"Es muy difícil decir cuando identifiqué al blues como un estilo musical particular. Mi mamá me hacia escuchar jazz, mucho Billie Holiday, Holdiy, Billy Eckstine, Sarah Vaughan. No era el country blues de los Estados Unidos pero, con el tiempo, me di cuenta de que me criaron escuchando una amplia base de música blues sin ni siquera saberlo. Por eso, de algún modo, soy resultado de lo que escuchaba mamá. Uno no sabía si Chuck Berry era negro o blanco. Después, poco a poco, me di c cuenta de que lo que tocaba esa gente estaba íntimamente relacionado con lo que yo había escuchado de chico. Pero era algo más despojado, mas rural. Mas tarde empecé a tratar de averiguar de donde lo habían sacado. Ahí me puse a escuchar a Muddy Waters, y, sin darme cuenta, eso me llevó a Robert Jonson.
(…) Empece a estudiar ese material y me di cuenta de que los blueseros hablaban de hacer el amor. Y ahí estaba yo estudiando lo que hacían, pero sin sexo. O sea, en mi vida faltaba algo obviamente para ser un bluesero, tenía que ver que era que ese “jugo de limón que me corría por la pierna”. Y además, esos tipos vivían la vida, no estudiaban. Yo amaba el rock and roll, pero tenia que haber algo detrás del rock and roll. Tenía que haberlo. Naturalmente, descubrimos que era el blues. Todos pensabamos que había un agujero en nuestra formación y por eso volvimos a los años ‘20 y los ‘30, para ver cómo hacían las cosas Charles Patton, o Robert Johnson, el supremo (…)"
(…) Empece a estudiar ese material y me di cuenta de que los blueseros hablaban de hacer el amor. Y ahí estaba yo estudiando lo que hacían, pero sin sexo. O sea, en mi vida faltaba algo obviamente para ser un bluesero, tenía que ver que era que ese “jugo de limón que me corría por la pierna”. Y además, esos tipos vivían la vida, no estudiaban. Yo amaba el rock and roll, pero tenia que haber algo detrás del rock and roll. Tenía que haberlo. Naturalmente, descubrimos que era el blues. Todos pensabamos que había un agujero en nuestra formación y por eso volvimos a los años ‘20 y los ‘30, para ver cómo hacían las cosas Charles Patton, o Robert Johnson, el supremo (…)"
Fuente: Clarín del 2 de julio de 2009 , original de The Guardian
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