de marzo de 2013

Candombe y Memoria


Candombe y Memoria.
Entre el 21 de Marzo de 2001 y el 24 de Marzo de 2013.
Por Viviana Parody.       

El próximo domingo 24 de Marzo,  Día Nacional de la Memoria, la Verdad y la Justicia, contará –como es habitual- con la presencia de una cantidad importante de expresiones de “matriz afro” que se acercan a la marcha en recuerdo del golpe militar de 1976. Entre las expresiones partícipes, por supuesto, se ha encontrado siempre el candombe. En este año 2013, sin embargo, existe una convocatoria particular para quienes se nuclean en torno de dicha expresión, como lo es “el repudio a la represión policial hacia la cultura, en memoria de José Delfín Acosta Martínez”. Esta convocatoria es indiscutiblemente superadora de toda frontera generacional, racial, de género o nacionalidad, especialmente porque es iniciativa de jóvenes (blancos) porteños candomberos.
 Cuánta agua (ha pasado) bajo el puente.
Cuando hacia 2009 se dividieron en Buenos Aires las Llamadas de San Telmo en “oficiales” e “independientes”, se comenzaron a realizar  jornadas o encuentros de candombe posteriores (“del día siguiente”) a las llamadas, justamente con el fin de hacer circular la palabra en función de construcciones comunes favorecedoras para el candombe. En el primero de aquellos encuentros (que ya llevan hacia 2012 cinco llamadas independientes) tuvimos oportunidad de colaborar Sandra Chagas (reincorporada por entonces al Movimiento Afrocultural tras su desalojo y reubicación desde la calle Herrera 313 hacia la calle Defensa 535) y quien subscribe. El mismo se realizó en el espacio cultural de la calle Chile al 1200 que inmediatamente dejaran Freda Montaño y su grupo Bejuco (afroecuatorianos, tras otro de los tantos desalojos y mudanzas, como se observa en el film Defensa 1464, dir. por David Rubio). Era un 13 de Diciembre, y se cumplían 10 años del Proyecto Kalakán Güé, Homenaje a la Memoria del que habíamos participado en 1999 (dirigidas por Angel Acosta Martínez, en homenaje a su hermano José Delfín Acosta Martínez, y “en memoria de todos los negros que lucharon en el Río de la Plata”), y por lo tanto a la entrada de la sala instalamos una pequeño archivo de fotografías de las décadas de los ´80 y ´90, testimonios visuales del candombe (uruguayo) en Buenos Aires. Al entrar y ver la mítica fotografía de José Delfín Acosta Martínez entre las gacetillas  e imágenes de Kalakán Güé, una actual y muy querida directora de comparsa de candombe nos dijo: “qué linda fotoo! Quién es??”…
A partir de la anécdota, cobramos conciencia de la necesidad de construir una narrativa sobre el desarrollo del candombe (afrouruguayo) en Buenos Aires, acaso un relato que supiera enlazar entre sí a gente precursora como José Delfín –y otros referentes- con los jóvenes (argentinos y/o uruguayos y afrouruguayos) que hoy tocan candombe en las calles de Buenos Aires. Conjuntamente con estos hechos, comienzan a aparecer hacia 2009 una serie de textos académicos que aportan –luego de los escritos sobre candombe afrouruguayo en Buenos Aires realizados por Laura López en 1999- la primer narrativa que atiende el desarrollo sobre el género en nuestra ciudad  (el candombe, entre los años ’80 y la actualidad, ver trabajos de Frigerio y Lamborghini 2009, 2011).


 La producción de una memoria que parece ser diferente.
 Desde 2009, el Estado y las agencias de desarrollo han tendido en la Argentina a la organización acciones que colaboren con nuevas narrativas (multiculturales, inclusivas, y no blancas) de la Nación. En dicho marco, una serie de eventos se presentaron (para los candomberos y activistas) como posibilidades para la conjugación del candombe con la memoria histórica. Expondremos algunos de ellos que serán de utilidad para pensar luego la coyuntura local, y seguidamente agregaremos al relato accionares espontáneos de diversos actores sociales que aportan al tema articulando activismo, candombe, y academia.
 Comenzando por mencionar el principal evento nacional que se realizó para el Bicentenario, remitimos al relato que Eva Lamborghini realizó ya en este blog en 2010 describiendo las pintorescas carrozas se utilizaron para representar  la presencia negra colonial. Agregamos que muchos de los afrodescendientes convocados para ello –que pasaron un casting- estaban realmente en representación de sus antepasados familiares esclavizados. En dicha oportunidad, la posibilidad de deconstruir el blanqueamiento de nuestra memoria quedó confusa, porque tales performances volvían a dejar fijados a los sujetos negros al pasado (retroalimentando las narrativas de su posterior desaparición), como Eva bien nos refería. 

Desfile del Bicentenario. Foto: Eva Lamborghini

Siguiendo con los festejos del Bicentenario que la Ciudad de Buenos Aires tuvo a su cargo, vimos como los tambores estuvieron entendidos únicamente como “extranjeros”, puesto que al desfile cívico militar que recibió a las fragatas del bicentenario (“Regatas 2010”) se convocó a actuar a todas las “colectividades” (así entendidas) presentes en el espacio porteño, entre ellas sobre todo a afrouruguayos, afrobrasileros, afrocolombianos, afroecuatorianos. Obviamente, los afroargentinos –y su estilo de candombe, afroporteño- no estuvieron presentes por considerar (como explicitaron) que “no son una colectividad” (por lo tanto, estuvieron ausentes). En tanto, los candomberos que si desfilaron –y otros representantes de expresiones afroamericanas- siendo argentinos (ya que la mayoría de los integrantes de los grupos lo son ) debieron llevar –por ejemplo- la bandera de Uruguay, y la Argentina se representó a sí misma con la ejecución del pericón nacional por parte de la banda de la armada. Nuevamente, una oportunidad para revisar nuestra memoria como fue este otro evento correspondiente con el Bicentenario, volvía a dejarla “en blanco”, con mecanismos performáticos que extranjerizaban todo elemento negro.

Escena de la película Revolución

 Hacia el 7 de Abril de 2011 se presenta en Buenos Aires el film Revolución, el cruce de los Andes (dir. por Leandro Ipiña), film en el que también participaron muchos de los africanos y afrodescendientes convocados para las carrozas del bicentenario (que filmaron en la cordillera en el invierno de 2009, durante el desalojo de la casa de candombe de la calle Herrera 313) y que a diferencia del film Felicitas (dir. por Teresa Costantini, donde participaron afroargentinos del tronco colonial) no tuvo escenas alusivas al candombe como expresión que nos antecede. Mencionar films aquí solo cumple con la intención de mostrar que desde muchos sectores (como el arte, la cultura, la política) en los últimos años se hicieron esfuerzos por la redefinición o la revisión de la memoria histórica de la Nación Argentina, incluyendo al candombe y/o los afrodescendientes para lo mismo. Dejamos de mencionar un varios otros acontecimientos que cumplieron con el mismo fin.
Coetáneamente a esta serie de eventos y estrenos que el cine de producción nacional o el Estado llevaron adelante, se gestaron también otras acciones a partir del trabajo espontáneo articulado entre distintos actores y sectores de la sociedad. Entre este último tipo de acciones se encuentran los trabajos que hemos podido realizar –ya en Defensa 535 luego del desalojo- con distintos miembros del Movimiento Afrocultural junto a la Dra. Mónica Lacarrieu hacia 2011, que posibilitaron finalmente tanto el apoyo del CRESPIAL (para la salvaguarda del candombe) con el que esta organización negra hoy cuenta, como la inclusión del espacio de candombe de Plaza Dorrego (San Telmo) entre los Sitios de Memoria y Patrimonio Vivo, tras una tarea de etnografía y escritura en la que varios pusimos toda nuestra mejor intención y esfuerzo. El apoyo de CRESPIAL se obtuvo en respuesta a un proyecto construido colectivamente entre los diversos actores y sectores intervinientes en la iniciativa, bajo el objetivo de preservación de la memoria comunitaria referida a los saberes tradicionales -como cantos, toques, y relatos de toda la “comunidad afrocandombera”-, y entendemos que el proyecto se está llevando a cabo con la dirección del Movimiento Afrocultural aún hoy.


Previamente a esta línea de eventos estatales y/o proyectos con apoyos internacionales que con mayor o menor éxito pusieron en relación al  candombe con la memoria, otras organizaciones afrodescendientes ya habían comenzado a deparar en la necesidad de relacionar negritud y memoria reciente. Es esto mismo lo que se insinuaba hacia el 2010 en el ECUNHI, un espacio motivador para todo lo relacionado a memoria, en el Festival Argentina Negra III  Es mujer!, que tuvo como pretensión poner a trabajar temas nunca planteados en las agendas (como género, dentro del activismo negro). En dicho caso, el activismo liderado por la Sociedad Caboverdeana con un proyecto inclusivo apoyado por AECID, estaba buscando aproximar su trabajo a situaciones que relacionaran dictadura y afrodescendencia, cuestión que resultó innovadora porque la reiteración de reclamos en pos del reconocimiento de  los aportes hechos por los sujetos negros a la Nación, a pesar de ser estos justos, operan siempre finalmente con su reverso: dejar en el olvido el presente gracias a la repetición de un guion que no permite pensar más allá del pasado ya dicho y ya pensado, así se trate de una narrativa subalterna del mismo.
Finalmente, hacia 2011, entre la misma serie de acciones espontáneas que intentaron relacionar candombe y memoria, afrodescendencia y derechos humanos, también existió una pequeña participación que como activistas pudimos realizar en la Mesa Temática 23 del IV Seminario Internacional de Políticas de  Memoria realizado en el Centro Cultural Haroldo Conti en el marco de la “ampliación del campo de los derechos humanos”. El caso de José Delfín Acosta Martínez –que expuse con el acompañamiento de Sandra Chagas, fue el único trabajo referido a afrodescendientes que se presentó en todo el seminario internacional de políticas de memoria (resta mucho por “ampliar” en el campo de derechos humanos).

Recordatorio en la antigua sede de Herrera del Movimiento Afrocultural. Foto: A. Frigerio

 Por todo lo antedicho, por los esfuerzos en pos de la revisión de la memoria histórica y por la necesidad de apertura de un trabajo real sobre la memoria reciente, es importantísimo para todos nosotros considerar el caso Acosta Martínez, ya que el mismo condensa la diversidad de intereses anteriormente enumerados. José fue un activista que luchó por la reivindicación de la presencia histórica de los negros en la Argentina, y su asesinato es a su vez crucial para el examen de  una memoria reciente que acota la violencia y la desaparición de personas únicamente a la dictadura. Desde cualquiera de estos puntos que se lo mire, el caso nos interpela: José fue víctima de la violencia democrática y por lo tanto, además de exigirnos tener en cuenta indicios como la raza en situaciones de violencia institucional -por ser un claro caso de racismo-, su caso nos obliga (a activistas, académicos, funcionarios) a dejar de reducir las políticas de memoria a cualquier guion  que vacíe su caudal.
Candombe y represión.
El caso de José, lamentablemente, no es la única oportunidad para analizar la relación que puede establecerse entre candombe y represión, ni es la Argentina el único país “candombero” en donde esto ocurre.  Del mismo modo, puede creerse que en democracia no tiene vigencia el disciplinamiento de los cuerpos. Sin embargo, es probablemente en respuesta al disciplinamiento sobre los cuerpos que aún ejercen las instituciones que tantos jóvenes argentinos se suman a las prácticas performáticas afro en esta ciudad. Fue claramente también la represión que ejercía sobre el candombe la dictadura uruguaya el motivo por el cual muchos afrouruguayos migraron hacia la Argentina (y en siglos anteriores a la inversa). El texto de la canción colocada debajo en audio, y la fotografía tomada en las llamadas de un departamento del interior del Uruguay, explicitan mejor que cualquier extenso análisis los mecanismos de control social que las instituciones llevan adelante muchas veces para con el candombe y/o las expresiones negras en los espacios urbanos:

 Bombelé en la Llamada de Mercedes: "Custodiados" por expertos. Foto: Viviana Parody.

 Entre los eventos organizados por instituciones del Estado en lo que va del 2013 y que relacionan candombe y memoria, se encuentra la actuación que el pasado 15 de Marzo realizó la comparsa Africa Ruge (que hoy reúne a los referentes afrouruguayos mayores del candombe), y que tuvo cita en el ciclo de música de los viernes del Centro Cultural Haroldo Conti (ex ESMA). La conmemoración de los 200 años de abolición de la esclavitud por la Asamblea del Año XIII  que ya mencionó este blog, y el carnaval afrodescendiente también cumplieron con estos fines, pero una serie de vicisitudes  ocurridas en la oportunidad del 15 de Marzo nos permiten a nosotros aquí abrir más preguntas, ya que frente a la propuesta elaborada por el grupo (que figuraba en la gacetilla de difusión), no se pudo/supo viabilizar en el evento ni las narrativas de los actores en voz propia, ni la muestra fotográfica adjunta, ni el toque de candombe característico que recorre el espacio al comienzo o al final (cierre que espontáneamente la comparsa hizo igual, casi automáticamente y por costumbre, al cual los empleados del Centro Cultural respondieron tapándose los oídos y con indicaciones gestuales de “entrar por donde salieron” a todos los tamborileros).


Fotografía de Viviana Parody, actuación del grupo Afrocandombe en Biblioteca Nacional.2012, utilizada por el CCHConti.


Coherentemente con ello, al presentar a los mismos una hora antes de este sordo cierre (“grupo de [de qué? Ah!]…de…candombe!!”) los locutores del Haroldo Conti hicieron mención al habitual recordatorio que activa nuestra memoria asociándola unívocamente a la dictadura, omitiendo toda relación existente entre estos referentes afrouruguayos y la escena cultural de los años ’70 (de Montevideo y de Buenos Aires), entre candombe y dictadura, entre candombe y rock nacional (argentino y uruguayo), y entre candombe y nación –si es que al tenerlo presente frente a sus ojos acaso les remitiera esto a imágenes de un pasado histórico local, al menos-.  Indudablemente, a una construcción tan acotada –y guionada- de la memoria reciente, le corresponde una total ausencia de referencia a la memoria histórica (ni siquiera una mención que relacionara al candombe con la memoria, al menos como parte un aporte “pintoresco” a la Nación Argentina). Claramente también, las políticas (multi) culturales no son necesariamente parientas de (no entran en diálogo con) las políticas de memoria y/o las políticas de derechos humanos en nuestro país.

Africa Ruge actuando y teniéndose que retirar en silencio. Foto: Viviana Parody

 Algunas conclusiones, volviendo a José.
 Decimos entonces, volviendo a este domingo 24 de Marzo, que entre los tantos intentos por desestabilizar la memoria hegemónica, esta convocatoria hecha por jóvenes argentinos por fin trae al paso una serie suturas más que necesarias de hacerse en lo que respecta a la relación entre Candombe, Memoria, Verdad, Justicia y Derechos Humanos, convirtiéndose esto en un llamado de atención para algunos y un hecho cargado de responsabilidades para otros.
 Desde que ya no se ocupara del caso de José la Comisión de Familiares de Víctimas Indefensas de la Violencia (COFAVI Institución desde donde su hermano Ángel Acosta Martínez formó el escritorio S.O.S. racismo con colaboradores como Alicia Funes y Balthazar Akasch, hoy referente de la asociación civil/organización afrodescendiente África y su Diáspora), el mismo tuvo que ser impulsado personalmente por Ángel en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (OEI), sin el apoyo Institucional del activismo local. Desde que Ángel Acosta Martínez –bajo amenazas- se diera al exilio y no pudiera seguir con la misma insistencia los avances del caso (ni siquiera se recibieron novedades luego de diez años de su presentación en la CIDDHH) el mismo se transformó en una clara situación de memoria-olvido, de silencio, tanto para el activismo negro de Buenos Aires (exceptuando los homenajes que realiza el Movimiento Afrocultural que durante unos años tuvieron efectividad) como el activismo negro de Montevideo (siendo que en Uruguay al caso de José le siguió de inmediato y de manera similar el caso de Jorginho Gularte, también irresoluto). A razón de ello es que optamos por dar con lugares como el Seminario Internacional de Políticas de Memoria para volver a hablar del caso. Solo hacia 2012, y en el marco de incipientes políticas de discriminación positiva, el caso de José vuelve a ser mencionado (y/o presentado?) en Argentina frente al Estado por la comisión de derechos humanos de APOA (Asamblea permanente de Organizaciones afro de Argentina), que parece recuperarlo. Sin embargo, como hemos visto, en el mismo espacio estatal en el que expusimos el tema en 2011, hacia 2013 la asociación insistente entre violencia-memoria-dictadura que caracteriza nuestras políticas pudo eclipsar la relación también existente entre violencia-olvido-democracia. 

Baltazhar Akasch con Alicia Funes. SOS Racismo, revista Benkadi, 21/3/2001

Decimos que, este mismo acto político con el que se reduce memoria a dictadura, se vuelven a silenciar vectores (subalternos) de nuestra memoria histórica que necesitan tener voz en las nuevas narrativas (multiculturales) de la Nación, ya sea que se cuente para ello con recursos y beneficios a favor, o no.
 Tal vez sea precisamente por su capacidad de hacer sentido en relación a la memoria (subalterna), la verdad y la justicia, que el candombe (uruguayo) está asistiendo a un proceso inédito de relocalización y expansión en la Argentina, proceso en el cual las tensiones raciales entre jóvenes argentinos y referentes afrouruguayos acaban siendo incongruentes frente a convocatorias como la presente, proviniendo esta del primer sector mencionado (jóvenes candomberos argentinos) y estando en relación a una víctima perteneciente al segundo colectivo (referentes afrouruguayos en Buenos Aires). Apostemos a que en el recorrido futuro de su desarrollo el candombe siga interpelando tanto a la blanquedad que tiñe a nuestras instituciones y nuestros manuales (memoria histórica) como al silencio que tiñe nuestras retóricas (y que proviene algunas veces del Estado y otras veces del propio activismo).

viernes, 22 de marzo de 2013

Día de los Afroargentinos y de la Cultura Afro - aprobado en la Ciudad de Buenos Aires


Como dice el artículo que reproduzco, la Legislatura porteña proclamó el 8 de noviembre como Día de los Afroargentinos y de la Cultura Afro. Hay otros proyectos presentados para extender el homenaje a nivel nacional y también hay uno para la provincia de Buenos Aires. ¿Cuántos días de los afroargentinos tendremos, y cómo se llamarán?
Por ahora, los medios nacionales no se hicieron eco de la noticia.



(Video de Telam donde se anticipa la aprobación)

Según la información que circuló gracias al Movimiento Afrocultural, la redacción del proyecto presentado sería la siguiente:

PROYECTO DE LEY
Artículo 1°.- Institúyese el día 8 de noviembre como "Día de los/las afroargentinos/as y de la cultura afro en la Ciudad de Buenos Aires" en conmemoración del fallecimiento de María Remedios del Valle, a quien el General Belgrano le confirió el grado de Capitana por su arrojo y valor en el campo de batalla.

Artículo 2°.- Incorpórase al calendario escolar el día 8 de noviembre como "Día de los/las afroargentinos/as y de la cultura afro en la Ciudad de Buenos Aires".

Artículo 3°.- Encomiéndese al Ministerio de Educación la conmemoración de dicho día y la promoción de la cultura afro en el ámbito de su competencia.

Artículo 4°.- El Poder Ejecutivo realiza en la semana del 8 de noviembre actividades y campañas de difusión de la cultura afro en sus distintas disciplinas en conmemoración del "Día de los/las afroargentinos/as y de la cultura afro en la Ciudad de Buenos Aires".
Art. 5°.- Comuníquese, etc.

Fuente: http://www.parlamentario.com/noticia-52699.html

miércoles, 20 de marzo de 2013

21 de marzo: Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial


Mañana, Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, será un buena oportunidad para recordar a José Delfín Acosta Martínez, activista cultural y militante afrodescendiente, asesinado por policías racistas en una comisaría de Buenos Aires, el 5 de abril de 1996. El crimen no sólo no fue esclarecido, sino que las motivaciones racistas del mismo tampoco fueron suficientemente reconocidas.

(click en las imágenes para agrandarlas y leer su contenido)

Diversos actos, en Buenos Aires y en el interior, reflexionarán acerca de las implicancias del racismo en la vida cotidiana de los afrodescendientes -y añado yo, en la de aquellos que quizás no lo sean, o lo sean y no lo sepan, pero que son considerados "insuficientemente blancos" para el sentido común de los porteños y de los argentinos de manera más general.
Esperemos que recuerden a José y su lucha, llevada a cabo en un momento en que pocos reivindicaban los derechos de los "negros" (en esa época no había "afrodescendientes") y, como prueba su destino trágico, tampoco era redituable hacerlo.


Según constan en la página web de la ONU:
" El Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial se celebra el 21 de marzo de cada año. Ese día, en 1960, la policía abrió fuego y mató a 69 personas en una manifestación pacífica contra las leyes de pases del apartheid que se realizaba en Sharpeville, Sudáfrica. Al proclamar el Día en 1966, la Asamblea General instó a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para eliminar todas las formas de discriminación racial.
(en la ciudad de Santa Fe) 

Desde entonces, el sistema del apartheid en Sudáfrica ha sido desmantelado. Leyes y prácticas racistas se han suprimido en muchos países, y hemos construido un marco internacional para luchar contra el racismo, guiado por la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial.
La Convención está ahora a punto de la ratificación universal, y aún así, en todas las regiones, muchos individuos, comunidades y las sociedades sufren de la injusticia que el racismo y el estigma traen consigo."


lunes, 18 de marzo de 2013

Afroargentina de a caballo...


Es difícil afirmarlo con seguridad en estas fotos antiguas, pero la mujer parece (bastante obviamente) afroargentina, y es probable que el jinete también lo sea. 
La imagen fue tomada a fines del siglo XIX por Francisco Ayerza (1860-1901), pionero de la fotografía en Argentina.
Pertenece a la Colección Witcom/AGN.

Agradezco a Marilú Ghidoli

sábado, 16 de marzo de 2013

Políticas afirmativas y legado espiritual afro

Altar de Pretos Velhos - Templo pai Alberto (Tata) de Oxalá - Caseros.  Foto: Alejandro Frigerio.

Desde hace unos meses, se vienen discutiendo en el Uruguay políticas de acción afirmativa para afrodescendientes.  El proyecto ya fue aprobado en la Cámara de Diputados y está siendo discutido en la de Senadores.
En una nota de opinión aparecida hoy en el diario La República de Montevideo, la mãe Susana (Andrade) de Oxum sugiere (exige?), con criterio, que se contemple también el legado espiritual afro como parte de "los aportes a la constitución de la nación" oriental.

África es materia y espíritu
Por Susana Andrade

"Se está tratando en el Senado el proyecto de ley de acciones afirmativas para afrouruguayos. Si bien es un logro importantísimo, es irrecuperable la pérdida causada por el mayor genocidio y etnocidio de humanos africanos e indígenas, productor de tanta desventaja histórica y perpetua a las poblaciones esclavizadas y sus descendientes desde la colonización de Europa en América. Sin contar que, de la trata, surgen las fortunas que alimentan el injusto capitalismo y mueven el mundo desde una base de desigualdad intrínseca en el reparto de riquezas. Sin embargo, creyendo en la educación como pilar de cambios sustanciales a futuro, acercamos una sugerencia a los legisladores a cargo de la hermosa y complicada tarea de atender un tema sensible, especialmente para intentar acercarnos a la equidad racial y empoderarnos como sujetos de derecho y no mero objeto de asistencialismo.
Nuestra sociedad multiétnica y pluricultural, necesita políticas de Estado para erradicar las exclusiones hegemónicas y así atender la diversidad cultural y su problemática. 

Imágenes de Pretos Velhos - Templo pai Alberto (Tata) de Oxalá - Caseros.  Foto: Alejandro Frigerio.

Decíamos así:
Señoras y señores senadoras y senadores de la Comisión Población, Desarrollo e Inclusión de Cámara de Senadores:
Hace muchos años luchamos por incluir la dimensión espiritual o religiosa de matriz africana dentro de la cultura afro. Los logros hasta ahora son difusos y menos institucionalizados pues siempre chocamos con escollos, entre ellos la malentendida “laicidad” que para el caso funciona como una negación más, ya que se trata de la fe proveniente de un sector minoritario y excluido: los afrodescendientes.
Obligados nuestros antecesores a olvidar sus creencias originarias bajo pena de muerte y tortura, sin dudas entre los afro reconocemos la espiritualidad como valor fundamental de resistencia étnica e identidad. La vigencia de la religiosidad de cuño africano junto a los procesos de aculturación, colonialismo ideológico y derivados, se ha traducido en nuestra sociedad, en predominio de población no afrodescendiente que practica religiones afro, sucediendo que los propios muchas veces las sienten ajenas merced al despojo cultural sufrido. Por eso y fundamentalmente por una cuestión de recuperación y revalorización de la memoria ancestral, solicito a ustedes profundizar el art. 8 dándole mayor contenido, enumerando algunos ítems importantes como conformadores del legado de las comunidades afrodescendientes. Podrán los senadores considerarla o no, aún así será valioso expresar la propuesta y socializar tal inquietud.

Altar de Pretos Velhos - Templo pai Alberto (Tata) de Oxalá - Caseros.  Foto: Alejandro Frigerio.

Si nos calláramos, dadas las experiencias y el trabajo acumulado contra el racismo religioso y la intolerancia hacia los cultos afro; subrayada, creciente, alimentada; nos parecería desperdiciar una oportunidad histórica  de marcar estos temas como fundamentales en el texto de una ley tan preciada y necesaria para la comunidad afrouruguaya.
Preocupados por la esencia de lo material, valoramos la sensibilidad que tienen expresiones culturales diversas, entre ellas la dimensión trascendente. La redacción puede no ser idéntica, sin embargo la conceptualización incluida es lo que entendemos humildemente muy importante plantear en el texto legal. Al menos abre una puerta a la corrección de esas otras invisibles inequidades. Aquí la redacción propuesta:
Artículo 8º – Se considera de interés general que los programas educativos y de formación docente, cuando corresponda, incorporen el legado de las comunidades afrodescendientes en la historia, su participación y aportes en la conformación de la nación en sus diversas expresiones universales de cultura; arte, filosofía, religión, saberes, costumbres, tradiciones, valores, incluyendo el pasado de esclavitud, trata y estigmatización de las mismas.
Mi respeto por vuestra honorable tarea parlamentaria."

(Nota de AF:) El artículo original reza:
Artículo 8º.- Se considera de interés general que los programas educativos y de formación docente, incorporen el legado de las comunidades afrodescendientes en la historia, su participación y aportes en la conformación de la nación, incluyendo el pasado de esclavitud, trata y estigmatización de las mismas.

Más información sobre los artículos en debate:

Fuente de la nota de mãe Susana: