jueves, 16 de agosto de 2012

Renzo Pi Hugarte (1934-2012)

Renzo durante el homenaje realizado en noviembre de 2011

"Tantas veces me mataron, tantas veces me morí  
sin embargo estoy aquí resucitando..."

Renzo casi nos había hecho creer que era inmortal.  Hasta que finalmente Ikú, la muerte yoruba, la de aquellas religiones que estudió, documentó y defendió hasta lo último, se lo llevó -en el día local de San La Muerte, nada menos.... Recuerdo al menos tres veces que lo dimos casi por muerto, y sin embargo él volvía, increíblemente repuesto y con la mente y el ingenio lúcidos, como siempre. Me acuerdo de un panel que organizamos para la Reunión de Antropología del Mercosur que se iba a realizar en Montevideo;  pocos meses antes un grave episodio de salud nos hizo temer por su ausencia - casi irreparablemente final- y sin embargo allí estuvo, físicamente algo frágil, pero para dar una charla absolutamente coherente sin mirar una sola vez un papel -aquella vez, miré los míos con algo de vergüenza. En noviembre pasado, lo mismo sucedió en nuestras Jornadas sobre Alternativas Religiosas en el Mercosur realizadas en Punta del Este. Se vino desde Montevideo, algo débil, pero para dar, de nuevo, una conferencia impecable -sin un papelito. Como una mínima acción de justicia pudimos hacerle, antes, un homenaje con todos los presentes reconociendo su aporte invaluable como uno de los miembros fundadores, y siempre uno de los más entusiastas defensores, de nuestra Asociación de Cientistas Sociales de la Religión en el Mercosur.

Renzo durante el homenaje realizado en las Jornadas sobre Alternativas Religiosas

 Con Renzo se fue no sólo el decano de los estudios de la antropología de la religión en Uruguay -que gracias a él nacieron plurales y pluralistas, mirando tanto a las religiones afro como a los evangélicos como a la iglesia católica- sino también un académico old-style, de saber enciclopédico, que parecía saber de todo y de todos. Un "gran contador de causos" como lo presentó alguna vez nuestro común amigo gaúcho, Ari Oro. Un gran contador de historias, de anécdotas. Parecía haber vivido cien vidas en vez de una, y conocido personas notables de todos los caminos de la vida: príncipes, mendigos -y académicos. Nada de la cultura (con c mayúscula y minúscula) le era ajeno.


Claro que su labor pionera y fundamental sobrepasa en mucho el campo de las religiones. Escribió también trabajos ya clásicos sobre pueblos originarios uruguayos (en una época que aún se los llamaba "indios"), sobre la inmigración y sobre varios otros temas. Fue un referente al interior y al exterior de la disciplina, frecuentemente consultado por los medios de comunicación. Su destacado rol en el desarrollo y consolidación de la antropología uruguaya -y en el lugar que ésta pudo ocupar en la sociedad- recién comienza a ser escrito....


Querido amigo, "Zé Pelintra uruguayo" (como lo llamó la mãe Susana de Andrade)
Te extrañaremos....

Una larga entrevista a Renzo -desmitificador y polémico- en: