jueves, 19 de julio de 2012

Afroargentinos: La inclusión subordinada..


En una clase sobre estereotipos, en el curso "Raza, Nación y Cultura en América Latina" que actualmente estoy dando en Flacso, una alumna tucumana trajo como ejemplo la  foto que reproduzco arriba -que había encontrado en el facebook del ente de Turismo de la provincia. Planteó si podía ser vista como un caso de visibilización o de estereotipación.
El ejemplo me trajo a la memoria una entrevista que tuve hace muchos años atrás con Enrique Nadal (padre de Fidel, y pionero del activismo afroargentino) en la que me manifestaba su preocupación por  cómo se realizaba la integración de varios de sus conocidos dentro de sus grupos de amigos: como "el negro" de la barra, que recibía continuas bromas por su condición fenotípica. Tenían amigos, pero debían aceptar esta "inclusión subordinada": el lugar que sus amistades "blancas" les otorgaban, por el cual nunca dejaban de ser alguien diferente, y de alguna manera, inferior. Nunca llegaban a ser una persona con los mismos derechos que los otros. Concientes de ésto, adoptaban algunas estrategias adaptativas: en ocasiones, ser los primeros en burlarse de su propia diferencia, en otras intentar disimularla (si era posible), en otras la hipercorrección para mostrar que (pese a todo) "tenían el alma blanca".  Probablemente fue a partir de allí que se me hizo evidente la necesidad de comprender mejor las distintas modalidades que adopta el "racismo cotidiano" argentino -con sus variaciones geográficas y temporales, siempre frecuentemente desestimadas aún por sus propias víctimas.
En este caso, creo que la propia foto no deja muchas dudas respecto de la duda planteada por mi alumna. Es caricaturizante hasta lo simiesco -una imagen tradicional en Argentina cuando de "negros"  se trata- y perpetúa el estereotipo -también común- de la mujer negra como cocinera o doméstica. La diferencia con los rasgos más naturalistas y no grotescos de los hombres (¿próceres?) blancos es marcada -y no permite argumentar que "es sólo un muñeco". Si alguien del gobierno de Tucumán tuvo la intención de visibilizar a la población afrodescendiente de la provincia, habría que avisarle que recurrir a las imágenes trilladas, estereotipadas y ofensivas que habitualmente se han empleado no es una buena idea.