lunes, 7 de julio de 2008

Sobre Exú....

El pai Milton de Xangô de Montevideo tiene, como ya dije, la virtud de poner en palabras lo que muchos (algunos, al menos) pais o maes de santo piensan o saben de su religión, pero que llegan a transmitir principalmente a través de la performance ritual o mediúmnica.
El don de la palabra escrita, desafortunadamente, no nos es dado a todos. El de la lectura, sin embargo, nos permite acceder a materiales valiosos que sin duda nos ayudan a desprendernos de pre-nociones y pre-juicios sobre determinadas prácticas religiosas.
Quienes quieran entender mejor quiénes son los Exús de Kimbanda (los kimbandas, como le gusta decir al pai Milton) deben leer las descripciones abajo. Y comprar Dueños de la Encrucijada, claro, libro sobre el que ya hablamos bastante en el blog.


Exú Tranca Rua das Almas

Rayo de luz en medio de la oscuridad

El señor que me acompaña, el que va conmigo pero delante de mí, el que el 1 de noviembre de 1977 se instaló en un asiento de piedra e hierro junto a la Rainha das Almas, el amigo, el confidente, el camarada... El que me cuida y nos cuida, el que nunca ha negado su mano generosa y ha enseñado -y enseña- a conducirse en un mundo donde parece haberse perdido el equilibrio de valores...
El que es tan sencillo que parece grande, y tan grande que resulta ser sencillo de entender y querer.
El que siempre tiene tiempo de escuchar y cosas para decir; el que cada día me sorprende con un nuevo regalo como muestra de su incondicional apoyo -siempre y cuando siga las reglas que le marcara la Rainha da Praia que le ubicó en su lugar-
El que hace del respeto a toda forma de vida o existencia su credo; el que danza y canta con el corazón; el que se comunica con una simple mirada, el que me muestra la cara escondida de la Luna y el diamante que se esconde en cada trozo de carbón...
El que recibe con alegría y despide con tristeza; el que hace amigos sin solicitar nada a cambio, el que hace del don un presente cotidiano...¡
Ese es mi compadre!
Es a quien agradezco lo poco o mucho que fui, lo que soy o lo que podría llegar a ser porque sin su apoyo y ayuda nunca sería yo mismo...
Mi amigo, camarada, compadre, compañero: gracias por estar a mi lado. Gracias por enseñarme hasta a través de las malas experiencias, por darme la mano y ayudarme a levantar cada vez que hube caído. Gracias por darme la oportunidad de recibirte y hacer a través de mis simples medios tu trabajo de titán.
Tranca-ruas nas Sete Porteiras das Almas: aunque sólo seas el Mayordomo de mi Rey, te rindo mi más absoluto reconocimiento.
Que Sòngó premie eternamente tu fidelidad y trabajo.


Minha senhora das Almas

Minha senhora das Almas
atira e não erra a mira!
Ela é minha protetora,
saravá, sá Pombogira!
Pombogira das Almas,
vem tomar xoxô!
As almas da calunga
todas sabem é trabalhar!
Botam fogo no terreiro
que ninguém pode é apagar!
María das Almas, pombogira da calunga. Mujer austera que guarda el secreto de Binah, columna del rigor de la Madre Vigilante. Misterio que fascina porque conserva el fuego de la hoguera oculto en las cenizas. Dama de la noche, Luna nueva, Hécate triforme que construye identidades.
Todo lo transforma bajo su mirada helada: su risa es interior porque se nutre en las entrañas de la Tierra. Guardiana de la Casa del Pan y pan de la casa, rosa abierta y perfume de musgos y de hierba...
También a ti debo esta vida, porque sin tu concurso no habría descendencias. Que tu amor que no conoce de fronteras -porque entre la vida y la muerte hay sólo un suspiro- nunca me abandone. Que tu juicio no condene, que tu mano no claudique, que tu voz nunca se alce...
Te brindo mi homenaje, señora. Guárdanos en el abrigo de tu velo y acláranos la niebla que surge a cada hora. Brilla con tu presencia soberana y prospera a cada miembro de tu casa