viernes, 17 de septiembre de 2010

Afrodescendientes en las noticias

Dos noticias de esta semana demuestran cómo individuos notoriamente afrodescendientes (ignoro sus propias autoidentificaciones) obtuvieron reconocimientos por sus contribuciones a nuestra sociedad.

Por un mensaje que envió Federico Pita, presidente del grupo Diáspora Africana de la Argentina (DIAFAR), me enteré de las actividades solidarias de Pedro Díaz, camillero del Hospital de Niños de Córdoba. Pedro, a quien llaman el "Negro Toby", es uno de los 12 finalistas del concurso "Abanderados de la Argentina Solidaria" -evento del que participaron más de 1000 postulantes de todo el país. Realiza viajes hacia zonas carenciadas del norte de Córdoba y Santiago del Estero llevando alimentos, muebles y ropa.
Federico y DIAFAR invitan a votarlo para que gane el certamen:
En un reportaje concedido al diario La Voz del Interior, se filtran algunos comentarios sobre sus experiencias, digamos, racializadas:
" -¿Por qué te dicen "Negro Toby"?
-Un patrón me puso ese sobrenombre por la película Raíces , en donde había un negro igual a mí.
-¿Fue hace mucho?
-Sí. Ese patrón me sacó de la calle. Mi papá me corrió de casa y fui a parar a la calle...(...)
-¿Cómo te hiciste conocido?
-Yo tenía un comedor en mi casa, donde comían 800 personas, y me lo encontré a M.P. en la calle. Yo iba en una moto y él en su camioneta; me le acerqué en un semáforo y salió corriendo porque tenía miedo de que lo asaltara. ¡Con esta cara, tenía razón en asustarse! (risas)."



Por otro mensaje, esta vez de Pablo Cirio en su grupo yahoo, supe que Florencia Szigeti, que pertenece a una de las familias -digamos tradicionales- afroargentinas (Montero) fue una de las galardonadas recientemente por la Fundación Konex. Este año la fundación premió a deportistas destacados y Florencia obtuvo el Diploma al Mérito en Natación. Según la información de la página, entre sus numerosos logros destacados figuran:
"Record Argentinos en 50, 100 y 200 mts. libre, record Sudamericano en 100 y 200 mts. libre, Campeona Sudamericana en 100 mts. libre en el Campeonato Sudamericano de Primera Categoría en 2000, subcampeona Panamericana en los 100 mts. libre en Santo Domingo en 2003. Finalista en el Mundial de Indianápolis en 2004."
Ya en una nota antigua realizada a los integrantes de Africa Vive en la revista Veintitrés María Stuivero, tía de Florencia, señalaba que: "mi sobrina integra el equipo argentino de natación. Vive y estudia en EEUU. Representa al país junto a José Meolans, pero nadie la conoce. Todos creen que es brasileña" ("Por la identidad", 23/5/2002). Algo de justicia, por fin...

Agradezco a Federico Pita y a Pablo Cirio por la información.

Pags web.
http://www.tobysolidario.com.ar
http://www.tobysolidario.com.ar/index.aspnCtLGIHML2ry16nqr64no1Cn2n61z74Cnt8AC9=&pag=2&publica=oblicua&consulta=2&seccion=noticias&Tid=uifkzrhzdt
(reportaje)

Szigeti en página de Fundación Konex
http://www2.fundacionkonex.org/b4264-florencia_szigeti

jueves, 16 de septiembre de 2010

Distopías raciales urbanas

Mientras tanto, en la realidad cotidiana, la revista Contraeditorial trae una interesante nota sobre cómo es ser "morocho" en la ciudad.


Sociedad- revista Contraeditorial, septiembre de 2010
Historias del país mestizo
Nosotros, los morochos
Se los invisibiliza y se los patea afuera por agresión directa o mediante el arte de la corrección política. No sólo que “no tienen voz”: no suele suceder que hablen en público de sí mismos como morochos. Aquí cuentan, en primera persona, cómo es eso de ser negros, de ser acusados por portación de rostro, de recibir cada día de la vida la mirada blanca, que también los constituye.
Por Nahuel Gallotta

La vez que Graciela –51 años, morocha clase baja que vive de una cooperativa de trabajo– se sintió más morocha fue en un bingo. Le ocurrió después de gritar “¡Línea!”, cuando en la mesa que compartía con mujeres clase media-alta le dijeron que había ganado sólo porque ese sería su único día de suerte en la vida.
–Fue buenísimo ganarles. Ellas se piensan que las morochas no tenemos derecho a ganar. Es ley que cuando ganás tenés que pagarle el cartón a la mesa. Y ellas te vienen con que “no necesito tu plata”.Eso dice Graciela, sentada en una casa humilde del barrio Gobernador Monteverde, Florencio Varela. Graciela dice también que el diario local las discrimina por cobrar un plan. Y que en el último tiempo surgieron algunos inconvenientes entre vecinos que cobran 800 pesos “por no hacer nada” contra los 1.400 de su sueldo por “cortar pastos”.
–Es loco que la misma gente que cobra menos que vos te discrimina. Ellas te dicen que quieren cobrar lo mismo. Es como que molesta el progreso de un morocho, por más que el que reclame sea de la misma clase social. Mientras ellas se liman las uñitas, yo estoy sacando el barro de las cuadras.


En la Argentina se dice que el gato que trae mala suerte es el negro, al que trabaja mucho se comenta que lo hace como un negro y los medios titulan notas con expresiones recurrentes como “el pasado negro u oscuro” de alguien. Se sabe: ciertos modos de la delincuencia aparecen vinculados con el nivel de pigmentos en piel. Pero cuando se trata del robo a un banco hecho de una manera elegante, o cuando es mucho el dinero afanado mediante ardides ingeniosos, se habla de “ladrones de guante blanco”. Lo que casi nunca aparece en las pantallas televisivas del país son rostros de actores, políticos, conductores de televisión o modelos que pinten morochos. Sin embargo, la vez que Cristian se sintió más morocho fue actuando. Su padre ofrece a las productoras de cine y televisión gente con portación de cara para hacer papeles de marginales, piqueteros, cartoneros, delincuentes. Estaba contratado en una película para hacer del ladrón que robaría una estación de servicio. Durante la escena llegó un patrullero. Antes que pudiera comenzar el rodaje los vecinos habían llamado al 911 para denunciar que había dos morochos en evidente actitud sospechosa.
No trotarás por San Telmo
La vez que Julio se sintió nítidamente morocho fue de noche, en una plaza de San Telmo. Corría y notó que una señora, por sólo verlo, se cruzó de vereda. Julio tiene 30 años y es de la villa 21, el asentamiento de Barracas en el que se crió y vivió hasta que hace algunos años se mudó a San Telmo. Dice que además de ser morocho, la cicatriz que tiene en la cara, altura cachete derecho, se la hace más difícil por más que esté orgulloso de ser morocho. Aunque aclara: está el negro-negro, y está el que es marrón. Él vendría a ser, siguiendo sus clasificaciones, negro-negro.

–Tenemos como un swing que el blanco no tiene. Bailamos mejor, somos como más dados, y la mujer es como que busca otra cosa con nosotros, como que piensa que somos más machos. Vendría a ser que el blanco es el arquitecto y el morocho el obrero. Yo lo noto mucho: tienen fantasías con un morocho.
José hoy vive por el centro, cruzando Rivadavia, barrio de Monserrat. Pero siempre habitó en Florencio Varela, en el segundo cordón del conurbano bonaerense, zona sur-sur.
–Yo tengo un problema y es que me siento discriminado por el color de mi piel, me ando cuidando mucho de cómo hablo, estoy muy a la expectativa de cómo manejarme con otras personas.
–Te discriminás solo...
–Sí, sería algo así, es algo mío. Yo debería ser más natural, como todas las personas. Es como que trato de no equivocarme nunca y me reprocho ser así.
–¿Pero qué? ¿Te hacen sentir cómo por ser morocho?
–Yo soy joyero, trabajo en la calle Libertad. Por cuestiones de trabajo a veces bajo a las corridas, con mi ropa de trabajo, y voy caminando para un lado y siempre noto que las señoras, y las minas jóvenes también, se agarran la cartera cuando les paso al lado. Si sos morocho conviene estar afeitado, bien peinado y con el pelo corto.
La vez que José se sintió más morocho fue hace seis o siete años, cuando se mudó a Monserrat, y empezó a notar que apenas lo veían los policías, debía sacar su documento y dar explicaciones sobre lo que estaba haciendo. Entonces creyó –o notó– que cambiar de look era lo más conveniente para caminar tranquilo. Fue una lección veloz: Monserrat no es Varela. Alquila la pieza con un compañero al que llama Polaco.
–La otra vez me cargó. Me dijo que yo tenía que dormir en la pieza de arriba porque yo soy el negro. Pero el negro de los dos es él, por más que sea rubio. Anda tomando cerveza todo el día.

(La nota completa, en la edición impresa)

*Nahuel Gallotta nació en 1985 y es periodista desde 2007. Cursó la Licenciatura en Periodismo en la Universidad del Salvador, además de talleres de crónica con Cristian Alarcón y Leila Guerriero. Publicó crónicas en distintos medios gráficos. Tiene en preparación su primer libro: Pueden esposarme las manos pero nunca las ideas, sobre la vida de Camilo Blajaquis, poeta de la villa Carlos Gardel que comenzó a leer y a escribir estando preso. Quizá por ser levemente morocho, reparte pizzas cinco noches a la semana.

Fuente: http://www.elargentino.com/nota-105800-medios-142-Nosotros-los-morochos.html

Agradezco a María Cecilia Galera

martes, 14 de septiembre de 2010

Utopías urbanas, utopías raciales....

Clasificados Clarín, 5 de septiembre de 2010

lunes, 13 de septiembre de 2010

sábado, 11 de septiembre de 2010

Y un día llegó Quilmes Stout....

Los publicistas de Quilmes son unos genios (maléficos).
Primero nos convencieron de que ese brebaje lavado era la cerveza argentina y ahora consiguen hacer un aviso en el que combinan prácticamente todas las imágenes (negativas) prevalecientes en el país acerca de los "negros", sin que nadie los acuse de racistas -o, como es una palabra fuerte, al menos de que su aviso es absolutamente políticamente incorrecto.

En primer lugar, no vale decir que sólo se intenta caracterizar a "una de las personalidades de la familia Quilmes". Son demasiadas las asociaciones respecto de los "negros" en Argentina que el aviso condensa. Varias o casi todas son de antigua data -diría que en su conjunto nos retrotraen al menos a comienzos del siglo XX.
En primer lugar se muestra al "negro" como un ser estrafalario, que se viste de manera casi rídicula y lleno de joyas. Tiene un peinado afro (blanco) gigante. Lo asocia con el café y el chocolate, dos productos que desde al menos cien años son asociados a -y frecuentemente publicitados con- "negros". Juega al ajedrez y le gana a un... mono!!! -otra asociación antigua y regular; baste recordar el apelativo de "macacos" con el que se suele hacer referencia -despectivamente- a los brasileños.
La (hiper)sexualidad del "negro" asoma en todo el aviso, y se refleja también en la voluptuosidad de la mujer/coneja/chocolate "negra" -sólo que aquí de manera pasiva, una muñeca sexual para el disfrute de los hombres.
La escena final resume las imágenes mostrando al "negro" con la muñeca negra de chocolate y el mono.
Resumiendo: los publicistas son unos genios (maléficos) porque, como en otras oportunidades, muestran su sintonía con el imaginario social argentino. Lástima que en este caso, reproducen, condensan y perpetúan parte de lo que tiene de peor.
(y anticipándome: las otras personalidades de Q (bock, red lager) no remiten a personajes de grupos étnicos y no utilizan las imágenes tradicionalmente asociadas a ellos, como en este caso)

lunes, 6 de septiembre de 2010

Los límites del multiculturalismo

Ayer, como muchos sabrán, se festejó el Dia del Inmigrante frente al Planetario, con la realizacióin de la feria de las colectividades. Distintos grupos folklóricos o musicales se presentaban en un escenario, mientras que en numerosos puestos se podían saborear comidas típicas. Tanto Clarín como La Nación dan cuenta del evento -supongo que también otros diarios, pero éstos son los que miré.
Un repaso de La Nación de hoy resulta particularmente interesante para comprender los límites de esta política multiculturalista "light" como alguna vez la definió la antropóloga Mónica Lacarrieu. Según mi comprensión de su argumento -que utilicé en varios trabajos- sería light porque se limitaría principalmente a la exhibición, en determinados momentos y lugares "autorizados", de la cultura de los distintos grupos migrantes, principalmente para su mercantilización y consumo por parte de sectores medios, sin mayor preocupación por la situación social de los individuos reales cuya cultura está siendo representada.

La cobertura de la festividad en La Nación (primera imagen), señala que:
"...más de 30.000 personas gozaron del baile y la música que regalaron 80 conjuntos de 60 colectividades con casi 1200 artistas en el parque Tres de Febrero, a la altura de la explanada del Planetario, en ocasión de un megafestival organizado por el gobierno porteño para festejar el Día del Inmigrante.
La fiesta de las colectividades, que se desarrolló desde las 11 hasta las 17, cerró a pura emoción con tango y folklore. En ella bailaron unas 60 parejas -cada bailarín de una colectividad diferente- y se entonó el Himno Nacional bajo una nube de papeles de colores que daban vida al mosaico.
"El festejo tuvo tres ejes: recordar a nuestros mayores y su esfuerzo; pensar qué somos hoy y en el valor de la diversidad, y honrar el sueño que tuvieron los inmigrantes de construir un país de paz y prosperidad", dijo a LA NACION el director general de Relaciones Institucionales del gobierno porteño, Claudio Avruj. "
Para los propósitos de este blog, salta a la vista -como argumentamos para los festejos del Bicentenario- que esta manera de celebrar la diversidad de la ciudad ("qué somos hoy" y cuáles son "nuestros mayores", según Avruj) deja fuera a los afrodescendientes y a los pueblos originarios.


Por otro lado, como muestran las imágenes 2 y 3 de esta entrada, la tapa del diario La Nación en que se reseñó (en una nota en la última página) esta festividad, junto con una "fiesta judía en el Soho", revela, en un artículo mucho mayor, la preocupación por que los extranjeros sean "mayoría en las villas y los planes sociales porteños" y relaciona este hecho con la "marginalidad en aumento".
O sea, los mismo peruanos, bolivianos y paraguayos que muestran "su cultura" en un contexto autorizado y celebrado son motivo de recelo por su presencia mayoritaria en las villas.
Hasta el momento en que escribo esta entrada, la nota sobre la presencia mayoritaria de extranjeros en las villlas había producido 1717 comentarios... imaginen de qué tenor...
Fuente diario La Nación:
(festejos) http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1301810
(villas) http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1301797
(comentarios de lectores) http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1301797#lectores