domingo, 8 de marzo de 2009

"El Yemanjá"

Ya toqué este tema un par de veces -a fines de enero...
No puedo evitar volver a hacerlo luego de ver la noticia -que reproduzco abajo- de la celebración "del Yemánjá" en la página del INADI -en la cual nombran a la ceremonia dos veces como "El Yemanjá" !!
No quiero repetirme (demasiado) pero si queremos "afianzar la pluralidad", no deberíamos aprender (y respetar) mínimamente cómo los propios practicantes de las religiones denominan a sus deidades y sus celebraciones?
Me da muchas ganas de ir a un miso y tomar un hostio.... y participar del peregrino Virgen Luján....
Qüis custodiet ipsos custodes?:
" Celebración del Yemanjá
En el marco del Foro de Diversidad Religiosa, el INADI participó de la ceremonia más importante de las religiones africanistas: El Yemanjá, que se realizó el 2 de febrero en el Complejo Costa Salguero (Ciudad de Buenos Aires). El Yemanjá se celebra similtáneamente en todo el mundo y consiste en una ofrenda de frutas y flores a Yemanjá: madre de los peces (en lengua yomba).
Con esta actividad el INADI buscó afianzar el pluralismo y la diversidad religiosa en el país así como reconocer el aporte histórico de las religiones diferentes a la hegemónica (hindúes, africanistas, de espiritualidad indígena y distintas líneas protestantes, etc) a la cultura argentina.Participaron líderes religiosos de distintas confesiones y cosmovisiones y representantes de distintas embajadas africanas y latinoamericanas. "
Fuente: http://www.inadi.gov.ar/newsletters/22_02_08___n__34_96.htm
(los énfasis son míos)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Alejandro, yo tampoco quiero ser reiterativo (tengo mejores y más creativas cosas que hacer que criticar al INADI), pero no la ignorancia que manifesta este ente no deja de ser asombrosa. En fin, es lo que hay, dirás, mejor que nada. La verdad que no sé. Si no fuera porque es un ente público y se vale del dinero de los ciudadanos, quizá sólo con tildarlo de inimputable bastaría, pero no es así, por lo que oportunamente debemos hacerle rendir cuenta de qué hace y porqué lo hace.

A fin de mes harán una clínica de música afroargentina, ¡qué buena oportunidad para que queden al descubierto! Por depronto, para alquilar balcones.

Atte. Pablo Cirio.

Alejandro Frigerio dijo...

Pablo:
Generalmente pienso que sí, que sobre temas relativos a la cultura afro, siempre despreciados e ignorados, es mejor hacer algo no del todo bien que no hacer nada, pero en este caso ya tengo mis dudas.
Ya van creo que dos años de esta gestión –que en un momento despertó expectativas por prestarle atención a temas generalmente ignorados, como los afrodescendientes y a las religiones de origen africano- pero poco de lo que hicieron sirvió para algo. Como dije en otra oportunidad, no creo que la promoción cultural sea la principal actividad a la que tiene que dedicarse un organismo contra la discriminación. Especialmente si esta actividad está realizada de manera zigzagueante, con poca gente idónea, y sobre todo sin buscar representatividad de las bases. Es más la gente que se peleó con el INADI que la que permanece allí. La acumulación de acciones y políticas anodinas - que en un principio podían atribuirse al poco conocimiento del tema- a esta altura ya llevan a dudar de la buena voluntad de quienes las formulan. Pero veremos a ver….

Anónimo dijo...

Hola de vuelta, me quedé pensando esto del "el Yenanyá" y puede ser más que una ocasional situación de incomprensión cultural.
La irresponsabilidad de saber cómo hablar y de qué estoy hablando puede derivar en la instalación de un nombre inexistente en el discurso de la gente, la cual, por ver que un ente oficial lo emplea, considera que es correcto y comience, así, con el tiempo, a hablarse del "el Yemanyá", como la cosa más correcta.

Algo parecido pasa con el candombe porteño, que Juan Carlos Cáceres caprichosamente bautizó "candombe guariló" en sus discos, sin el más mínimo asidero real, y hoy, las pocas personas que te podés topar que conocen la existencia de nuestro candombe te dicen, con total soltura y seguridad "ah, sí, candombe guariló".

Fieles al principio de no tratar de violentar la voluntad denominativa de los culturores respecto a sus prácticas puede entenderse la defensa que hago yo y Misibamba de la denominación "candombe porteño o argentino" en detrimento del invento de no sé quién de "música rioplatense", sin ningún asidero real.

Con impecable lucidez, Wittgenstein dijo "Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo". Con ello nos demuestra que los límites de los mundos del INADI y de Juan Cárlos Cáceres no son los nuestros. Afortunadamente.

Atte. Pablo Cirio