por Luciana, abogada de COPADI (Colectivo para la Diversidad)
Marisol, mujer del candombe, enferma de SIDA, murió yendo a cobrar la última cuota del subsidio de mierda que el Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad le pagaba después del desalojo del Movimiento AfroCultural de la calle Herrera.
Sus hijas, mujeres del candombe, quedan solas con su madre ciega, mujer del candombe.
El INADI ordenó en diciembre al Ministerio de Desarrollo Social de la CABA que considerara especialmetne la vulnerabilidad de Marisol y su familia, pero el Ministerio se pasó al INADI por el culo, y veremos ahora si el INADI se pasa o no por el culo la muerte de Marisol.
A Marisol no la mató el sida, la mató el racismo de Estado. Su responsabilidad es directa. se avisó a la Ministra que Marisol estaba en una pésima situación que el desalojo empeoraría, se le ordenó que tomara medidas especiales. No hizo nada, la trató como a una persona a quien el desalojo no le causaba ningún daño adicional, como alguien que tenía todo a su favor para resolver su situación de vida por sí misma. Y así Marisol, que tuvo que irse a vivir a Solano y tuvo que dejar su tratamiento en el hospital de capital, cada mes llevaba y traía sus papeles, los de sus hijas, los de su madre, para poder pagar un alquiler y comer.
A esta mujer del candombe el Estado le robo su dignidad, y luego la mató.
No hay nada bonito ni femenino ni romántico en ello.
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