El suplemento de Educación del Clarín de ayer está
dedicado a "La riqueza de la diversidad". Como se puede apreciar en
la foto de la tapa, la bajada que resume el contenido de la nota afirma:
"La inmigración
plantea a la escuela el desafío de integrar a los alumnos de origen extranjero,
reconociendo y valorando sus culturas. Testimonios y estrategias de docentes
que le dan la bienvenida a la heterogeneidad y apuestan por una educación
intercultural."
Celebro sin duda la
temática, y el enfoque intercultural que se le pretende brindar. Me queda, sin
embargo, la siguiente duda: ¿la diversidad aparece tan sólo como efectos de la
inmigración? ¿Y la no menos importante diversidad interna de la Argentina, que
se traduce en distintos patrimonios culturales, religiones, historias
familiares y fenotipos de los alumnos?
La aún reciente -y de
nuevo, bienvenida- valoración de la multiculturalidad y el énfasis en la
interculturalidad parecen no haber socavado del todo la antigua narrativa
dominante de la nación argentina como homogénea, blanca, "de origen europeo",
católica, moderna.
La colisión de esta
antigua narrativa, y las más recientes que ven a la variedad no como una
amenaza sino como un valor parece haber dado lugar a esta combinación: "valoramos
la diversidad, pero creemos que esta siempre viene "de afuera"
".
El próximo paso, quizás
más dificil -que sin duda está siendo dado, pero lentamente- es el de aceptar
que "nosotros", desde hace
mucho, somos internamente diversos. No porque hay una generación de
argentinos que nacieron de padres bolivianos, paraguayos o peruanos -y en
breve, también africanos.
La diversidad está
desde el momento de nuestra incepción como nación: tan sólo hay que
reconocerla, conocerla, celebrarla.
El suplemento salió el
miércoles 17 de octubre de 2012. Por el momento, me parece que no está
disponible online.