La revista Caras y Caretas que está en los kioscos actualmente trae una nota de tapa titulada "El Candombe Nacional: Historia del Carnaval Rioplatense".
Pese a lo que la ilustración y el título sugieren, sobre candombe hay poco, y nacional, menos aún.
Arriba, a la derecha, foto de un baile de carnaval organizado por el Shimmy Club en la Casa Suiza
¿Habrá que creerles a los uruguayos que afirman que cuando los argentinos llamamos a algo "rioplatense" es porque estamos tratando de "afanarlo"?
En este caso, y pensando mal -como siempre-, el tratamiento conjunto del carnaval porteño y montevideano (con referencias también al de Gualeguaychú) en una misma nota sugiere que la festividad local no reúne el interés suficiente para un público "ilustrado" de clase media y hay que recurrir al de la Banda Oriental del Plata para justificarla.
En mi caso, reconozco que soy guilty as charged. Las murgas montevideanas despiertan mi interés de una manera que las locales aún no han podido. Y el candombe de origen uruguayo (ya sea ejecutado allá, o mejor, en Buenos Aires) tiene sin duda un lugar importante en este blog. No soy el único, a juzgar por el éxito de las murgas uruguayas cuando vienen aquí a presentarse en teatros -ante un público que excede a los inmigrantes orientales en nuestra ciudad. Difícilmente una murga local se presente en el ND/Ateneo, como lo ha hecho la Falta y Resto, por dar sólo un ejemplo.
¿No hubiera sido mejor (y más difícil, claro) hacer dos notas, una sobre el carnaval local y otra sobre el montevideano? Es verdad que todavía nos faltan (más) estudios históricos sobre el carnaval nacional. No es que no haya algunos trabajos, y muy buenos, pero como para el caso de la cultura popular en general, necesitamos todavía más y, especialmente, que sean publicados en libros que excedan el circuito académico más restringido.
La nota tiene un carácter algo general -quien tenga alguna idea del tema difícilmente encuentre algo nuevo- y dedica bastante más atención al carnaval montevideano que al porteño -de ahí que el título de la portada resulte algo engañoso. Hay testimonios de varios directores de murgas, y notas de opinión de Pablo Alabarces, Daniel Schávelzon, Dora Barrancos, Raúl Castro (de Falta y Resto) y Teresa Parodi. La inexplicable ausencia de la antropóloga Alicia Martín, nuestra mayor especialista en murgas argentinas, delata la -digamos- indiferencia hacia la producción carnavalera local.
Desde el punto de vista de este blog, no puedo dejar de destacar la interesante presencia de la cultura afro en la nota. Desde la columna de Schávelzon, que en su título señala que "el carnaval es negro" hasta las numerosas fotos y dibujos de candomberos.
Mayormente uruguayos, claro, pero hay dos excepciones interesantes: la foto de los bailes de carnaval en el Shimmy Club y, sobre todo, la espléndida tapa de Caras y Caretas de 1908 que muestra a un integrante afro-argentino de una comparsa local. Sus rasgos son algo simiescos, en concordancia con el tipo de ilustración caricaturesca de las portadas de C&C, y para este caso, probablemente también racista, pero no deja de ser un formidable testimonio de la presencia negra en esta fiesta.