martes, 28 de junio de 2011

Qué hay en un nombre...

Celebro -sin duda- la decisión de los diputados y senadores bonaerenses.
No deja de llamar la atención, sin embargo, los varios nombres que se le dan al día, aún en los documentos oficiales.

En la promulgación de la ley -y por lo tanto, supongo que será el nombre "final", dice:
“Día de la Cultura Africano-Argentina”.
http://www.hcdiputados-ba.gov.ar/refleg/l14276.htm

En la parte en que se resume la carrera legislativa de la iniciativa, dice:
“Día de la Cultura Africano-Americana
http://www.hcdiputados-ba.gov.ar/includes/ley_completa.php?vnroley=14276

En los fundamentos de la ley, el nombre original parecía ser:
"Día de la Cultura Afro-Argentina"
http://www.hcdiputados-ba.gov.ar/refleg/f14276.htm

Caramba, qué difícil es conceptualizar las cosas, verdad?


Por otro lado, notemos que el nombre del día hace referencia a la Cultura, y no a las personas -que, según se desprende de los verbos en tiempo pasado utilizados en la fundamentación, ya no existirían-.
Una reivindicación que no llega a cuestionar la narrativa dominante de la nación...
Pero bueno, quizás sirva como apoyo a nuevos reclamos...

1 comentario:

baron Samedi dijo...

Quedé pensando en que en nuestros países, que sostienen jurídicamente en sus constituciones que "todo ciudadano es igual ante la ley" no debiera hacerse la salvedad "afro-argentino" o "afro-oriental" con referencia a personas, porque los individuos son, a secas, argentinos u orientales. No decimos "ibero-argentino o líbano-oriental para referirnos a un hijo de español o de libanés, y cuando decimos "judío" o "hebreo" sólo referimos una cultura, una religión y no una etnia en el sobreentendido que todo judío nacido en Argentina o Uruguay será argentino u oriental. De todos modos ese reconocimiento tan justo ratifica que de algún modo se reconoce un aporte que quizá sea mucho más importante de lo que cree el estado rotulador... Saludos, maestro.