martes, 10 de abril de 2012

La Mulatona (de nuevo)

 Click en la imagen para agrandarla - Clarín, 8 de abril de 2012

Siempre me llama la atención cuando la gente se preocupa por expresiones como "tuve un día negro", "trabajo en negro", "negra suerte" -o sea, con las asociaciones negativas de un color- y nadie dice nada sobre uno de los mayores condensadores de estereotipos sobre la "mujer negra": la "Mulatona" de Clemente.
Lo voy a decir de nuevo (y no será la última vez):
El problema no es que se le asignen significados negativos a un color, sino que se le asigne un color a las personas. Y que después en base a ese "color de persona" se realicen una serie de asociaciones sicológicas y morales negativas -que provienen más de la experiencia histórica y concreta de situaciones de dominación de un grupo por otro que de significados generales asignados a colores.

Clarín, 9 de abril de 2012

La Mulatona, como vemos en estos dibujos -y en casi todos los que interviene- sintetiza, transmite y reproduce los estereotipos sociales vigentes en nuestro país sobre la "mujer negra": es extranjera, hipersexualizada, sólo sabe bailar y no conoce mucho del mundo que la rodea -es algo tonta, poco instruída y viene de la selva.
Aquí tenemos un ejemplo casi cotidiano de reproducción de significados negativos que hacen referencia muy concreta a una mujer "negra" (ok,, es una caricatura, pero representa claramente a una mujer) y nadie parece alarmarse.


Clarín, 10 de abril de 2012

¿Será porque es un dibujito "simpático", "adorable", que uno llega a apreciar o querer?  Siempre son estos personajes queribles los más complicados, porque al despertar sentimientos digamos, positivos, es difícil llamarlos racistas pero sí son una condensación (de nuevo, querible, lo que hace dífícil denunciarlos) de estereotipos que tienen consecuencias muy prácticas y negativas en la vida de las mujeres  (consideradas socialmente) "negras" en nuestro país.
Hay varios ejemplos similares en distintos lugares del mundo: el Negro Mama en Perú, Memin Pinguin en México, Banania en Francia, y ahora la Madrina María en el Miami hispano.