En algunos países tienen leyes o al menos preocupaciones especiales por los "hate crimes" (lit. crímenes de odio) o crímenes basados en el prejuicio que ciertos individuos tienen sobre los miembros de minorías raciales, religiosas, étnicas, sexuales, etc. En nuestro país el mote parece adecuarse cada vez más a la violenta realidad local.
“Ahora estoy mejor, se me pasó la angustia de verme la cara cortada, pero supongo que me van a tener que volver a hacer una cirugía”, explicó. El papá de Florencia, Carlos, describió las amenazas que sufrió su hija desde que llegó al pueblo: “Esta chica ya venía amenazando, porque nosotros no somos de acá, del ambiente, y se ve que le molestaba la presencia de gente nueva. Por eso la trataba de ‘negrita’, de esto, de aquello”, contó el hombre indignado porque la chica actuó con el consentimiento de la propia madre, que le gritaba: “Matala, hacela bosta”, aunque en un momento le quitó la trincheta y la guardó en el bolsillo. La nena también lo recuerda: “Ella me amenazó varias veces y yo me la venía aguantando, ahora dio la casualidad que terminó así, encima la madre la alentaba, la apañaba para que hiciera lo que tenía en mente, que era cortarme la cara”.
Fuente: Diario Crítica, sábado 23 de agosto de 2008.
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