Ya dije otras veces que las santerías –o botánicas como se las llama en Miami, Nueva York o Los Angeles- son una parada obligada en cualquier viaje que tenga la suerte de hacer.
Señalé que me encantan las múltiples maneras de representar a una misma deidad, o santo o Virgen, y la pacífica convivencia entre credos que se establece en ellas –aunque habrá que esperar alguna versión documental inspirada en Una Noche en el Museo o en Toy Story para saber la verdad…
Señalé que me encantan las múltiples maneras de representar a una misma deidad, o santo o Virgen, y la pacífica convivencia entre credos que se establece en ellas –aunque habrá que esperar alguna versión documental inspirada en Una Noche en el Museo o en Toy Story para saber la verdad…
Para el caso de santos católicos que se identifican con orixás, me gusta también ver los diferentes sincretismos que se establecen según las variantes religiosas o regiones geográficas. Abajo, un buen ejemplo de lo que digo: una imagen de Santa Bárbara que en la Regla de Ocha (Santería) se identifica con Changó –y no con Oia/Iansá como en el candomblé. La imagen revela el sincretismo: Santa Bárbara no está parada como en las imágenes católicas sino montando un caballo blanco; seguramente Esinlé, el caballo de Changó. No se encuentra una imagen así en las santerías eclesiales.
También me fascina cómo muchas son a la vez negocio de venta y también santuario. No es raro que tengan uno o varios altares en el mismo negocio. Que nunca se sabe si son para ayudar al éxito del emprendimiento comercial , a incentivar la piedad de quienes allí se acercan o el equivalente a la capillita privada. O las tres cosas al mismo tiempo, claro…
Ya en otra oportunidad hice en este blog una entrada sobre la botánica Aché-Elegua (ver abajo). Entre otras virtudes que ya ennumeré, tiene la ventaja de ser probablemente la más céntrica de Manhattan –o al menos, que yo conozca, claro. No hay que irse a Spanish Harlem; está allí nomás de Times Square en la Avenida 10 y la calle 51.
Ya en otra oportunidad hice en este blog una entrada sobre la botánica Aché-Elegua (ver abajo). Entre otras virtudes que ya ennumeré, tiene la ventaja de ser probablemente la más céntrica de Manhattan –o al menos, que yo conozca, claro. No hay que irse a Spanish Harlem; está allí nomás de Times Square en la Avenida 10 y la calle 51.
Aquella vez había subido fotos de la vidriera, donde tenían varios tronos (de orichas) de santería. Aquellos probablemente fueran de exhibición. También había un par de altares muy lindos adentro –diría que "verdaderos"- cuyas fotos no subí a internet porque no había pedido permiso para hacerlo. Como ésta vez sí lo hice, aquí van: uno de Yemayá y otro de Ochun ..
Además de los altares mayores y más obvios, digamos, siempre hay también otros arreglos, menores, que no necesariamente queda claro si son espacios de culto o apenas formas más atractivas de presentar las imágenes. Como la de este indio de Espiritismo:
Diría que por lo general la presencia de collares u objetos que adornan las imágenes (como la capa de San Lazaro abajo) son una buena señal que sus propósitos no son meramente decorativos o comerciales. Y el hecho de que se vendan o no, claro...
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