lunes, 19 de octubre de 2009

Viaje



Afrodescendientes en el censo 2010 -según Página 12

Imagen: Arnaldo Pampillón - Página 12
Sociedad: DESPUES DE CIEN AñOS, SE SABRA CUANTOS AFRODESCENDIENTES HAY EN EL PAIS
“Hacer visible la diáspora”
El censo nacional de 2010 indagará sobre el origen africano de los argentinos. Desde 1896 no se consultaba ese dato. Ahora, la Asociación Africa y su Diáspora logró que se incluya de nuevo. Busca revertir la invisibilización de los afrodescendientes en el país.

“¿Usted o alguna persona de este hogar es o tiene antepasados de origen afrodescendiente o africano (padre, madre, abuelos/las, bisabuelos/las)?” La pregunta sobre el origen poblacional “afroargentino” será un nuevo interrogante incorporado al censo de 2010. En 1896 fue la última vez que las comunidades con raíz africana fueron incluidas dentro de las estadísticas estatales y en noviembre próximo será la primera oportunidad que tienen para protagonizar una prueba piloto en un censo de población. “Fundamentalmente, las tareas de sensibilización y visibilización nos permitirán llegar a otros descendientes que nunca se han preguntado sobre su identidad o la ocultan producto del racismo y la discriminación sufrida durante épocas.” Pese a lo español de su nombre, Carlos Alvarez es uruguayo, secretario general de la Asociación Africa y su Diáspora, y las palabras que pronuncia delatan de pies a cabeza su herencia.
“Estamos convencidos de que sólo la lucha, la organización y la unidad nos permitirán, en este nuevo marco, conquistar la concreción de políticas públicas afirmativas para nuestra comunidad.” En diálogo con Página/12, Alvarez relató la búsqueda por “encontrar y valorizar nuestros antepasados”. Según estadísticas afroargentinas, son casi dos millones las personas que con raíces africanas habitan suelo argentino. Pese a que en 1810 uno de cada tres porteños era afrodescendiente, “no hay que suponer que la fiebre amarilla o las guerras aniquilaron nuestra herencia de una vez y para siempre”, dijo el hombre.
No obstante y como “la diáspora argentina no es visible hace mucho tiempo, buscamos revertir la situación”. Como primera medida, la asociación de Alvarez y otras diez organizaciones de afrodescendientes se contactaron con el coordinador general del Consejo Consultivo de la Cancillería nacional, Oscar Laborde. La explicación del migrante uruguayo es simple: “Como Laborde tiene rango de embajador, le pedimos que interviniera con las gestiones en el Indec (Instituto de Nacional de Estadística y Censos) para que se incluyera (dentro la cédula censal) nuestra pregunta”.
Aunque todavía no se reconoce socialmente la influencia africana en el tango, el idioma, la religión o el carnaval, “el Censo 2010 es un muy buen primer paso para conocer nuestro origen”, argumentó Alvarez. El hombre y sus cinco hermanos son la cuarta generación de descendientes africanos en su Uruguay natal y “gracias a la segregación originada por la esclavitud nunca supimos en qué región del continente vivieron nuestros antepasados”. La falta de una clara identidad originaria fue fundamental a la hora de construir en “forma conjunta” el múltiple choice del cuestionario censal. “Además de si y no, incluimos el ‘ignorado’: en Argentina muchas personas suponen ser afrodescendientes, pero no lo saben con exactitud producto de años de invisibilización”, explicó Alvarez a este medio.
La iniciativa se enmarcó en las acciones llevadas a cabo por la mayoría de los países del Mercosur. Porque, desde hace años, “Uruguay o Brasil incorporaron a las comunidades africanas a sus censos y, entonces, Argentina no podía seguir bajo el mito de que no existen los pobladores afrodescendientes”. Según la explicación de Alvarez, el trabajo entre las asociaciones, el Consejo Consultivo y el Indec “fue una práctica verdaderamente participativa y democrática, que esperamos sirva de modelo para evitar el racismo institucional ejercido por otros organismos del Estado”.
En un principio, sin embargo, de un lado como del otro primó el prejuicio. Con la mitad de la carrera de Sociología cursada, Alvarez reconoció sus propias limitaciones: “Cuando empezamos a participar de las reuniones con la directora general del Indec, tuve temor de que los estadistas nuevamente nos tomaran como objetos de estudio y no como sujetos de derechos –dijo Alvarez e, inmediatamente relató la situación del otro lado–. Pero también, desde la institución no nos entendían, nos decían que éramos muy reiterativos y generales a la vez”.
De todas maneras, el diálogo fue más fuerte. Además de la pregunta censal, las comunidades de afrodescendientes “pudimos comprometer al Indec para que desarrollemos un programa de sensibilización y difusión previo y durante el desarrollo del Censo 2010 que se incorporará a la publicidad oficial”, explicó Alvarez. “Saber cuántos somos y en qué condiciones vivimos nos permitirá plantear el desarrollo concreto de políticas públicas afirmativas para revertir centenares de años de exclusión e invisibilización”, concluyó Alvarez.
Informe: Mariana Seghezzo.

La Ruta del Esclavo en el Río de la Plata: aportes para el diálogo intercultural

No podré participar del evento porque en breve parto para Inglaterra, pero sin duda será sumamente interesante. Lamentaré no poder asistir.


Seminario Internacional de la Cátedra UNESCO de Turismo Cultural Untref/Aamnba

“La Ruta del Esclavo en el Río de la Plata: aportes para el diálogo intercultural”

Auditorio de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes, Av. Figueroa Alcorta 2280

Con el objetivo de reflexionar sobre uno de los fenómenos históricos más dolorosos y trágicos
de la Humanidad y su incidencia en esta región del mundo, la Cátedra UNESCO de Turismo Cultural Untref/Aamnba ha organizado el seminario internacional “La Ruta del Esclavo en el Río de la Plata: aportes para el diálogo intercultural", que se realizará los días 26 y 27 de octubre, en el auditorio de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes, Av. Figueroa Alcorta 2280, Buenos Aires.

El seminario internacional, que ha sido concebido a partir de cuatro presentaciones generales y cinco mesas a cargo de especialistas de África y de América Latina y el Caribe, aspira a contribuir desde la perspectiva rioplatense al Proyecto “La Ruta del Esclavo” aprobado por la UNESCO en 1993 a propuesta de Haití y de varios países africanos, y que fue lanzado oficialmente en 1994 desde la ciudad de Ouidah (Benin), uno de los centros emblemáticos del tráfico de esclavos en el
Golfo de Guinea.

En las conferencias magistrales se abordaran las cuestiones axiales del Seminario: la vinculación del Proyecto internacional de la Ruta del Esclavo con el diálogo intercultural de África y América Latina; la presencia africana en el Río de la Plata; los legados del África; y las consecuencias del tráfico de esclavos en las sociedades africanas.

Las presentaciones de las Mesas comprenderán:
- La trata de esclavos y las características peculiares de la esclavitud y su abolición en las Provincias Unidas del Río de la Plata;
- La vida cotidiana de los esclavos en el Río de la Plata;
- Los testimonios históricos de la esclavitud en el Río de la Plata;
- La diáspora africana y el patrimonio intangible: música, literatura, religiosidad, tradiciones orales;
- Los sitios de memoria.

El programa que proponemos está dirigido a historiadores, sociólogos, antropólogos, miembros de organizaciones no gubernamentales vinculadas a los derechos humanos, legisladores, periodistas, diplomáticos, docentes y mundo académico.

Inscripción gratuita (cupo limitado, con inscripción previa).
Informes: catedraunesco@turismoculturalun.org.ar


Este Seminario Internacional cuenta con el auspicio del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina, de la Representación de la UNESCO en Argentina, Paraguay y Uruguay (Montevideo); de la Embajada de los Estados Unidos en Argentina, de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y de la Fundación YPF.

PROGRAMA
Dirección académica: Marisa PINEAU

LUNES 26 de OCTUBRE

8.00: Acreditaciones
9.00: Inauguración
9.30- 10.30:
Dina PICOTTI, Argentina, Maestría en Diversidad Cultural, Untref.
Conferencia “ La Presencia africana en el Río de La Plata”
10.30- 11.30:
Jesús GUANCHE PÉREZ, Vice Presidente del Comite Cubano de la Ruta del Esclavo.
Conferencia “La Ruta del Esclavo y el diálogo intercultural África / América Latina".

11.30-13.00: Mesa 1 “La trata de esclavos en el Río de la Plata”
Iniciada con la expansión europea en América, el tiempo de auge del tráfico de esclavos fue el siglo XVIII, en el que tuvieron una participación muy importante las compañías esclavistas británicas. Ingresados legalmente por Buenos Aires y de manera ilegal por otros puertos, se comerciaban para su uso en el interior, tanto en actividades productivas como para el servicio doméstico. Esta Mesa abordará las características de la esclavitud en distintas zonas de la región del Río de la Plata , la libertad de vientres que estableció la Asamblea del año XIII y la abolición de la esclavitud en la Constitución de 1853.

- Liliana CRESPI, Argentina, Departamento de Ciencias Sociales UNLu.
"Esclavos y libertos en el Virreinato del Rio de la Plata y durante los primeros Gobiernos Patrios".
- Miguel Angel ROSAL, Argentina, Conicet.
“ Trata y esclavos en Buenos Aires”.
- María Florencia GUZMAN, Argentina, Conicet.
“Africanos y mestizos en el Noroeste de la Argentina”.
- Jean Philippe YAO, Costa de Marfil, Revista Mundo Negro.
“ La trata de esclavos en el Río de la Plata en la época colonial”
Moderadora: Maria Susana PATARO, Argentina, MRECIC, embajadora en la Republica Federal de Nigeria.

13.00 -14.30: Almuerzo libre

14.30-16.00: Mesa II “La vida cotidiana de los esclavos africanos y de los afrodescendientes en el Rio de la Plata”.
Los esclavos africanos, como integrantes de una sociedad colonial más amplia, crearon sus propias formas de organización. Esta Mesa se ocupará de la participación en la vida diaria de los esclavos y de las esclavas en las ciudades y en las áreas rurales.

- Silvia MALLO , Argentina, UNLP-Conicet.
“Vida cotidiana y conflicto: la población afrodescedendiente ante la Justicia”.
- Ignacio TELESCA, Paraguay, Universidad Católica de Asunción.
“Los esclavos de los Jesuitas del Paraguay”.
- Mónica LIMA, Brasil, Universidad Federal de Rio de Janeiro.
“Afrodescendientes: los que regresaron al Africa”.
- Lea GELER, Universidad de Barcelona.
“Afrodescendientes y esfera pública en la Buenos Aires del siglo XIX”.
Moderador: Lic. Boubacar TRAORE, Argentina, Untref.

16.00 -18.00: Mesa III. “Testimonios históricos sobre la esclavitud en el Rio de la Plata”
Desde temprano se ha estudiado el tema de la esclavitud en América. En los últimos años se han realizado avances trascendentes, con la incorporación de nuevos enfoques y con la renovación de la metodología. Esta Mesa dará cuenta de los cambios y de las innovaciones en la historiografía actual sobre la esclavitud.

- Marta GOLDBERG, Argentina, miembro del Comité Científico Internacional del Programa de la UNESCO La Ruta del Esclavo.
“Historia de la esclavitud en el Río de la Plata"
-Eduardo FRANÇA PAIVA, Brasil, Universidad Federal Minas Gerais, Belho Horizonte.
"Por una historia comparada de la esclavitud moderna”.
- Jose Luis MORENO, Argentina, ex director Archivo General de la Nación.
"La esclavitud en los Archivos del Virreinato del Rio de la Plata”
- Eduardo PALERMO, Uruguay, director Revista Digital de Estudios Sociales.
“Presencia africana en el norte de Uruguay”
Moderadora:Luciana CONTARINO SPARTA, UBA.

MARTES 27 de OCTUBRE

9.30 -11.00:
Toyin FALOLA, Nigeria/Estados Unidos, Universidad de Austin, Texas.
Conferencia "Africa y la esclavitud en un contexto transnacional"

11.00-13.00: Mesa IV. Diáspora africana y patrimonio intangible: música, literatura, religión e identidades
La participación africana en las sociedades americanas actuales puede verse y rastrearse en diversas expresiones culturales, que hoy forman parte del patrimonio intangible. La música, la lengua y la religión son manifestaciones particularmente relevantes. Esta Mesa abordara los distintos ámbitos del patrimonio intangible rioplatense que han sido profundamente enriquecidos por las culturas africanas. Se planteará la relación entre la diáspora africana y el patrimonio intangible.

- Miriam GOMES, Argentina, vicepresidenta Sociedad Caboverdeana.
“La diáspora africana en Argentina”.
- Sergio BAUR, Argentina, MRECIC, Dirección General de Asuntos Culturales.
”La presencia africana en las letras del Río de la Plata”.
- Luis FERREIRA, Uruguay, FLACSO.
“La influencia africana en la música del Rio de la Plata”.
- Pablo CIRIO, Argentina, Instituto de Musicología Carlos Vega.
"Vigencia africana en el culto de San Baltasar".
Moderadora: Ruth CORCUERA (Argentina)

13.00 -14.30: Almuerzo Libre

14.30 - 17.00: Mesa V Sitios de memoria
Para contribuir a la creación de una cultura de la tolerancia, el respeto y la coexistencia pacífica entre los pueblos y las sociedades, la UNESCO está comprometida con la realización de inventarios de sitios de memoria en distintas regiones del mundo. Esta mesa tiene por objetivo mostrar experiencias y avances realizados en la identificación, protección y puesta en valor del inmenso legado de la trata de esclavos y de la esclavitud y en proyectos hacia el futuro.

- Daniel SCHAVELZON, Argentina, FADU, UBA.
“Aportes para recuperar la Buenos Aires negra”
- Mónica GORGAS, Argentina, Museo Casa del Virrey Liniers, Alta Gracia.
"La presencia de esclavos en las estancias jesuíticas: el caso de Alta Gracia"
- Jordi TRESSERRAS, España, vicepresidente del Comité Científico Internacional del Programa de la UNESCO La Ruta del Esclavo.
"La gestión cultural y turística de la Ruta del Esclavo en Iberoamérica.
-Ana FREGA, Uruguay, Universidad de la República,
"Los sitios de memoria de la esclavitud en el Uruguay".
- Laennec HURBON, Haití, presidente del Comité Nacional de "La Ruta del Esclavo" de Haití.
"El proyecto UNESCO de Sitios de Memoria en el Caribe latino".
- Philippe PICHOT, miembro del Comité Nacional sobre la Memoria de la Esclavitud de Francia.
"La ruta de las aboliciones de la esclavitud en Francia".
Moderador: Mario CORCUERA IBÁÑEZ, ex embajador de la república Argentina en Senegal, Burkina Faso, Cabo Verde y Mali.

17.00- 17.30:
- Noelia MONGE VEGA
“La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y su programa de afrodescendientes”

17. 30 - 18.30:
Conclusiones generales y cierre del Seminario: Marisa PINEAU, Argentina, profesora-investigadora, Universidad de Buenos Aires/Universidad de Quilmes

18.30: Proyección de film “Negro Che” de Alberto MASLIAH (2006)

Coordinación general: Carmen María Ramos (Aamnba) y Norberto Griffa (Untref).

domingo, 18 de octubre de 2009

Un afroargentino en la tapa de la revista C

Entrevistando a bailarines afro-argentinos, los escuché mencionar al grupo de Paul da Cruz, con el que algunos de ellos salieron de gira.
El verdadero nombre de este artista afro-argentino era Manuel García López. Es el padre del famoso guitarrista de rock Carlos García López (fotos), quien tituló su primer disco solista Da Cruz (1992) en su honor.
Es probable que la afrodescendencia no sea lo que principalmente defina al músico -personalmente, no creo que debiera- pero es bueno traerla a colación ante las repetidas preguntas: "¿dónde están los afroargentinos?" o "qué hicieron los afro-argentinos?".
Rock, entre otras cosas....
Fuente de las fotos: revista C, domingo 18 de octubre de 2009

Mercedes Sosa y el rap

Una de las cosas que hicieron grande a Mercedes Sosa, además de su Voz, claro, fue su apertura hacia, y apreciación de, otros géneros musicales. Una actitud poco frecuente en la Argentina llena de capillas intelectuales, tribus urbanas y musicales, bipartidismos, y dualismos de todo tipo.
En una nota que le hacen a León Gieco en el diario Crítica de hoy, le preguntan qué le parece que podría pensar Mercedes Sosa sobre su nuevo disco, en el cual reversiona algunos de sus temas a un ritmo rockero casi hardcore.
Dice León:
"Me preguntaría: ‘¿Te gusta, nene, hacerlo?’ Y si le dijera que sí, me contestaría: ‘Si a vos te gustó, está todo bien’”.
Y amplía con una anécdota:
“Recuerdo una vez que estábamos tocando en Ferrocarril Oeste, hace mucho tiempo, a principios de los años noventa, y en pleno show invitó a los Illya Kuryaki, que recién habían sacado su primer disco y tenían unos 15, 16 años. ¡Y Mercedes Sosa estuvo tocando con un poncho y un bombo, cantando ‘¡Argento, Argento, nacido para ser argento!’, mientras los pibes corrían y rapeaban alrededor.
Me acuerdo que estaba con Charly en ese concierto y dijimos: esta mina nos cagó, le importa un bledo todo”.

viernes, 16 de octubre de 2009

¿Un Quilombo en Santiago del Estero?

Tenía el diario Crítica del domingo 11 encima de la mesa, sin haberlo leído. Cuando me puse a mirarlo, grande fue mi sorpresa al ver que había una nota de dos páginas sobre una excursión de los funcionarios del INADI a un pueblo -dicen- compuesto íntegramente por afrodescendientes.
Es claro que no es propiamente un quilombo, pero en Brasil podría ser considerado (estudios mediante) una comunidad "remanescente de quilombos" y tendrían una serie de beneficios, el principal el derecho a la tierra, si no lo tuvieran...
Lo cuenta Cristián Alarcón, el autor de "Cuando me muera quiero que me toquen cumbia".
¿La verdad? No sabía -ni sé- nada... "La vida te da sorpresas..."

(El más anciano. Le dicen Titilao, un apodo que le puso su abuela Felipa Guerra. Ni él sabe cuántos años tiene, pero son suficientes como para haber conocido a los fundadores del linaje afro de San Félix.- foto y texto diario Crítica)
Sociedad / Edición Impresa - Diario Crítica, 11 de octubre de 2009.
San Félix, la única localidad del país en la que todos sus habitantes son afrodescendientes
Un pueblo que es cosa de negros
Perdido en Santiago del Estero, está habitado por cuarenta familias, unas doscientas personas. Su nombre hace honor al hombre que enamoró a Felipa Guerra, la matrona de este linaje que ya suma seis generaciones: el rubio capitán de montoneras Félix Alderete. Cómo llegaron a ese paraje indómito los primeros esclavos. Las marcas del mestizaje y el orgullo por su identidad.
Por Cristian Alarcón

Para seguir la huella africana en Santiago del Estero hay que probar el sabor del polvo. Es como el clima: caliente y poroso, áspero y seco. Sabe a tierra húmeda cuando se deshace en el paladar. Levita por largos minutos apenas se lo espanta con una sola pisada, hundida unos 25 centímetros en el talco espeso que es el suelo de San Félix, el único pueblo del país en el que todos sus habitantes –cuarenta familias, unas doscientas personas– son descendientes de negros. Aunque la sexta generación de los Guerra tiene la piel más clara, se le ve en el rostro la marca del mestizaje de más de cien años, desde que los primeros esclavos llegaron a este paraje indómito con los Frías, terratenientes dueños de doscientas mil hectáreas de monte santiagueño. San Félix hace honor al nombre del hombre que enamoró a Felipa Guerra, la matrona de este linaje de afrodescendientes: la historia de amor de esa pareja mixta, entre la turgente y bella Felipa y el alto, fornido y rubio capitán de montoneras Félix Alderete, es la huella más fuerte de la familia que ahora se busca en sus antepasados, llena de orgullo por la identidad afro de una provincia en la que, durante la primera mitad del siglo XIX, el 50% de la población era afro.
El cronista llega al paraje acompañado por una troupe que más bien parece la de un circo ambulante: representantes del INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación) con Flavio Rapisardi a la cabeza; gente de la Secretaría de Cultura de Santiago del Estero; funcionarios de la Jefatura de Gabinete provincial, todos han aportado una 4x4 para llegar a San Félix este sábado. La temperatura, dicen, nos perdona la vida. Las camionetas tienen que salir de la capital con un intervalo de media hora entre una y otra: el talco de arcilla cuando no ha llovido –la condenada sequía lleva nueve meses, ni una gota de agua desde enero– limita el tránsito, porque la cortina polvorienta y gris que levanta el paso de cualquier vehículo es tan volátil que demora en desaparecer. La ruta 5 nos lleva hacia Pozo Hondo –un punto que apenas si figura en los mapas–. Desde allí hay que tomar un camino de tierra poceado y pleno del bobadal: así se llama ese tipo de senda, por su composición terrosa. Se avanza a veinte kilómetros por hora. La tierra se levanta y cae sobre los vidrios de la camioneta como si la tiraran del cielo. Cualquier otro auto, sin ruedas patonas y doble tracción, quedaría varado porque el radiador colapsaría de tos.
UTURUNGO. –Ésta era una estancia llamada Uturungo.
Dice don Loyolo Alderete, hombre de casi dos metros, como su tatarabuelo, don Félix. Y golpea con el pie enorme el suelo de su patio, a la entrada del paraje. Tiene más de setenta, la piel cobriza, bigotes blancos y prolijos, las canas bien peinadas y cierta elegancia rural del que ha mandado, del jefe de un clan.
–Aquí hay hermanos negros negros y otros rubios. Por allá lejos tenemos un changuito con los ojos verdes y el pelo mota. Acá siempre se ha dicho, para reírse de ellos, de los que heredaron ese pelo de negros, que, cuando se les echa agua a la cabeza, no se les moja.
Ríe don Loyolo de su gracia, y su esposa, que permanece como una anciana quieta y silenciosa a su lado, le sigue la corriente.
–Sí, no se les moja la cabeza. Dice.
La huella de la negritud de San Félix se pierde en la memoria del pueblo. Reside allí donde llegan los recuerdos de sus habitantes más antiguos: don Loyolo alcanza a dibujar el árbol genealógico hasta su madre, la hija de Delfín Alderete, nieto del Félix que desposó a Felipa. Su padre era Cirilo Matías –otro de los apellidos que abunda en la zona–, un “gringo”, dice Loyolo, que es como se les decía a los españoles que llegaban en aquellos tiempos siguiendo el camino que durante la colonia unía Córdoba con Potosí, atravesando el duro interior santiagueño.
–Cirilo Matías vino de España en 1916, y en 1921 llegó a Pozo Hondo. Andaba como vendedor de mercadería ambulante. Mi mamá, María Alderete, lo conoce entonces. Se enamora, se casan y él se instala. Ella tenía su porción de tierra que le correspondía porque era nieta de Felipa Guerra. Aquí mismo era el casco de la estancia Uturungo, que es como le dijeron siempre a la parte que los Frías les dieron a los negros cuando comenzó todo esto.
Uturungo es una voz quechua, una vieja leyenda según la cual un indio se metamorfosea en puma –el Uturungo–. La creencia es que un hombre que necesita vengarse de una ofensa, de un crimen, o de una mancha moral puede hacerlo si pacta con el diablo –“supay”– en una ceremonia en la que se convertirá en el tigre revolcándose sobre el cuero de un animal. Vuelto animal salvaje recorrerá los alrededores de los pueblos y las estancias aterrorizando a la gente que le teme. La prueba de su existencia es que las vacas y los caballos solían aparecer despedazados, y en los alrededores de la bestia yacente, las huellas de un puma que no tiene cuatro dedos, sino cinco, como un ser humano.
PUMA. Los Guerra, los Alderete, los Matías abundan como el sol que todo lo alcanza dieciocho horas al día. En este clan de figuras míticas se han ido cociendo algunas, pocas, historias que le dan sentido a la insularidad de San Félix. Según uno de esos cuentos de fogón, hubo un hombre valiente, en el comienzo de casi todo, que cazaba pumas como si apresara gallinas. Era el hijo del patriarca, Félix Alderete, y llevaba, por primogénito, el nombre de su padre. Salía a buscar las fieras al monte cuando se acercaban demasiado y se atrevían a masticarle las vacas. La mayor hazaña de Félix hijo fue jugarse la vida como un Uturungo, casi transformado en puma. Subió por las ramas de un paraíso y se deslizó con la suavidad del felino hacia lo alto. El animal vigilaba cómodamente afincado sobre un grueso tronco, entre el follaje. El valiente le metió el cuchillo desde abajo, hacia el corazón, lo hundió como si fuera una espada. Cayeron los dos al piso. El puma lo abrazó como quien quiere asfixiar al amante. Le clavó las garras en la espalda y exhaló en el intento. Las heridas en la carne del cristiano fueron profundas. Curarlas llevó tres meses de postración boca arriba. Fue su madre, la mítica Felipa Guerra, ya en una silla de ruedas, la que lo cuidó hasta sanarlo.
Felipa era una negra hermosa. Y fue la matriarca de este clan, aunque no la primera. Era la hija de los primeros negros del lugar. Carlos Torres, sexta generación en la saga familiar y habitante de una casa en la que vende vino frío y picadas de mortadela y queso de campo a los extraños visitantes de la Capital, lo dice con letras de molde:
–Mis antepasados, Julián Guerra, venido de África como esclavo, y Felipa Iramain, traída del Brasil, se casaron, y, como regalo de bodas, los que habían sido sus dueños, los Frías, les dieron una legua cuadrada, que en realidad estaba medida en varas (86 centímetros), por eso la propiedad no tiene 2.500 hectáreas, sino 1.800. Era poco al lado de las 200 mil hectáreas que tenían los Frías en esa época. Luego, a otros negros, en mérito de la lucha federal, les dieron media legua cuadrada, que serían luego los pueblos vecinos de San Andrés y San Ramón. Todos los negros tuvieron el mismo apellido puesto por sus patrones: todos fueron Guerra.
La primogénita de la pareja de negros fue Felipa Guerra. Ella y sus hermanos poblaron Uturungo. Pero fue ella la que se enamoró de Félix Alderete, el capitán de montoneras que vino de la costa del río Salado para quedarse y formar un linaje de bellos mulatos afincados para siempre en el lugar.
LUJO Y ORO. Son bien grandes los Alderete. Los hijos de don Loyolo lo visitan este sábado calenturiento. Uno de ellos es maestro y anda con su pibe, de unos doce años. El chico heredó los rasgos africanos de su tatarabuela pero en una piel blanca. La nariz chata de fosas redondas y el pelo ensortijado, de ese que no se moja. Don Loyolo sabe que los funcionarios que han venido a verlo hoy trajeron tambores desde Santiago, y un cine móvil de la Secretaría de Cultura. Esa pantalla blanca le permitirá ver por primera vez su propia imagen proyectada en la escuelita rural de San Félix, en la que cuarenta niños de los campos vecinos pasan la semana junto a siete maestros. Allí es la fiesta. Hacia el patio rodeado de paraísos y quebrachos, caminan las familias de morenos despintados por las mixturas raciales de un siglo.
Hace muchos años que la pobreza, la sequía y la migración de los más jóvenes –que parten hacia la capital provincial a buscar trabajo– han dejado sin fiestas a San Félix. Lejos quedaron las bacanales de los antiguos, de “los principales”, los siete hijos que tuvieron los esclavos libertos Julián y Felipa a quienes todos les podían ver las marcas que les habían impuesto en los mercados de Buenos Aires y alguna ciudad del Brasil. La pareja había conocido el lujo en la casa de los patrones Frías. Y cuando pudieron, criaron a su descendencia en la comodidad. Tres generaciones duró aquella abundancia.
–Mi abuela me contaba que esto era como vivir en un palacio de reyes. Cómo serían de pretenciosos los negros que no querían comer terneros machos, sólo se les antojaban las terneritas hembras. Las fiestas podían durar tres días. Cada familia mataba un animal y lo repartía, eran miles de cabezas de ganado. Se hacían hormas y hormas de queso. Se ponía la leche en un cuero de vaca, el noque, y en ese cuero entero se lo dejaba. Dos mujeres, una de cada lado, lo llevaban. El lujo les venía de Felipa Guerra, la abuela de mi abuela. Ella terminó en una silla de ruedas que estaba hecha con piezas de oro.
Dice Loyolo.
La fiesta de este sábado es austera pero profunda y sentida. Algo campea el aire de la tarde, algo parecido al respeto, a una memoria silenciosa de niños bien portados que esperan ansiosos el cine jugando a la mancha en el patio. El documental muestra con imágenes de archivos históricos el camino de los esclavos llegados a la Argentina desde África y Brasil, los mercados, las marcas a fuego en la piel, las guerras a las que fueron enviados. El camino Real, entre Córdoba y Potosí, la posición de San Félix y, hacia el final, las imágenes del pueblo. Entonces, las risas de los chicos, las sonrisas de los grandes, la cara iluminada de Loyola que se ve, y se escucha, enorme sobre la pantalla, contando sus recuerdos de la negritud. El INADI ha invitado a la coordinadora del Foro Afro, Mameto Kiamasi, una negra bien argentina que les habla vestida con una amplia pollera blanca, de túnica, y turbante:
–Debemos estar orgullosos de ser negros, de venir de esa sangre.
Les dice.
El nieto. A medio kilómetro de la escuela vive el hombre más anciano del pueblo. Le dicen Titilao, un apodo de niño travieso que le quedó puesto por su abuela, la mismísima Felipa Guerra. Nadie, ni él, sabe cuántos años tiene. Noventa y tantos como mínimo. Sale de su rancho asistido por dos nietos, que lo llevan como bastones hasta la tranquera. Los ojos pequeños se le pegan, y hace esfuerzos por abrirlos y mirar a los extranjeros. Todos sus movimientos son de una lentitud ceremonial. Pero cuando habla, con la voz cascada, la rapidez mental sorprende.
–Los he conocido a los principales. Yo le diré los principales pero usted no anote ahora: Juliana, Isolina, Gregoria y Caucana, Vicente, Félix, Delfín y Ángel. Estanislao es el hijo de Ángel. Es el único que no se casó nunca, ni tuvo hijos. Cumplió funciones de cura. Era el rezador del pueblo. El que casaba. El que bautizaba. El que daba las extremas unciones. El que quedó para contar lo que era Félix Alderete, el patriarca.
–Mi abuela Felipa era bien negrita. Mi abuelo era rubio. Usaba chiripás. Andaba al alba por las camas de los hijos despertándolos cuando iba a llover para que salieran a encerrar los animales. “¡Los bueyes!”, gritaba. Los negros, hermanos de Felipa, le querían pegar cuando se chupaban. Le daban duro los negros. Mi abuelo se reía de ellos. Les decía “cola e’ pishinga” porque se vestían a la moda, usaban camisas blancas, pantalones negros, con un pañuelo blanco que les salía del bolsillo de atrás, como la cola de los zorrinos. –Y dicen que las fiestas eran buenas.
–Acá gustaba el vino. La abuela se iba a San Roque de a caballo con otras negras, y volvían, con las bordelesas cargadas. Dejaban a los maridos a cargo.
Don Félix, cuenta Titilao, fue inteligente y les fue prestando plata a sus cuñados los negros, a quienes les gustaba apostar fuerte. Solían juntarse alrededor del pozo de agua, el jagüel del que aún se proveen todos de un agua termal que sale tibia de las canillas. Todo terminaba a cuchillazo limpio.
Don Titilao cruza las piernas con garbo. Pide un cigarro. Lo enciende. Le pregunta al cronista: –¿Que anota tanto? ¡Éste –les dice al resto de los que lo escuchan– va a tener para escribir una novela en Buenos Aires!
Reímos de las gracias de don Titilao. Y él, feliz de la visita, nos obsequia con sus cantos.
Cuando el sol se pierde en el monte santiagueño, Estanislao Guerra, nieto de Felipa Guerra y Félix Alderete, canta una vidala de esas que entonaba en las fiestas de negros de las épocas de lujo.
Se viene la semana afro en la Argentina
Por tercer año consecutivo, el INADI realizará “Argentina también es Afro”, jornadas político-culturales de reflexión, visibilización y reclamo del movimiento afroargentino. Organizadas junto a la Embajada de Brasil, se podrá participar de mesas de debate, obras de teatro y una ceremonia de tambores con grupos como La Chiringa (Argentina) y Afroreagge (Brasil). Se realizará entre el 9 y el 15 de noviembre próximo.
Fuente:

jueves, 15 de octubre de 2009

Africa Nuestra

A prepararse para las "notas de color", las soltadas de cadena, las tortugas que se escapan, y ahora también las mamad.... Si D10S quiere, va a ser un año para divertirse....