lunes, 28 de abril de 2008
Sobre las danzas de orixás en el Batuque (I)
Sobre las danzas de orixás en el Batuque (II)
Como la belleza de la ceremonia está en esta sucesión de coreografías colectivas, es más difícil también , aún si se quisiera, trasladar esto a un escenario o a una clase de danza afro. Claro que con el conocimiento, la voluntad y el ingenio adecuado puede ser realizado, pero hasta ahora no ha sucedido.
Otra razón por la cual no es fácil o probable que esto suceda, es por el carácter intensamente sacro (si es que hay sacros que no lo son) de la ceremonia batuquera. Los orixás manifestados del Batuque son casi imposibles de filmar. Hay una fuerte prohibición al respecto que vale para todos, aún para los dueños de casa y otros religiosos invitados. En el candomblé también es difícil filmar los orixás, pero a la larga en algún templo lo permiten (especialmente fuera de Bahía) o quizás no pueden los extraños pero si los líderes del templo como recuerdo. En el batuque hay, además, un fuerte tabú acerca de hablar sobre la ocupación del orixá. Se supone que un hijo ni siquiera debe saber que entra en trance con orixá. Varios de los practicantes actuales no le encuentra mucho sentido a esta prohibición, pero aún así no es un tema que se trate livianamente, y por lo tanto, tampoco se filma ni se fotografían los orixás. Con algo más de veinte años de asistir a templos, sólo pude sacar una foto de una manifestación de orixá, y eso fue cuando recién empezaba mi investigación y no tenía muy en claro si la persona en cuestión había recibido o no un orixá (el trance era más suave del que estaba acostumbrado a ver en el candomblé bahiano). Como verán, las fotos que acompañan esta entrada sólo son de hijos antes de que llegaran los orixás. Una es de los comienzos de la balanza, cuando nadie todavía empezaba a entrar en trance. (Hay, sin embargo, una importante familia batuquera en Argentina que es menos reacia a las filmaciones y fotos pero ha sido objeto de fuerte crítica por sus pares).
Este fuerte cuidado por el registro fotográfico o fílmico del orixá, o aún de hablar sobre su manifestación, también hace que a un batuquero no le guste demasiado que sus orixás sean representados en escenarios o sus danzas utilizadas en shows folklóricos. Han habido templos que en reuniones públicas de religiosos han mostrado las danzas de los orixás ante una audiencia (religiosa) entusiasta. Pero seguían siendo performers religiosos frente a una audiencia religiosa. Como todo, el pasaje (o no) de una manifestación religiosa a una secular tiene sus costos. Para el candomblé, llevó a una revalorización de esta forma religiosa y su estética, pero a la vez ayudó a la mercantilización de sus símbolos y prácticas sagradas. El batuque no atravesó este proceso, pero el precio a pagar es su relativa invisibilización.
ACLARO: Mis reflexiones al respecto son altamente preliminares, mi conocimiento de las danzas específicas de los orixás batuqueros es apenas adecuado, sólo estoy “pensando en voz alta” en base a las fiestas que ví y en especial recientemente que le empecé a prestar más atención a este tema. Esta entrada seguramente sufrirá modificaciones a partir de comentarios y sugerencias de mis amigos religiosos.
Agradezco, de nuevo, la amistad y la buena voluntad y predisposición del babalorixá Alfredo de Ogún del Ilé Ogún-Iansá y de todos sus hijos de religión.