Michelle y Barack Obama, Dilma Rousseff y Abaporu -foto Clarín
Clarín, 25 de marzo de 2011
La obra que dio comienzo a una época
En 1928, la artista Tarsila Do Amaral quiso darle a su esposo como regalo de cumpleaños su última obra, Abaporu.
Le dio mucho más: él, el escritor Oswald de Andrade, formuló a partir de la pintura una teoría acerca del arte moderno brasileño. Y escribió el Manifiesto Antropófago, un texto que reelabora el concepto eurocéntrico y negativo de la antropofagia. Fue, también, un movimiento, basado en el cruce de las culturas indígena, portuguesa y africana que renovó el arte en Brasil. Antropofagia era, según de Andrade, la capacidad de asimilar de manera crítica elementos culturales de otras partes del mundo: una “modernidad primitiva”, donde lo primitivo no es exótico sino una nueva expresión moderna.
El Manifiesto Antropófago –hubo también un Club–, fue publicado por primera vez en la Revista de Antropofagia, fundada por de Andrade. “Como antropófagos, somos capaces de digerir las formas importadas para producir algo genuinamente nacional, sin caer en la antigua relación modelo/copia que dominó una parcela del arte del período colonial y académico de los siglos XIX y XX. Sólo interesa lo que no es mío. Ley del hombre. Ley del antropófago”, dice el Manifiesto.
El Manifiesto entero en. http://escholarship.bc.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1050&context=xul&sei-redir=1#search="manifiesto+antropofágico"