jueves, 19 de diciembre de 2013

Huellas (fugaces) de Candombe en Buenos Aires: El proceso de legitimación de las Llamadas de San Telmo (3)


Por Viviana Parody (entrada 3 de 3)

Narrando (el evento de) la 8va Llamada de San Telmo, entre las tensiones de dos jurisdicciones
Las cuatro de la tarde –hora de inicio de las Llamadas- encontraron a la Secretaría de Cultura iniciando los cortes de calles, que se vieron dificultados por la no presencia de gradas para las avenidas (como estaba pensado o solicitado), y las escasas vallas y personal disponible –tanto de la Secretaría como de las comparsas-. Aún así, gracias a los actores que día a día desde hace años protagonizan el crecimiento del candombe en Buenos Aires con su trabajo, y a la presencia física del Coordinador del Programa Afrodescendientes (presencia que se solicitó como responsable representante del Estado por parte de la Sria. de Cultura de la Presidencia de la Nación), los cortes pudieron en un 80% realizarse y la Llamada dio su inicio, quedando igualmente librada a grandes riesgos en los horarios en los cuales las avenidas resultan altamente transitadas. En este sentido, el desfile (al igual que otros años, y mas allá de quienes en cada oportunidad lo organizan) no tuvo en cuenta lo problemático del corte de la Calle Independencia, verdadera arteria de la Capital Federal donde dio inicio la Llamada que luego transitó por la Calle Defensa, hasta Parque Lezama (Defensa y Brasil), tal estaba estipulado. Los horarios picos de tránsito, sin embargo, dejaron a la luz las intenciones de cada uno de los actores para con el evento: algunos externos colaboraron, otros disfrutaron las dificultades observando con ironía, otros señalaron al agente estatal su error de escasa previsión, finalmente todos desfilaron y disfrutaron de los logros si obtenidos, para dejar para reuniones posteriores de comparsas la evaluación de estas dificultades de logística. Fue notorio como muchos grupos redoblaron su trabajo artístico este año, para cumplir con las expectativas en cuanto a la cantidad de tambores, personajes, fantasías –lucimiento que redundó en aplausos y reconocimiento por parte del público, presente sobre todo en horarios diurnos-. También fue notorio quienes dieron continuidad a diversos tipos de espectacularizaciones (por la cantidad de tambores y tamaño de loe elementos de fantasía, como estrellas lumínicas de grandes dimensiones), y quienes se esforzaron por nombrarse y/o definirse (portando estandartes y pasacalles en los que se definían como “Escuela de Candombe” y “Comparsa XX”, a la vez). Dos comparsas –una cercana la inicio, otra cercana al cierre- llevaron banderas o pasacalles en homenaje a Mandela (líder sudafricano recientemente fallecido). Otras “trajeron gente de Uruguay”, en muchos casos simplemente sus familias (ya que distribuidas a ambos lados del Río de la Plata, estas familias transnacionales salen en ambas Llamadas de nuestras capitales), o en otro caso singular a una renombrada vedette del candombe de carnaval afrouruguayo que no dejó dudas sobre la presencia que un cuerpo escénico puede generar a la hora de corresponder la mirada con el público, y dejar –por qué no también- “boquiabierto” al tránsito…



“La nota”, de todos modos, la dio la policía (una vez más). Existiendo las gestiones realizadas para el corte de calle Defensa –por parte de la Sria de Cultura de la Nación, en las comisarías correspondientes de San Telmo y Montserrat- a las 17hs se presentó un oficial de la Comisaría 2da (Montserrat) a realizar una (una mas entre miles) contravención por el corte de la Calle Independencia, que requería de un “permiso especial”. Tal detalle no menor, según se observó en las documentaciones, había sido informado a la Sria de Cultura de la Nación el día anterior. Sin embargo, es realmente de extrañar que algunos meses antes, en los Encuentros de Candombe(S), circulaba el comentario que “preveía la no realización de la Llamada de San Telmo de 2013, por falta de permisos para corte de calle”. Tal versión desmentida en su momento, tras lo cual las comparsas de “mas afuera” se comunicaron con las comparsas de Buenos Aires de manera directa para anotarse y participar, se confirmaba así en pleno inicio del desfile, que de todos modos siguió su curso –a cargo del Coordinador del Programa Afrodescendientes, que es quien se encargó de tales gestiones y respondió por las mismas-. Fue llamativo, como el oficial de la Comisaría 2da ante la duda de varios de los candomberos organizadores, “se defendió” aclarando que “al otro desfile hecho hace unas semanas en Montserrat tampoco se le otorgó el corte de las laterales”, para concluir diciendo que “nosotros en las internas de ustedes (los candomberos de Buenos Aires) no nos metemos igual”.
Esta anécdota, además de dejar pensando a más de uno acerca de como le es brindada a agentes externos tanta información referida a la propia “cocina” de las comparsas, nos es útil para entender la dinámica jurisdiccional que a las tensiones que se producen entre las “dos llamadas”  se agregaron en esta realización. La Comisaría 14 de San Telmo, mas “a mano” con el gobierno nacional – y “acostumbrada a los cortes en los varios de eventos que la Sria de Cultura de la Nación ha realizado en Parque Lezama” bajo el Programa Afrodescendientes o no- se dispuso con muchísimo gusto al corte de calle (o a la no obstaculización del mismo) que correspondía con su radio de influencia. En cambio, la Comisaría 2da –en mayor consonancia con el gobierno de la Ciudad, siendo un permiso gestionado por la Nación- irrumpió los cortes de las calles que estaban bajo su radio de influencia cada aproximadamente 2 hs u hora y media. La salida de la comparsa mas numerosa –maquillada de profundo azul- desplegada una hora antes sobre la calle Independencia con todos sus tambores y elementos (de gran tamaño), era “arremetida” por un momento por dos hileras de autos que, de no ser por los candomberos y “la organización estatal”, hubieran hecho sucumbir el evento.
Es loable decir que, habiendo estado establecido el horario de desfiles entre las 16 y las 22hs (23hs de cierre), y habiendo iniciado el mismo casi dos horas mas tarde por estas dificultades no previstas por el Estado, las comparsas salieron de continuado una tras otra, contando las primeras con mucho mas público que las últimas, y concluyeron el desfile no muy pasadas las 24hs.



La inmensa oscuridad con la que es tratado por el gobierno metropolitano el sector de la ciudad “circunscripto a la Nación” (desde San Juan y Defensa hasta Brasil y Defensa, esquina que se encuentra iluminada a pedido de los bares), y el descuido y abandono que padece Parque Lezama (imposibilitado de ser enrejado gracias a las acciones legales de los vecinos y amigos del Parque), hacen pensar que San Telmo es un espacio pensado para “ciudadanos de segunda”, propicio para actividades factibles de llevarse adelante únicamente de día. Siendo que “la Ciudad” (El Ministerio de Cultura porteño) durante siete años demostró no disponerse a apoyar las Llamadas de San Telmo (para las que se siguen pidiendo solo micros, agua, baños químicos, difusión), y a “la Nación” (Programa Afrodescendientes, Sria de Cultura de Presidencia) parece “volvérsele dificultoso” tal apoyo (sea mas por dificultades reales o por inexperiencia en las gestiones) , no es irracional pensar en dos posibilidades: organizar las Llamadas con el apoyo de la Ciudad en Montserrat (y cortes de calle de la Comisaría 2da), u organizar las Llamadas con el apoyo de la Nación en San Telmo (y cortes de la Comisaría 14, e iluminación “autogestiva” o gestionada por los candomberos JUNTO a la Asamblea de vecinos de Parque Lezama, que ciertamente, prospera al igual que la Asamblea de San Telmo desde la crisis de 2001). La realidad de los acontecimientos, es decir la realización de las dos Llamadas en correspondencia con los principios de estas divisiones de jurisdicción (una en 2 de Noviembre y en Montserrat organizada por el colectivo de candomberos Lindo Quilombo, con apoyo de ATE y CTA de la Calle Independencia; y otra el 7 de Diciembre en San Telmo organizada por las reuniones de comparsas de Buenos Aires) parecen corresponderse con ello. Claro que restaría apelar a un tercer principio, por vía del derecho, que es el de la jurisprudencia. Recordando el caso de Herrera 313 (reubicado tras un juicio al gobierno de la Ciudad), y recordando las gestiones de Kalakán Güé (la primer comparsa que desfiló desde Pasaje San Lorenzo hasta Plaza de Mayo, aunque en día domingo), parecería que un instrumento legal sería el próximo paso a conseguir para con el “intimar” al Estado a responder a los derechos culturales de estos sectores reunidos en torno del candombe, patrimonio inmaterial de la humanidad.



Estimando algunas conclusiones
Hasta aquí hemos intentado dar cuenta de la complejidad implícita en el proceso de legitimación de la práctica espectacularizada de candombe afrouruguayo en el casco histórico de la ciudad de Buenos Aires (“Las Llamadas de San Telmo”). En la sola realización de este evento convergen tensiones políticas entre dos jurisdicciones (“la Nación y la Ciudad”), en tanto ninguna de ellas termina de responsabilizarse por el acompañamiento que los ciudadanos (en este caso “candomberos”) solicitan para llevar adelante su derecho legítimo al uso del espacio público. Se observa también cómo, muy a pesar de ello, el candombe de estilo afrouruguayo (caracterizado por el uso del espacio público) en su formato de comparsas se multiplica, dando también lugar a nuevos formatos de gestión cultural y participación colectiva, y/o modos de “encuentro” y socialización relacionados al uso de los espacios verdes, u otras prácticas que dan lugar a resignificaciones locales de la expresión oriental.  Al margen de ello, centrándonos en su práctica urbana en la ciudad de Buenos Aires, se observan reclamos de los distintos actores, e intentos –muy trabajosos y arduos, pero que con el tiempo van generando lentamente avances- de alcanzar objetivos comunes, que por ahora no parecieran ir más allá de la realización de la emblemática Llamada en el casco histórico de la ciudad. En tales dinámicas de colectivización, los distintos sectores se ven obligados a formalizar sus prácticas de manera conjunta para poder viabilizar reclamos y/o llevar adelante gestiones en nombre propio (“organizar la llamada nosotros”), hecho que requiere precisamente de la construcción de un “nosotros” que comprende en el caso de la 8va Llamada de 2013 a sectores afrouruguayos y uruguayos de al menos dos a tres generaciones, sumados a algunos grupos o sectores de jóvenes argentinos dispuestos a la construcción conjunta y el respeto por los tiempos de apropiación de herramientas que necesitan los sectores históricamente subalternizados. En el contexto de la declaración del Día de las y los afroargentinos y la Cultura afro, algunas de las identidades “candomberas” previamente despolitizadas, despertaron “a la afrodescendencia”, dando cuenta de incipientes niveles de conciencia negra, no necesariamente acompañados en tiempo y forma ni por estrategias específicas correspondientes con el trabajo cultural ni con los estándares de ciudadanía diferenciada que se espera pueda apuntalar un Estado de reciente (pero creciente) énfasis multicultural. Así es que, en tanto se asiste a las divisiones del caso entre dirigentes afro a cargo de funciones estatales en Sria. De Cultura y Sria. De Derechos Humanos, (ambos alineados con el gobierno nacional), y a la vez a las divisiones usuales entre sectores políticos y jurisdicciones en contraposición (“ciudad vs Nación”), todo ello sumado a una diversidad de intenciones de los distintos actores “candomberos”, se estima como difícil el logro de los objetivos sino es por medio de la jurisprudencia (lograrlo por Ley). La sorpresa de la incipiente Ley que declara al 3 de Diciembre como “Día del candombe y la equidad étnica” en Ciudad de Buenos Aires (configurada a partir de iniciativas individuales no socializadas ni consensuadas con el colectivo de actores o con grupos de asesores) pudiera resultar un buen instrumento, si acaso se lo sabe usar, o revisar para su posterior promulgación y uso. Penosamente, no solo se usufructúa la fecha y el texto de la declaración uruguaya de 2006, sino que se pierde en esta Ley (a la vez que se gana) la posibilidad de conmemorar una fecha local entre las tantas que ya constituyen hitos el candombe afrouruguayo en suelo porteño (como el 13 de Diciembre, haciendo en 2013 los 15 años de realización de Kalakán Güé y su “Homenaje a la memoria”, y siendo un hecho que resalta los derechos culturales, la lucha contra la discriminación, y la problematización de la memoria).
Poniendo el acento en los actores (en los procesos de agencia, en las iniciativas que llevan adelante los mismos mucho más allá de las diferencias), podemos afirmar que solo el paso de tácticas a estrategias en el proceder podrá garantizar el logro de los objetivos comunes a mediano plazo, en un marco consciente y  creciente de formalización de las prácticas comunes a todos los sectores. Esto es, el derecho que deben poder conquistar todos los candomberos de reunirse en determinados espacios barriales, pudiendo reproducir el ritual de templado de tambores y de desfile sin la interrupción u obstaculización por parte de agentes policiales o por parte de un sector de la sociedad civil que ignora el valor cultural de esta expresión (“vecinos que hacen denuncias por el ruido”). A su vez, el derecho a utilizar el espacio céntrico reconocido internacionalmente por la presencia histórica de expresiones de origen afro, aún  se ve inhibido. Las Llamadas de San Telmo, a pesar de su 8vo año de desfile consecutivo, dejan a los candomberos (después de haber trabajado todo un año) la sensación de un mero paso fugaz que con su fin deja la duda de haber sido o bien a un sueño, o bien a una realidad. La falta de capitalización de las experiencias previas y de los instrumentos legales alcanzados, dada por los (no) usos de la memoria y por la escasa experiencia en la formalización de las prácticas, hace que este proceso se vuelva por momentos “repetitivo” (“estamos siempre en el mismo lugar y discutiendo lo mismo”) para los actores. Convengamos, igualmente, que básicamente en ello consiste “la trampa” multicultural.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Viviana:
Muy interesantes los artículos.
Me surge una inquietud, si la respuesta ya está dada en el escrito, disculpas:

¿Cuál sería el estado ideal de legitimación para decir "llegamos"?

Juan Pablo.

Alejandro Frigerio dijo...

RESPUESTA DE VIVIANA PARODY:

Juan Pablo...

Entiendo en tu pregunta la siguiente apreciación: "las prácticas de candombe en Bs.As. gozan de la legitimidad que la gente le otorga, y de su propia buena salud...y crecimiento". Pues esto es cierto -tratándose de un sector de la población-, sin embargo se tienen aún dificultades -que en muchos casos datan de demasiadas décadas o de casi un siglo- para el uso del espacio público con tambores.... (no así con otros instrumentos percusivos de mismo nivel de decibeles, o de irrupción de las calles....)...
En el caso de este raconto (estas tres entradas no serían textos ni pretenden, deben tener incluso errores de redacción...), con "legitimación" me refiero no solo a "reconocimiento" si no habilitaciones para el uso de este espacio de manera plena. Esto tiene una doble vía de construcción desde mi humilde opinión: "desde abajo" (la tarea de cada grupo que practica en cada barrio/plaza/espacio público que configura como propio; sumado a la concientización colectiva) y "desde arriba" (normativas que garanticen las pràcticas en los barrios, y en el caso de la Llamada de San TElmo su organización y realización con los recursos mínimos como micros y los mismos usos de los espacios que otros eventos). Para esto último, en el caso de Argentina, es evidentemente necesaria una cierta "presión" desde los grupos de candombe hacia el Estado, y un estratégico manejo que sepa conjugar el accionar posible de dos jurisdicciones en conflicto (Ciudad y Nación).
Un claro ejemplo de negación (porque la invisibilización se ha superado en gran medida), es que Programas nacionales como IGUALDAD CULTURAL incluyan -en mención a la diversidad cultural- repertorio o grupos musicales indígenas /originarios, y NADA relacionado a la cultura afro (como bien pueden ser para un evento masivo como el realizado el 21/12, los tambores de candombe y/o grupos de música afro afin). Es un país que en medio del discurso por "lo diverso", niega su "tercera raíz" (por sintetizar, apelo a tal concepto).
Siendo que, paralelamente, en estos días -por ejemplo´- se está finalmente demoliendo la Casa Suiza (espacio privilegiado de reunión de los afroargentinos hasta la dictadura, donde también se compartían toques de candombe y rumba de grupos afroamericanos allegados a la escena porteña), yo diría que hay dos "llegamos": 1) el ideal: "llegamos" a impedir que ocurran estas cosas/ "Llegamos" a lograr que se realicen las Llamadas usualmente, con la disposición del Estado y el trabajo conjunto con los actores (sean comparsas, u otro tipo de modo de participación); y 2) el paso previo indispensable para lo antedicho, que sería "llegamos a desarrollar estrategias para interpelar al Estado de manera mancomunada/conjunta entre todos los que hacemos crecer día a día el candombe en cada rincón, más allá de las diferencias o distintas maneras del hacer". Para ello, tal vez hay que entender primero que desde ya la PRESENCIA Y TRAYECTORIA de muchos grupos y actores del candombe ha sido indispensable para instalarlo en la vía pública (desde inmigrantes afrouruguayos en los `70 en plena dictadura, a todos los jóvenes que localizan en su barrio/plaza este hacer hoy), pero que no es suficiente para legitimar/garantizar/hacer uso de los derechos culturales.
De manera mas puntual, al menos: yo diría que hemos llegado a otro lugar el día que veamos logrado que los autos no se interpongan en la llamada a contramano de los tambores..... (como mínimo). Mientras tanto: estamos dando vueltas en busca de soluciones a las 4 a 5 horas que se solicitan para poder ejercer el derecho al uso de dicho espacio público que es DE TODOS...
(SIGUE EN OTRO COMENTARIO(

Alejandro Frigerio dijo...

(CONTINUA)
Existen, aunque construidos de manera individual y con algunas revisiones necesarias para que sean precisamente estratégicos, recursos /instrumentos como documentos/declaratorias, como la Declaratoria reciente del Día del Candombe en CABA (por el 3 de Diciembre, y no lamentablemente una fecha local que también existe en el desarrollo del candombe en Bs.As. -y en Diciembre-) (ver en este blog la declaración(. En los artículos de dicha declaración, el Estado (en este caso Ciudad de Bs.As.) reconoce (otorga legitimidad) a tal expresión, y de algún modo queda comprometido a su ciudado/impulso. Vale decir que estas estrategias (declaraciones de interés, y otros) ya existen en otros municipios donde las comparsas aledañas (cada una en su territorio) la han gestionado, aunque de por sí o en sí mismas no garantizan nada: son un instrumento para que -con el en mano- los candomberos puedan reclamar al Estado lo necesario para el uso del espacio público y el desarrollo del candombe ("Lo necesario" léase, al menos, el corte de calle, la difusión en el caso de Llamadas y de comparsas, y/u otros según las prácticas de cada grupo, ya que las mismas se ven ampliadas o no se limitan a Llamadas, pero aqui nos referíamos específicamente a las LLAMADAS DE SAN TELMO).
BSSSSS
Vivi.