martes, 3 de enero de 2012

Quieren demoler la Casa Suiza...



Somos, desgraciadamente, un país sin memoria. Tan ávidos por ser “modernos”, desechamos sin más todo lo que nos recuerde a nuestro pasado. El desprecio por la propia historia y, hay que reconocerlo, el afán de lucro, pueden más, aún en funcionarios u organismos gubernamentales que, como el Consejo Asesor en Asuntos Patrimoniales de la CABA, deberían ver más allá de lo inmediato y efímero. “Modernidad mata memoria” y “Billetera mata memoria” podrían resumir la situación. O como alguna vez dijo Juana Molina: “Después los argentinos van a Europa y dicen, “Paris, qué lindo París!”, claro, si no la hicieron mierda!”.

Esta vez le toca a un sitio privilegiado de la memoria afroporteña. La Casa Suiza (Rodríguez Peña 254, entre Sarmiento y Perón), donde durante muchos años funcionó el Shimmy Club, será demolida en  breve. Cualquiera que haya tenido contacto con afro-argentinos de una cierta edad –digamos- sabe de la importancia que tuvieron las fiestas del Shimmy en la Casa Suiza como forma de comunalización, de mantenimiento de una identidad colectiva y de socialización en formas musicales y dancísticas afro-argentinas, especialmente durante el período 1950-1970 –o quizás antes….
Aunque la Casa Suiza también sirvió de escenario a una cantidad de manifestaciones culturales de distintas tipo –como se señala en otra entrada- es probable que su importancia para los afroargentinos exceda aún la de la comunidad europea que le dio origen.


Por este motivo, la Asociación Misibamba llama a una movilización con el objetivo de  evitar la demolición del predio:

Amigas y Amigos  Afroargentinos  y todo aquel  que simpatice con nuestra causa o sea el reconocimiento   a la cultura afro en la historia de este país  y  a todos aquellos que hayan concurrido a la Casa Suiza  (Shimmy Club)  y recuerden  las noches de carnaval que hemos disfrutado en compañía de nuestro mayores.

 Les comunico que a la Casa Suiza  la van a demoler,  por  tal motivo la Asociación Misibamba los  convoca para reclamar que tal hecho no se realice.  La fecha  de la reunión  es el día 6 de enero  a las 17hs. En la calle Rodriguez Peña 254.
Si tienen algún tambor tráiganlo para que resuene el candombe porteño como en otras épocas. Cuando salíamos de la Suiza  y los hacíamos tronar por las calles porteñas.

María Elena Lamadrid (Presidenta)
Carlos César Lamadrid (Secretario)

Tomada del grupo yahoo  Esplendor Afro-Argentino de Pablo Cirio

Nota:



Quizás el amparo presentado el viernes 23 de diciembre por las seis principales ONG de defensa del patrimonio (que no fue apelado por el gobierno porteño) detenga la situación, al menos por un tiempo.
Ver:
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-184569-2012-01-02.html

De todas maneras estamos en la Argentina, y por lo tanto la situación sigue siendo incierta. 
Los mantendré al corriente, dentro de mis posibilidades, sobre lo que la Asociación Misibamba decida para el viernes.


Aún cuando, efectivamente, la demolición haya sido frenada, es importante tomar conciencia de la posiblidad y del valor cultural y arquitectónico del predio.


Agradezco a Paula Churquino del grupo yahoo Esplendor Afro-Argentino

Sobre la Casa Suiza:

Foto: Página 12

De una nota de Sergio Kiernan en el suplemento M2 de Página 12:
"La Casa Suiza está en pleno centro y tiene un bello cartelón Art Déco grabado en la entrada de su lote doble ancho de Rodríguez Peña al 200. En sus tiempos, bajo el cartelón –“Casa Suiza, Sociedad Filantrópica Suiza”– circulaba mucha gente, porque la entrada sigue en un enorme pasillo que asciende gradualmente a una sala teatral, muy usada por rockeros y teatreros diversos hace algunas décadas. El lugar hasta fue escondite de algunas Madres de Plaza de Mayo, que se refugiaron en su sótano durante tres días para escaparles a los militares.
La Sociedad Filantrópica es de las más viejas instituciones inmigrantes de Argentina. Fue fundada en 1861, cuando ya había una comunidad en Buenos Aires y hasta en el interior, increíblemente para nosotros con problemas económicos y sociales. Para 1891, el país y sus suizos habían prosperado y la Sociedad compraba el terreno en la calle Rodríguez Peña. En 1893 ponían la piedra fundamental de su sede, que quedaba abierta en 1895. En 1914, los suizos compraron el terreno lindero, en el 240 de Rodríguez Peña, y hasta realizaron un concurso para construir una nueva sede. Lo ganó un arquitecto suizo-argentino de nombre Albertolli y es una pena que nunca se construyera su proyecto: era un edificio en la variante jugenstil del Art Nouveau y hoy sería una rareza porteña.

Imagen: Lenadro Teysseire - Pagína 12

La casa, como la vemos hoy, es resultado de la remodelación y ampliación de 1937, que terminó en dos sectores muy diferenciados. Por un lado está el frente Art Déco, bajo y largo, con la entrada y dos locales a los lados. Además del enorme hall hay unas pequeñas oficinas, la escalera al sótano, un bar y las puertas teatrales a la sala. Quien entre al salón ya estará en el edificio principal y más antiguo, que tiene dos pisos más con oficinas y salones. Este segundo edificio está a veinte metros de la vereda, con lo que resulta casi invisible desde la calle: sólo puede ser visto desde la terraza del largo pasillo o desde algún edificio de enfrente. Así se ve una fachada seca, con ventanas de medio punto."

Esta descripción está extraída de una nota del 2008:

Para una reseña más reciente sobre la demolición, y la inactividad -mejor, complicidad- del Consejo Asesor en Asuntos Patrimoniales de la CABA, ver:

Sobre el Shimmy Club...

Pelusa junto con el grupo La Familia en el Día de la Mujer Afrodescendiente 
Foto Dario La Vega

En una de las presentaciones del grupo musical afro-argentino La Familia, la cantante/bailarina/actriz afro-argentina Carmen "Pelusa" Yannone recordaba de la siguiente manera los bailes del Shimmy Club:
Les voy a contar algo, cuando yo era muy chiquita, mis padres me llevaban a un lugar que se llamaba la Casa Suiza, donde todos los afros tenían lugar para poder encontrase y bailar lo que sentían, sobre todo el candombe argentino, que nos habían dejado nuestro ancestros. Entonces, aprendimos, con Pocha. Mirábamos a nuestros padres, nuestros tíos, como bailaban el candombe, o sea, comenzaba el baile así, con el candombe,  y todos empezaban, sentados todos eh, cada cual en su mesa, cada familia en su mesa; “oh oh oh, guariló, guariló, oh oh”… Y así empezaba el baile, con ese, al toque del “guariló”, empezaba el baile, entonces, comenzábamos a bailar y claro, los chiquitos mirábamos lo que hacían los grandes. (…) Y nosotras (Pocha y Pelusa) sabíamos bailar no porque fuimos a aprender a algún lugar. Nos habían enseñado en la Casa Suiza, donde todos los negros viejos enseñaban a los chicos a tocar los tambores. No era una cuestión de: “vení, sentáte que te voy a enseñar”, no, era: “mirá y aprendé”. Era así: “mirá y aprendé”. Un buen día yo estaba en mi casa y me doy cuenta, yo siempre salía a bailar, pero me doy cuenta de que había aprendido a moverme. Claro, de tanto mirar, tantos años, tantos años, uno va aprendiendo.. (...) Realmente ahí se sabía bailar porque la gente que estaba ahí  esos negros hermosos, eran nuestra familia. Era tan lindo juntarse y ver todas esas familias negras, todos felices, que en medio de tambores y cantos pasaban ocho noches de carnaval en un a plenitud de gozo total ”. 
 (En el “Festival Argentina Negra” realizado en el Hotel Bauen, el  30 de mayo del 2009)