jueves, 17 de septiembre de 2009

Movimiento AfroCultural -no queremos a estos negros acá

( Diego y Javier Bonga, del Movimiento AfroCultural, entrando al CC Defensa, el sábado pasado)

Espero no volverme muy monotemático estos días con lo del Movimiento Afro-Cultural, pero me parece que es un caso testigo realmente importante, ya que va a poner a prueba y revelar todas las prenociones, prejuicios, escalas de jerarquía cultural y también, claro, actitudes racistas de nuestra sociedad. De funcionarios, "defensores de la cultura", "vecinos", periodistas, jueces y aún de quienes habitualmente nos ocupamos de estos temas.

La situación es similar al caso de la familia que piensa que sí, que todos tenemos iguales derechos sin importar raza ni condición social. Primero la hija tiene un compañero negro en el colegio ( "que bien, que abiertos de mente los del colegio"); luego el compañero se hace amigo de la nena ("¿ sos muy amiga del chico ese?"); el nuevo amigo comienza a ir a la casa frecuentemente ("pero tenés que traerlo a casa tanto?"); se ponen de novios ("te dije que no me gusta ese chico para vos") y finalmente anuncian que se casan ("cómo te vas a casar con ese negro de mierda?).

Los límites de la "tolerancia" se prueban cuando los derechos de las minorías comienzan a acercarse peligrosamente a los nuestros y sentimos que amenazan algunos de nuestros privilegios.
Cuando exceden el "lugar" (geográfico, cultural, moral) que les hemos asignado.

Las opiniones de los "vecinos" transcriptas abajo lo muestran claramente. Esta es una "reunión" pero no los dejamos hablar. "Su" lugar no es "este" lugar (por más que legalmente ahora les corresponda). Los apoyamos pero no los queremos acá -ni en el Centro ni en el barrio. Defendemos la cultura pero no esta cultura -que, si es cultura, es suya y nunca podrá ser nuestra.

Movimiento Afrocultural -que hacemos con el "hijo negro"?

El martes pasado se realizó un (des?)encuentro entre los miembros del Movimiento Afrocultural y vecinos e integrantes del CC Defensa.Una de las participantes nos relata su experiencia,
( Integrantes del Movimiento Afrocultural entrando al CC Defensa, el sábado pasado)

¿Y ahora que hacemos con el “hijo negro” de la familia?
Por Viviana Parody
Prof. De Educación Artística esp. en Diversidad Cultural
Maestranda en Antropología Social -FLACSO

Pasadas las 18.15hs del martes se inicio la esperada reunión que pudieran sostener los miembros del Movimiento Afrocultural con integrantes y participantes del Centro Cultural Plaza Defensa, en presencia del Sr. Willie González Heredia (en representación del Ministerio de Cultura) con la finalidad de llegar a un acuerdo respecto de la inminente situación de tener que compartir el espacio cito para el desarrollo de las actividades culturales que ambas instituciones u organizaciones desde hace años llevan a cabo.
El clima reinante desde el inicio del intercambio fue tenso, ya que el inusual modo del Ministerio de Cultura de la CBA de presentar o-mejor dicho- no haber presentado la situación frente a los actores sociales involucrados del Barrio, generó en las últimas semanas que los trabajadores y vecinos de Defensa 535 se embanderen contra la supuesta “privatización” del Centro Cultural.
A los casi 50 minutos de diálogo, las distintas organizaciones de San Telmo presentes como parte de los trabajadores y participantes del C.C. P. Defensa, dejaban en claro su repudio a la política cultural del Gobierno macrista, y también se negaban rotundamente a la propuesta concreta de solidarizarse respecto de compartir el espacio.
Intentando impulsar políticas culturales “pluralistas”, “inclusivas, integradoras, tendientes a la diversidad cultural y a l reconocimiento de la Identidad Afro del Barrio de Monserrat”, el Ministerio. de Cultura de la Ciudad de Bs.As. olvidó sin embargo que la integración social depende también de los lazos sociales que entre las alteridades puedan construirse, y omitió propiciar el encuentro social, que finalmente tuvo lugar el martes por iniciativa del Movimiento Afrocultural. Desconociendo la gran mayoría de vecinos del Defensa la situación y trayectoria del Movimiento Afrocultural, elevaron al Sr. Lombardi por intermedio de su representación presente (Guillermo González Heredia), el “rechazo a incluir cualquier otro tipo de actividad en el espacio de Defensa 535,por razones horario-espaciales exclusivamente- y la concreta propuesta de que para el día viernes 18/9 el GCBA pueda dar respuesta a tal situación asignando al Movimiento Afrocultural un espacio propio en las inmediaciones de San Telmo”.
“En ésta casa no hay lugar”
La situación produjo en el intercambio de palabras (de tono altamente violento casi permanentemente) la emergencia de todas aquellas representaciones respecto de la alteridad que como ciudadanos tenemos sin resolver. No faltó quién reclamara por espacios para ancianos y niños (“acá había una plaza, la tiraron abajo…”), por la redefinición del monumento a la mujer realizado en el Barrio (“queremos una mujer activa, de pie, esa estatua esta durmiendo, en posición acostada”), por las calles cortadas y veredas averiadas de San Telmo, y por no haber sido recibidos por las autoridades para múltiples reclamos y cuestiones. Pero específicamente en materia de identidad, se produjo una constante disputa por “quién daba realmente identidad al Barrio” frente a la propuesta política de devolver “la identidad negra amputada a Monserrat” (según dichos del Ministro Lombardi, en reunión del sábado 12-9).
Los distintos activistas culturales y los vecinos participantes comenzaron a definir inscripciones identitarias múltiples en materia de prácticas culturales…. “a éste espacio lo inauguró la murga, y es la murga la que siempre le dio identidad al Barrio…es la que nos representa”; “aquí nosotros, mis hijos y nietos aprendieron tango, porque es el tango el que le da identidad al barrio”.
Durante casi 60 minutos todos los actores sociales presentes hicieron uso de la palabra hablando de los afrodescendientes sin darle a los referentes del Movimiento Afrocultural la palabra para presentarse y comentar su situación. Realmente dialogaban sin la intención de conocer al Otro que aparece en la escena, a quien el Estado reconoce como “históricamente amputado” de la identidad del barrio pero dada la situación finalmente aparece como “usurpador” .
Se sucedieron expresiones como: “por qué no los mandan a Secretaría…”; “¿a dónde los vamos a meter?”, “por qué tenemos que ponerlos acá”, expresiones frente a las cuales finalmente toma la palabra (en un tono y volumen muy bajo de voz) el Presidente del Movimiento Afrocultural (Diego Bonga Martínez), expresando la intención de no molestar de ninguna manera a los vecinos ni a los demás trabajadores culturales, y solicitando se conversara en términos de respeto.
Reconocer el hecho de los afrodescendientes como históricamente “amputados” del barrio debio haber generado claras políticas de reparación, de reconstrucción del tejido social, con operatorias que precedieran y desplegaran el acto de una resolución en el proceso de un encuentro social propiciante del consenso. (1)
Con temor a que “hoy traen a los compañeros afro y mañana llenan esto de nigerianos y senegaleses”, y con temor a que en nombre de la “cultura quilombola” el Centro Cultural Plaza Defensa se vuelva “un conventillo….porque quieren vivir acá”, los vecinos-murgueros-tangueros-abuelos-mujeres-amigos del Barrio del Defensa expresaron que “de ningún modo es su intención hacerlos volverse a subir al barco (negrero que los trajo de África)…pero que realmente no podrían albergar las actividades afro en Defensa 535….por falta de espacio”.
Frente a la explicación legal de que solo por un tiempo éste espacio serviría para no dejar en la calle –en tanto medida cautelar- las actividades culturales afro , y frente al interrogante de si podrían o no compartir los horarios vacíos de actividad, “los amigos del Defensa” sugirieron entonces la creación de tres centros culturales para el Barrio, atendiendo lógicamente al modo que han demostrado tener de percibir la diversidad, que es desde la fragmentación : “un Centro Cultural para la Murga, otro para los Afro, y que quede tal cual está el Defensa”. Ante esta propuesta, las representantes del COPADI (Colectivo para la Diversidad) allí presentes insistieron en construir otra posibilidad que no fuera “hacer un Centro Cultural para los blancos y otro para las negros”. Pese a ello, pero aclarando que “no hay discriminación porque la Argentina es un país de inmigrantes…” (europeos), los vecinos votaron por unanimidad la moción. También mencionaron que “estando el Movimiento Afrocultural fuera de Defensa” sería “más fácil” continuar la lucha por un espacio, y que de ese modo los vecinos del Barrio de San Telmo podrían apoyar y sumarse a la lucha.
Frente a tal situación, como expresara el presidente del. Movimiento Afrocultural (Diego Bonga Martínez), el Movimiento Afro lo único que espera es “poder llegar a buen puerto”…luego de tantos siglos (continuando la metáfora del barco negrero)…., y en pos de ello…¡se sigue remando!-

De algo podemos estar seguros entonces, como viniéramos conversando desde el Movimiento Afrocultural hacia toda la comunidad afrodescendiente en Argentina: no es exactamente un problema de “invisibilización”…..porque ¡SI se nos ve, en la alegría, en el arte, en la cultura, en la política!...pero ahí nos tienen, como los propios vecinos lo expresaran: “cada domingo desde hace años los escuchamos y vemos pasar por San Telmo con los tambores…y bailamos con ustedes”….pero aún no pueden o no saben “dónde ponernos”, cómo hacerle un lugar a la historia negada, amputada, al hijo perdido...-
El Estado parece estar maniobrando una “cirugía mayor”, que por decreto evite el proceso histórico, social, cultural, simbólico y educativo que aún tenemos por hacer.


Aclaración: las frases entre comillas son textuales de los vecinos y trabajadores de la cultura del CC Defensa.
(1) Estas escenas-como la ficción de dicha reunión del día de hoy-que son emergente tabú de la trama social argentina, “crisol de razas”, que recibe “a todo aquél que quiera habitar suelo argentino”, muchos las hemos visto resurgir a lo largo de las últimas décadas, sin que tengan un tratamiento social y cultural digno de la sociedad que esperábamos ser en el siglo XXI. Quienes participamos de las actividades culturales afro en la década de los ´90 en el Centro Cultural Rojas hemos sido testigos de idénticas escenas políticas. Similares discusiones entre los participantes de las actividades afro, sus docentes y la coordinadora del Area Afroamericana, frente a todos quienes han sido la autoridad máxima del Centro -alguno luego ha sido Jefe de Gobierno de la Ciudad. También entonces los vecinos solicitaban “sacar los tambores por problemas de ruido”, con lo cual luego de arduas discusiones se acabó por disolver el Área Afro del Rojas. Me pregunto cuál será la razón por la cual 15 años despues – y en materia tanto de sociedad y ciudadanía como de políticas culturales estatales de la CBA- “no sabemos adonde meter los tambores”.