Debo confesar que dudé acerca de si postear o no esta nota que apareció en el suplemento Si de Clarín de hoy. Si uno pensaba que el reggaeton y el "perreo" eran, como mínimo, "políticamente incorrectos" ahora llega la versión dancehall jamaiquina, y como siempre para la isla, reloaded. Van abajo direcciones de youtube donde se lo puede ver en acción, en versiones "light" (?) y hard (sin comillas). En esta última, me costó llegar al final (será "sólo un baile" pero hay demasiadas referencias a violencia de género -implícitas o explícitas) .... En fin, el artículo y los videos sirven para pensar en temas como relativismo cultural, características o estereotipaciones de la danza afroamericana, relaciones (asimétricas) de género, etc. etc. Sin duda, es parte de la "experiencia cultural afroamericana"...
Suplemento Sí, diario Clarín, 20 de marzo de 2009
Con el cuchillo entre los dientes
En Jamaica, las radios tienen prohibido pasar Daggering o "La Puñalada", un ritmo que se baila en llamas.
Por Mariano Del Aguila
Si se ha armado algún escandalete por el perreo, el pasito más caliente del reggaetón del que dicen cosas como "eso es sexo con ropa", más de uno caerá de espaldas cuando chequeen este baile llamado "La puñalada", afilado en las pistas de Jamaica. Una nueva coreografía combustible al compás del dancehall y en la senda de la lambada, el baile funk y el perreo (o el "perreo chacalonero", su versión cachivache). Explícito, atlético, sexual y hasta rídiculo, ha copado los clubes y bailes callejeros donde los DJs tiran pistas incendiarias desde sus soundsystems.
Con el cuchillo entre los dientes
En Jamaica, las radios tienen prohibido pasar Daggering o "La Puñalada", un ritmo que se baila en llamas.
Por Mariano Del Aguila
Si se ha armado algún escandalete por el perreo, el pasito más caliente del reggaetón del que dicen cosas como "eso es sexo con ropa", más de uno caerá de espaldas cuando chequeen este baile llamado "La puñalada", afilado en las pistas de Jamaica. Una nueva coreografía combustible al compás del dancehall y en la senda de la lambada, el baile funk y el perreo (o el "perreo chacalonero", su versión cachivache). Explícito, atlético, sexual y hasta rídiculo, ha copado los clubes y bailes callejeros donde los DJs tiran pistas incendiarias desde sus soundsystems.
Hace unas semanas, el organismo de radiodifusión de la isla decidió prohibir las canciones que hagan referencia al daggering y también ordenó sacar de la pantalla los videoclips. ¿Qué es? En la isla, "daggerin" es el slang que se usa para hablar de sexo fuerte, y también se refiere a bailar y girar en una manera agresiva.
Los temas que levantaron polvareda fueron Dagga Me Nuh (Queen Paula), Kill Her wid di Daggerin ( Natalie Storm) pero el que detonó la controversia es 100 Stabs (de Aidonia), que habla de "apuñalar" sexualmente a una mujer, cien veces en un minuto. Sí, suena a demasiado... Pero no es la primera vez que artistas de dancehall como Bennie Man, Vibz Cartel o Sizzla recibe críticas porque sus líricas son tildadas de machistas (y en ocasiones homofóbicas). También le ocurre al Soca caribeño, ese calipso más uptempo: que se ha vuelto repetitivo, en programaciones y en líricas (que sólo hablan del cuerpo de la mujer).
Hagamos un pantallazo (o mejor una pantallita) en YouTube: con la violenta intensidad del krumping y la hiper sensualidad del perreo, las parejas de bailarines coreografían sexo sin sábanas, por momentos al borde de la parodia del sexo y ¡hasta con utilería! Mientras se zamarrean, algún aliado acerca una silla o una escalerita para practicar el salto del tigre (chequear en YT el delirante Dagga Fi Di Gyal..., con DJ Skerrit Bwoy, en el club Xpose). En el caribeño Daggering, el hit comercial de Mr Vegas, sólo se lo baila en cámara lenta... . Finalmente, Bend Over, es un temazo de la dupla de productores RDX, que no para de generar remixes: el video original tiene intensidad & glamour caribeño.
"Si los niños se enteran de lo que 'daggerin' quiere decir, es que fuimos demasiado lejos", comentó el editor del Guyana Music Arts, un blog especializado en el género que, por supuesto, trasciende el Caribe. "Cuando Akon dice 'fuck you', nadie dice nada al respecto", escribe otro lector. "Puede ser brutal, pero aunque lo prohiban, la gente lo seguirá bailando", comenta Janiz, una chica que se prendió en las discusiones en foros de reggae.
Con la polémica y la prohibición vigente, el ritmo no para de difundirse. Ahora, los valientes (y los calientes) se ponen a entrenar y a practicar frente el espejo. ¿O en la cama?
Fuente de la nota y foto: http://www.si.clarin.com/2009/03/20/home/01880642.html
Versiones "light" (?) en:
Versión hard (cuidado almas sensibles):
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