martes, 27 de septiembre de 2011

Y los afro-uruguayos?

Dije que no iba a postear ninguna entrada hasta que volviera al pais, pero me parecio muy interesante este envio que hizo Diego Cueto -a quien, claro, agradezco por ello. Muestra muy claramente qué internalizadas estan determinadas visiones del pais vecino, aún entre personas progresistas y sin duda bien intencionadas.

Foto: Alejandro Frigerio - Llamadas de Carnaval 2011, Montevideo


Comentario de Diego Cueto:
 Esto lo tome de un reportaje de Miradas al sur a Lucía Topolansky, senadora uruguaya y esposa de Pepe Mujica...me sorprende que no haga una sola mención al componente afro en la población de su pais...
"En el Uruguay barrieron con los pueblos originarios desde la conquista. No había desarrollos tan potentes como pudieron tener los incas y los aztecas. Lo poco que quedó fueron algunas palabras guaraníes: “uruguay”, por ejemplo. Nos importaron en bloque una cultura europea. Hay que reconquistar la unidad latinoamericana y su expresión cultural. Las cadenas internacionales de televisión, algunas muy famosas, visualizan la cultura autóctona originaria como algo curioso, como si estuviera en el Libro Guinness de los récords.
E.A.: –¿Tu apellido es de origen polaco?
L.T.: –Claro, una muestra más. Los que hoy habitamos estas tierras, aunque nos sintamos profundamente latinoamericanos, descendemos de los barcos: españoles, italianos y centroeuropeos, fundamentalmente. Se volvieron criollos pero quedaron esos trazos. Uruguay se estructuró muy despegado en lo cultural de los países de Latinoamérica por mucho tiempo. 


lunes, 19 de septiembre de 2011

De viaje....


Me ausentaré por dos semanas, motivo por el cual no creo que haya entradas hasta los primeros dias de octubre -salvo que algún tema me entusiasme mucho-..

sábado, 17 de septiembre de 2011

Ministra Afro-Peruana de Cultura

Esta me la había perdido: a fines de julio, el nuevo presidente peruano Ollanta Humala nombró como su Ministra de Cultura a la conocida cantante (afro)peruana Susana Baca.
Claro que algunos ya empezaron a quejarse porque saldrá de gira por unos días....


 (doble click en las imágenes para agrandarlas y leer la nota)

Fuente: Suplemento The New York Times en español, Clarín 17/9/2011


Comentarios a la ausencia de la Ministra:
http://www.larepublica.pe/13-09-2011/ministra-susana-baca-se-ausentara-del-pais-para-ofrecer-conciertos-en-europa

viernes, 16 de septiembre de 2011

Sobre integración, desintegración y exclusión...

A raíz de un comentario al pasar sobre el afiche, se fue armando un hilo de discusión que me parece interesante... Lo reproduzco aquí, para que no quede perdido entre material más antiguo. 
Los comentarios van de más nuevo -arriba- a más antiguo -abajo-.
Soy un ferviente defensor de las políticas afirmativas -aunque no de las exclusiones arbitrarias...




8- Comentario de Alejandro Frigerio.
El comentario de Viviana plantea al menos tres preguntas interesantes:
1- Convocando por "afrodescendencia", ¿es lícito excluir por fenotipo? 
2- ¿Quién puede reivindicar afrodescendencia, y quien puede "evaluarla"?
3- En un espacio que se consiguió a través de una lucha que no fue excluyente ni por fenotipo ni afrodescendencia, ¿es justo excluir ahora en base a ellos?
(tengo otras, claro...) :-)


7-Comentario de Viviana:
Hola!. (No se con quien converso porque firman anónimo.....pero "con todos" basicamente)
Coincido con Ale, pensemos además como sujeto colectivo, no se interprete como un señalamiento personal a nadie, sino a lo que TODOS vamos haciendo.
Una alegría que haya recursos hoy para concretar lo que soñábamos desde -por lo menos- el 2001. Los jóvenes ya son otros, pero ta...-
El encuentro fue en 3 espacios distintos (gol!). En los que estuve colaboré, aporté material o favorecí encuentros entre personas para los preparativos. Por hábito de ser sujeto crítico, y reflexionar constantemente lo que nos acontece, también observe (y registré modo y cantidad) de gente a la que se indicó "para vos no es" y quedaron fuera de debates, por fenotipo (CUAL PUERTA DE BOLICHE QUE "NO PASAS POR NEGRO", AHORA ERA "NO PASAS POR MARRONCITO, VOS MENOS QUE SOS BLANQUITO").Muchos de ellos, activistas de muchos años, lamenté que sus opiniones no pudieran habernos enriquecido porque no se los dejó participar por fenotipo (ni que hablar de gente que luchó para que el espacio de San Telmo hoy esté en pié: ahi no importaba color, ahora SI...).
¿Es necesario pasar por ésta etapa de "racismo invertido"?. NO: y tendrá costos no deseados.ES PRODUCTO DE LA PERMANENCIA DEL COLONIALISMO RACIALIZADO INTERNALIZADO EN TODOS LOS SECTORES, NO SOLO EN LA ELITE "BLANCA". Y TAMBIÉN del MULTICULTURALIMO ESENCIALIZADO, y DE HABER TRANSFORMADO A LAS POLITICAS AFIRMATIVAS EN OBJETIVO EN SI MISMO EN VEZ DE ENTENDERLAS COMO 1 ESTRATEGIA ENTRE MUCHAS. LAS OTRAS MUCHAS PERSPECTIVAS NO SE DIFUNDEN, LAMENTABLEMENTE (POR FALTA DE ESPIRITU IMPERIALISTA, ADEMAS DE POR FALTA DE RECURSOS), pero las hay y muy buenas.
 Brasil no es Cuba, Cuba no es Colombia, Colombia no es Uruguay, Uruguay no es Argentina. No se cuán claro está, porque en todos esos países tengo filmados/asistidos talleres de salud reproductiva "con enfoque étnico-racial", y son básicamente UN GUION construído por la agenda negra global, INVISIBILIZANDO LA DIVERSIDAD DENTRO DEL MISMO MOVIMIENTO NEGRO.Idem, con los talleres de identidad étnica que relatan un Africa romántica, con datos erróneos además, con modalidad de exposición de conversión religiosa, sin instalar de una vez que "la IDEOLOGÍA de la blanquedad" (si es que se quiere seguir en ´terminos cromáticos) no distingue raza: hay elites negras en Africa también, siempre las hubo,y sin ellas ni hoy ni en 1400 ni en el siglo XII se hubiera perpetrado el esclavismo. 
 Pero al menos el afiche reflejaba un ideal. Mientras lo tengamos en mente, todas las cosas lindisimas que acontecieron seguirán creciendo.
 Rescato la postura del interior...
besos.

6- Comentario de Alejandro Frigerio:
Estimado: Antes que nada, sólo puedo hablar por mí mismo.
Es una política del blog no dar nombres específicos sino, como mucho, diagnósticos. De lo contrario se transforma en un pu…. contra éste, aquel o aquella, y eso no le sirve a nadie. O sea que aún si Vivi da nombres, no aparecerán acá, porque los nombres no son lo importante, sino los procesos y cómo se van dando.
Sí me interesa apuntar a problemas, eventualmente situaciones con las que puedo no estar de acuerdo – sabiendo que soy apenas alguien que tiene algo para decir, ni mas ni menos, con algo de camino transitado y años en el tema-. 
Como sociólogo, en los análisis no importan las personas sino lasvariables. Intento explicar disputas en base a variables como nacionalidad, género, diferencia fenotípicas, clase social, etc. Sino, es sólo Juanito dice contra Pepito dice -no me interesa.
No dije nada sobre el encuentro porque no estuve. 
Apenas resalté que me pareció buena idea lo del afiche, y por eso lo puse en mi blog –además de porque se hacía en lo del Movimiento Afrocultural, personas a quienes aprecio y a quienes conozco desde hace años. Sólo por eso. 
Mi comentario sobre la unidad sólo viene a que, en mi experiencia local de casi veinte años con el tema de la militancia negra o afrodescendiente, todos los eventos de unión eran A+B+C, dejando afuera a D, E, F. A veces por culpa de los primeros, a veces por culpa de los segundos. Lo que se hace cada vez, para mostrar que es un evento de unidad, es negar la existencia de D-E-F o ponerlos en el lugar de los “malos”. En este evento de unión estamos los buenos, afuera están los malos, o no hay nadie. Como, cada vez, quiénes participan y quiénes no, cambia, la experiencia demuestra que el camino de unidad es un camino largo y, si uno toma en cuenta la historia de los movimientos sociales, imposible. Lo que no quiere decir que no se puedan lograr cosas importantes, de todas maneras. Sólo que (casi) nunca es “con todos”.
Celebro, de nuevo, el reconocer que “afrodescendientes” implica, en todos lados pero aún más en Argentina, un amplio espectro de diferencias fenotípicas. El problema que esto trae, sin embargo, y que no es menor, es entonces el de definir la población “target” de políticas afirmativas. Personas fenotípicamente “negras”? Individuos que se reconocen como afrodescendientes sin importar cómo luzcan? Quién tiene el derecho a identificarse como afrodescendiente? Quíen se lo reconoce? Nada nuevo, que no haya pasado antes en otros países. Pero hay características locales que deben ser tomadas en cuenta. Esto no es Brasil ni Uruguay.

5- Comentario de Anónimo2:
Hola, mucho gusto. Siempre miro el blog para formarme e informarme, es muy interesante y útil para hacerme nuevas preguntas. te felicito Alejandro y te agradezco.
Pero en este caso particular Como joven afro que concurrió al encuentro puedo decir que estuvo muy bueno y que sirve para crecer en lo personal y en nuestras organizaciones. Por los comentarios que leo creo que tal vez el encuentro no está a la altura de lo que se pretende o de lo que deberia ser, pero no termino de entender por qué. Vivi y Alejandro , podrán ser más directos? Por lo que leo creo que hay información importante que no manejo:¿Cuales son las cosas que hace tener presupuesto que nos sorprenderían?¿Quienes son los que tienen poca voluntad de sumar a los que piensan distinto? Me parece justo que aclaren, parece que están hablando de cosas importantes, de información que es importante que circule, sino es un díalogo interno entre ustedes. Espero ser bien entendido. Abrazo

4- Comentario de Alejandro Frigerio:
Racialización va a -y tiene que- haber, de lo contrario no podes tener un movimiento de reivindicación (étnico-)racial en un país en el que se supone esto no es un tema de discriminación. La propia utilización del término "afrodescendientes" debería indicar alguna sensibilidad a la variedad cromática o fenotípica que conlleva. Van a haber una cantidad de afrodescendientes argentinos de varias generaciones que no van a ser tan fenotípicamente "negros" como los llegados de otros países (o sus hijos afroargentinos)que precisarán ser incluídos, de lo contrario cualquier "política pública" será un chiste. Pero es un problema general de las políticas afirmativas: cual es el límite fenotípico que asegura o garante haber sufrido discriminación en virtud del mismo? No va a ser fácil, y con la poca voluntad de sumar a los que piensan distinto, vamos mal...

3- Comentario de Viviana:
Adherí fuertemente a lo mismo (contenido del afiche) y además a la estética general del mismo. Pero puedo asegurar que nada está teniendo que ver con la realidad de las producciones afirmativas locales activísticas... 
Esperemos se entienda que la realidad nuestra particular -y de lucha- siempre ha sido esa...ya que además difícilmente haya de dónde sostener lo contrario, aunque se sorprenderían de ver lo que hace el solo "tener presupuesto".
"Dios nos ampare" (Obama no lo hizo, Evo nose...) de cualquier cosa que no apunte a ver esa imagen hecha realidad, o de que después de la foto le expresen a las manos blanquitas que "ya pueden retirarse: era para la foto nomás..."
Me temo que la hiper-racialización llegó para quedarse...ojalá me equivoque...

2- Comentario de Alejandro Frigerio:
Si, gracias por decirlo. Había pensado poner algo sobre eso, pero como estoy con poquisimo tiempo hasta programé estas entradas hace unos dias... Pero sí me parece una buena idea lo del afiche porque describe bastante bien la situación local. Un tema que nadie suele tocar pero que amerita reflexiones de estudiosos y militantes -y de cualquiera que le interese el tema, claro... Abrazo!

1- Comentario de Anónimo1:
Que buena idea la del matiz en el color de las manos. No por integracionismo, sino por reflejo de lo que es. 
(Como me gustaría arrimar una foto de un blanco pelirrojo que una vez conocí, que me mostró una foto de su abuelo, negro de toda negritud, perteneciente al tronco colonial).

lunes, 12 de septiembre de 2011

Prison = Slavery

Foto: Stefanie Kapra

Me encanta el artista (urbano, callejero, graffitero) inglés Banksy.  Va por todas partes del mundo dejando sus obras en las paredes, nadie le conoce la cara y ya tiene una guía de sus graffitis en Londres –para hacer un tour por sus obras en toda la ciudad. La última vez que estuve allí casi lo hago, prometí que sería la próxima (God(s) willing…). Y tiene muchos otros libros más, claro…


Cuando vi esta foto sobre un trabajo suyo en Nueva Orleáns (post-Katrina) me pregunté si el graffiti estaba antes y le motivó el Abe Lincoln o si formaba parte integral de la obra. 
El jail = slavery me trajo inmediatamente a la cabeza todas las letras de gangster rap norteamericano (el conciente, tipo Ice Cube, mas que el bangui-bangui fanfarrón de muchos otros) que hablan de las altas posibilidades de terminar en la carcel si se es negro, joven y pobre (dicen Black, no afrodescendant…).
El propio Obama (2007) dijo que había más jóvenes negros en la cárcel que en colleges o universidades. Después algún fact-finder se fijó en las estadísticas y dijo que no era cierto. Después el candidato Obama se volvió el presidente Obama y ya todos sabemos…
Sin embargo, es cierto que 1 de cada 3 varones negros norteamericanos que nacieron en 2001 pasarán algún tiempo en prisión a lo largo de su vida (para los blancos el porcentaje es del 6 por ciento).
Una serie de cuadros estadísticos provistos por la Kaiser Family Foundation muestra las groseras desigualdades raciales que persisten en Norteamérica –nada que quien haya visto alguna película dirigida por cineastas afro-norteamericanos no sepa....

 Porcentaje de hombres jóvenes (16-29 años) desempleados, según raza/etnicidad

  Porcentaje de hombres jóvenes (18-29 años) en la cárcel, según raza/etnicidad

Muertes por homicidio e HIV, por raza/etnicidad

Fuente de la foto de Banksy:

Banksy en Buenos Aires (ya que estamos...)

Chacabuco al 1300

(En realidad no, se supone que es alguien que homenajeó a Banksy reproduciendo algunos de sus stencils más conocidos en una casa abandonada... pero me gusta, de todas maneras...)

domingo, 11 de septiembre de 2011

Preocupado ....


Por favor cuando haga lo siguiente, de manera reiterada, sáquenme de mi miseria.

Cuando:
1-     Acuse a todos los investigadores de temas afro-argentinos o afro-americanos –o a quien tenga el atrevimiento de opinar sobre el tema- de dar determinado hecho histórico por verdadero
      - (sin decir quiénes o cuándo hicieron estas afirmaciones)
          -  (y, especialmente, cuando no sea algo que generalmente se diga o haga)
2-   Y luego encuentre alguna fuente histórica o establezca de alguna manera (incluso espuria) que “eso” que “se dice” nunca fue realmente cierto
3-     Y entonces, triunfante, “acuse” a todos “mis colegas” de ser chantas, descuidados, mal informados..
4-     Sólo para hacerme quedar a mí como el mejor, cómo el más serio, el más …..
 Ese dia, por favor, sáquenme de mi miseria….

O, también:
Cuando crea que soy la única persona que puede hablar sobre determinado tema y que cualquier otro que opine es un chanta, no tiene derecho a hacerlo, está mal informado, tiene malas intenciones, sólo quiere comerciar con el tema, etc… 
Ahí también, por favor, sáquenme de mi miseria

Entendamos:
Una cosa es intentar presentar una perspectiva crítica sobre determinados temas, con un mínimo de respeto por el mundo.
Otra, pensar que el conocimiento (real o imaginado) hace a alguien moralmente superior al resto de las personas.
El día que no pueda distinguir entre ambas cosas, por favor,
sáquenme de mi miseria 

Comentarios...


Agrego los comentarios en el cuerpo del blog, porque me parece que ayudan a profundizar en lo que el afiche sugiere...

Comentario de Anónimo1:
Que buena idea la del matiz en el color de las manos. No por integracionismo, sino por reflejo de lo que es. 

(Como me gustaría arrimar una foto de un blanco pelirrojo que una vez conocí, que me mostró una foto de su abuelo, negro de toda negritud, perteneciente al tronco colonial).

Comentario de Alejandro Frigerio:
Si, gracias por decirlo. Había pensado poner algo sobre eso, pero como estoy con poquisimo tiempo hasta programé estas entradas hace unos dias... Pero sí me parece una buena idea lo del afiche porque describe bastante bien la situación local. Un tema que nadie suele tocar pero que amerita reflexiones de estudiosos y militantes -y de cualquiera que le interese el tema, claro... Abrazo!

Comentario de Viviana:
Adherí fuertemente a lo mismo (contenido del afiche) y además a la estética general del mismo. Pero puedo asegurar que nada está teniendo que ver con la realidad de las producciones afirmativas locales activísticas... 

Esperemos se entienda que la realidad nuestra particular -y de lucha- siempre ha sido esa...ya que además difícilmente haya de dónde sostener lo contrario, aunque se sorprenderían de ver lo que hace el solo "tener presupuesto".
"Dios nos ampare" (Obama no lo hizo, Evo nose...) de cualquier cosa que no apunte a ver esa imagen hecha realidad, o de que después de la foto le expresen a las manos blanquitas que "ya pueden retirarse: era para la foto nomás..."
Me temo que la hiper-racialización llegó para quedarse...ojalá me equivoque...


Comentario de Alejandro Frigerio:
Racialización va a -y tiene que- haber, de lo contrario no podes tener un movimiento de reivindicación (étnico-)racial en un país en el que se supone esto no es un tema de discriminación. La propia utilización del término "afrodescendientes" debería indicar alguna sensibilidad a la variedad cromática o fenotípica que conlleva. Van a haber una cantidad de afrodescendientes argentinos de varias generaciones que no van a ser tan fenotípicamente "negros" como los llegados de otros países (o sus hijos afroargentinos)que precisarán ser incluídos, de lo contrario cualquier "política pública" será un chiste. Pero es un problema general de las políticas afirmativas: cual es el límite fenotípico que asegura o garante haber sufrido discriminación en virtud del mismo? No va a ser fácil, y con la poca voluntad de sumar a los que piensan distinto, vamos mal...



Comentario de Anónimo2:
Hola, mucho gusto. Siempre miro el blog para formarme e informarme, es muy interesante y útil para hacerme nuevas preguntas. te felicito Alejandro y te agradezco.
Pero en este caso particular Como joven afro que concurrió al encuentro puedo decir que estuvo muy bueno y que sirve para crecer en lo personal y en nuestras organizaciones. Por los comentarios que leo creo que tal vez el encuentro no está a la altura de lo que se pretende o de lo que deberia ser, pero no termino de entender por qué. Vivi y Alejandro , podrán ser más directos? Por lo que leo creo que hay información importante que no manejo:¿Cuales son las cosas que hace tener presupuesto que nos sorprenderían?¿Quienes son los que tienen poca voluntad de sumar a los que piensan distinto? Me parece justo que aclaren, parece que están hablando de cosas importantes, de información que es importante que circule, sino es un díalogo interno entre ustedes. Espero ser bien entendido. Abrazo


Comentario de Alejandro Frigerio:
Estimado: Antes que nada, sólo puedo hablar por mí mismo.
Es una política del blog no dar nombres específicos sino, como mucho, diagnósticos. De lo contrario se transforma en un pu…. contra éste, aquel o aquella, y eso no le sirve a nadie. O sea que aún si Vivi da nombres, no aparecerán acá, porque los nombres no son lo importante, sino los procesos y cómo se van dando.
Sí me interesa apuntar a problemas, eventualmente situaciones con las que puedo no estar de acuerdo – sabiendo que soy apenas alguien que tiene algo para decir, ni mas ni menos, con algo de camino transitado y años en el tema-. 
Como sociólogo, en los análisis no importan las personas sino las variables. Intento explicar disputas en base a variables como nacionalidad, género, diferencia fenotípicas, clase social, etc. Sino, es sólo Juanito dice contra Pepito dice -no me interesa.
No dije nada sobre el encuentro porque no estuve
Apenas resalté que me pareció buena idea lo del afiche, y por eso lo puse en mi blog –además de porque se hacía en lo del Movimiento Afrocultural, personas a quienes aprecio y a quienes conozco desde hace años. Sólo por eso. 
Mi comentario sobre la unidad sólo viene a que, en mi experiencia local de casi veinte años con el tema de la militancia negra o afrodescendiente, todos los eventos de unión eran A+B+C, dejando afuera a D, E, F. A veces por culpa de los primeros, a veces por culpa de los segundos. Lo que se hace cada vez, para mostrar que es un evento de unidad, es negar la existencia de D-E-F o ponerlos en el lugar de los “malos”. En este evento de unión estamos los buenos, afuera están los malos, o no hay nadie. Como, cada vez, quiénes participan y quiénes no, cambia, la experiencia demuestra que el camino de unidad es un camino largo y, si uno toma en cuenta la historia de los movimientos sociales, imposible. Lo que no quiere decir que no se puedan lograr cosas importantes, de todas maneras. Sólo que (casi) nunca es “con todos”.
Celebro, de nuevo, el reconocer que “afrodescendientes” implica, en todos lados pero aún más en Argentina, un amplio espectro de diferencias fenotípicas. El problema que esto trae, sin embargo, y que no es menor, es entonces el de definir la población “target” de políticas afirmativas. Personas fenotípicamente “negras”? Individuos que se reconocen como afrodescendientes sin importar cómo luzcan? Quién tiene el derecho a identificarse como afrodescendiente? Quíen se lo reconoce? Nada nuevo, que no haya pasado antes en otros países. Pero hay características locales que deben ser tomadas en cuenta. Esto no es Brasil ni Uruguay.

lunes, 5 de septiembre de 2011

De dónde venimos (2) -atenti a los números ...


La nota de La Nación del domingo (ver abajo) es sumamente informativa –y, en general, explica bastante bien el tema de los marcadores genéticos. (dejemos el “suerte negra” de lado, claro..)
Ahora, hay una información que no queda del todo aclarada, y que parece ser contradictoria –y agradezco de nuevo a Berenice por hacérmelo notar.
Repito los párrafos (para los que, como yo, leen rápida y atolondradamente): 
Primero  dice:
“Las investigaciones del grupo han permitido sacar cuentas distintas de las que se venían haciendo respecto de la composición de la población argentina: un 65% de europeos, un 30% de amerindios y la aparición de un elemento que en la mayoría de las descripciones aparece negado: un 5% de componente africano."
(…)
"Cuando Sergio Avena determinó en 2003 los marcadores antigénicos de donantes de sangre de la ciudad de Buenos Aires y del primero y segundo cordón suburbanos, encontró que en tanto que en la metrópoli el porcentaje de participación amerindia era del 5%, en el primer cordón se incrementaba al 11% y en el segundo al 33%. Los componentes africanos, en cambio, no presentaron variantes significativas según las áreas (oscilaron entre un 3.5 y un 5%)".
Ahora, al final se despacha con que:
"Y con respecto al 5% de genes de origen africano, se concentran en una sexta parte de la población; es decir, que una de cada seis personas tiene una demostrable ancestría subsahariana."

Las cifras de la población portadora de estos genes cambian bastante radicalmente si lo calculamos de una manera o de otra (5% en total, o ese porcentaje genético africano en 1 de cada 6 argentinos –de las muestras, al menos-).

De dónde venimos -según la antropología biológica.....

Imagen de la nota de La Nación

La Nación revista - Domingo 2 de septiembre de 2011
Al final...,¿Llegamos de los barcos?
Investigadores de la Universidad Maimónides y de la UBA aseguran que un 30 por ciento de la población tiene ancestros nativos y un 5 por ciento, africanos. De cómo la certeza de ser los más europeos de América es hoy relativizada por la antropología biológica se trata esta nota
Por Gabriela Navarra

Cuántas veces hemos escuchado que en la Argentina todos venimos de los barcos. y que somos un crisol de razas. Así lo creen muchos, ha sido escrito infinita cantidad de veces y hasta legitimado como conocimiento válido.
En la Enciclopedia Mi Galaxia de 1936, por ejemplo, Lorenzo Dagnino Pastore escribe que el 77,4% de la población argentina se compone de nativos de sangre europea, el 20% de extranjeros y el 2,4% de mestizos con vestigios de "razas inferiores", aunque se apresura a aclarar que éstos se encuentran "en franca disminución". En un libro de texto de 1985, Geografía para cuarto año del bachillerato, de Paulina Quarleri, se indica que en un 99% la población argentina está compuesta por individuos de "raza blanca".
Pero, ¿venimos realmente de los barcos y somos ese tan mentado crisol de razas?
"Lo que existe es la mitología de que somos blancos y europeos -afirma el doctor Francisco Raúl Carnese, especialista en antropología biológica-. Sin embargo, nuestra población está bastante mestizada. La composición indígena es muy llamativa, en especial en la ancestría por vía materna, que aumenta hacia el Norte y hacia el Sur, y también es muy importante en el área metropolitana de la ciudad de Buenos Aires. Tenemos la necesidad de blanquear poblaciones, pero el concepto de crisol de razas está cuestionado."
Según este especialista, actualmente se suelen realizar clasificaciones raciales del mismo modo en que se hacían hace 3 o 4 siglos, sobre la base de datos de origen cultural o tomando en cuenta la coloración de la piel (raza blanca, hispánica, judía, negra, amarilla). Este enfoque, asegura Carnese, es totalmente erróneo. "Las razas no existen -lanza-. Hay fenotipos diferentes, pero no razas: la genética de poblaciones demostró claramente que no existe discontinuidad entre las poblaciones humanas. Las razas no reflejan una realidad biológica: son construcciones sociales."
Carnese está al frente de la sección Antropología Biológica del Instituto de Ciencias Antropológicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, y del Laboratorio de Antropología Biológica del Instituto Superior de Investigaciones de la Universidad Maimónides. Para una disciplina como la antropología biológica, disponer de un laboratorio bien equipado y de los insumos para llevar adelante las investigaciones es una cuestión crucial. Por eso un convenio bilateral integra a investigadores y estudiantes de ambas casas de estudio, a lo que suma esfuerzos la Fundación Azara (que también forma parte de la Universidad Maimónides), al colaborar con los proyectos en desarrollo.
Hasta los años 30 o 40 parecía bastante cierto que la composición de la población de la Ciudad de Buenos Aires tenía un marcado componente europeo. De esto dieron cuenta dos investigaciones realizadas para esa época en los hospitales Italiano y Rivadavia, donde se observó que las frecuencias génicas de los sistemas ABO y el Rh en una muestra de más de 15 mil donantes de sangre porteños eran similares a las de Italia y España.
Medio siglo después, el doctor Sergio Avena, investigador del Conicet que integra el equipo que dirige Carnese, retomó la temática: volvió a analizar frecuencias génicas en dadores de sangre y se encontró con que en la población local aparecían marcadores grupales sanguíneos que denotaban otra composición.
"La población nativa de América del Sur es casi en su totalidad del grupo 0, algo que entre europeos alcanza a alrededor del 60 por ciento -explica la doctora Cristina Dejean, bioquímica. Lo que Avena comprobó es que la frecuencia del grupo sanguíneo 0 aumentaba en comparación con los datos de 50 años atrás. Este dato biológico, sumado al del origen de padres y abuelos, permitió concluir que la mayor proporción de donantes de sangre con elevada composición genética indígena tenía en especial ancestros del norte argentino, llegados con las migraciones internas producidas masivamente en la s décadas del 40 y 50 y, a partir de los años 60, de otros países sudamericanos limítrofes. La tendencia se acentúa en los 90."
Los investigadores explican que los sistemas sanguíneos son muy informativos para estudiar la mezcla génica entre europeos y amerindios. Un sistema sanguíneo es una forma de clasificar lo que en apariencia es igual: dan cuenta de pequeñas diferencias en la composición de la sangre, lo que permite conformar grupos o sistemas. Están los más conocidos, como el ABO y el Rh. Pero también existen otros sistemas, como por ejemplo el Duffy, que no se rastrean de rutina y que sirven para ver el aporte africano. Una variante de este marcador, el alelo Duffy null, que tiene un valor cercano al 100% en subsaharianos, pero prácticamente no está presente en europeos y amerindios, indica la presencia de aporte africano. Todos estos son marcadores biparentales (es decir, revelan tanto ancestros maternos como paternos, sin posibilidad de diferenciarlos).
Foto La Nación:   "Los doctores Sergio Avena, Francisco Raúl Carnese y Cristina Dejean, al frente de su equipo de investigación"

"A partir de una muestra de sangre -explica el doctor Carnese- se testea a qué variante de cada uno de estos sistemas sanguíneos corresponde: si es grupo A, B o 0, si es Rh positivo o negativo, si es Duffy o Diego, que es otro sistema sanguíneo, dividido a su vez en A o B. Diego A, por ejemplo, es claramente de origen amerindio. También se encuentra en los asiáticos orientales [los pobladores originarios de América: ver recuadro]."
Las investigaciones del grupo han permitido sacar cuentas distintas de las que se venían haciendo respecto de la composición de la población argentina: un 65% de europeos, un 30% de amerindios y la aparición de un elemento que en la mayoría de las descripciones aparece negado: un 5% de componente africano.
Las distintas oleadas
Darwin, en 1845, recorriendo la actual Patagonia escribió: "Creo que dentro de medio siglo no habrá ni un solo indio salvaje al norte de Río Negro". Salvajes no hay... Pero descendientes de las poblaciones originarias, sí. Y cuántos.
"En la Argentina dos eventos históricos tuvieron fuerte influencia en la composición genética de la población -explica Cristina Dejean-. El primero fue la inmigración europea masiva entre 1880 y 1930, cuando cerca de 3.5000.000 europeos, fundamentalmente españoles e italianos, se radicaron especialmente en Buenos Aires y la pampa húmeda. Por eso en las primeras tres o cuatro décadas del siglo pasado la población presentó características génicas similares a las de los países de origen de sus ancestros inmediatos. El segundo evento ocurrió en los años 40, cuando la sustitución de importaciones trajo gente de las provincias y los países limítrofes, algo que modificó el acervo genético de la población del área metropolitana de la ciudad de Buenos Aires."
Cuando Sergio Avena determinó en 2003 los marcadores antigénicos de donantes de sangre de la ciudad de Buenos Aires y del primero y segundo cordón suburbanos, encontró que en tanto que en la metrópoli el porcentaje de participación amerindia era del 5%, en el primer cordón se incrementaba al 11% y en el segundo al 33%. Los componentes africanos, en cambio, no presentaron variantes significativas según las áreas (oscilaron entre un 3.5 y un 5%). Esto demuestra que se trata de un elemento antiguamente establecido en la genética de estas poblaciones. En cambio, el incremento del elemento amerindio viene a cuenta de las sucesivas migraciones que llegaron especialmente a los suburbios porteños a lo largo del siglo XX, y no a una mezcla o mestizaje de individuos entre sí.
La cautiva, pero al revés
Si hubo algo de ese crisol de razas, existió en la Colonia. Pero no como alguna vez intentaron inmortalizar célebres poemas y canciones (la mujer blanca robada por el malón), sino exactamente. al revés.
"Los españoles llegaron solos y se mezclaron con las mujeres nativas -afirma Sergio Avena-. Por eso esa ancestría quedó fijada en el ADN mitocondrial, que permite conocer la línea materna: lo transmiten únicamente las mujeres (madre, abuela, bisabuela, tatarabuela), a ambos sexos. El ADN paterno, que se transmite únicamente entre varones a través del cromosoma Y, es en cambio en nuestra muestra fundamentalmente de origen europeo."
Las investigaciones del grupo prueban que buscar el ancestro amerindio por vía materna puede deparar algunas conclusiones inesperadas. En las poblaciones analizadas (Salta, Esquel, Comodoro Rivadavia, Bahía Blanca, ciudad de Buenos Aires, y el primero y segundo cordón de su área metropolitana) se halló que el 65% de la muestra (cerca de 1100 personas) tenía linaje nativo por línea materna, independientemente del apellido, o las características fenotípicas (los rasgos físicos) de la persona en cuestión.
"La mayor presencia del linaje amerindio por vía materna respecto de la paterna resulta concordante con un modelo donde se da principalmente el cruzamiento de la mujer nativa con el varón europeo, algo que ha sido ampliamente observado en nuestro país", afirma Avena en una de sus investigaciones. Y agrega que, aun tomando la población "más europea de todas; es decir, la de la ciudad de Buenos Aires, casi una de cada dos personas tiene ancestría materna de origen nativo".
"En Salta, el linaje materno amerindio llega prácticamente al 90%; en la Patagonia, hasta el 70% -añade Carnese-. Disminuye a medida que uno se acerca a la ciudad de Buenos Aires y aumenta hacia el Norte y hacia el Sur. Pero este proceso de mestizaje no es reciente; la mezcla se produce en tiempos de la Colonia. Después de eso, las poblaciones tendieron a unirse mayoritariamente en forma endogámica. Pero ese elemento nativo queda en el ADN mitocondrial, revelando que la ancestría nativa por vía materna es muy superior a la ancestría nativa por vía paterna. Esta última se refleja en el cromosoma Y, que apenas llega al 15% en promedio en todas las regiones estudiadas."
Sergio Avena afirma que las investigaciones del equipo tienen aplicaciones bien concretas. "Como trabajamos con grupos sanguíneos más frecuentes en amerindios, como por ejemplo el sistema Diego, que puede ser incompatible con el sistema sanguíneo materno y ocasionar la enfermedad hemolítica del recién nacido, podemos aportar datos valiosos a la hora de contemplar este riesgo. Esto es algo que no siempre consta en los manuales de hemoterapia, por suponer que nuestra población es más europea de lo que realmente es. En otra área, se sabe que la prevalencia de cáncer de mama en México es un tercio respecto de su prevalencia en la Argentina, porque es más frecuente en europeos que en amerindios. Por eso en regiones como el noroeste argentino podría esperarse una frecuencia más parecida a la de México. En definitiva, hay una cantidad de aspectos que no siempre han sido contemplados y que deberían ser reconsiderados: nuestra población tiene más componente amerindio y africano de lo que se admite."
Francisco Carnese señala que los resultados que encontraron son concordantes con los de otros investigadores del país, como el equipo del doctor Daniel Corach, de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA. Una vez establecida la composición de la población, se evaluó la ancestría individual. "Nos pusimos en contacto con Laura Fejerman, una argentina que trabaja en la Universidad de California, Estados Unidos -explica-. Los resultados fueron muy interesantes. Pudimos ver que aproximadamente el 70% de nuestra muestra, además de aporte europeo, tiene una ancestría amerindia superior al 10% en el nivel individual. Y con respecto al 5% de genes de origen africano, se concentran en una sexta parte de la población; es decir, que una de cada seis personas tiene una demostrable ancestría subsahariana."

Suerte Negra
Las pesquisas del equipo de Antropología Biológica prueban que en el noroeste del país hay una marcada ancestría africana. Una mirada sobre la historia permite entender por qué.
Fuentes históricas indican que el primer permiso otorgado por la corona española para traer esclavos africanos al Río de la Plata data de 1534, dos años antes de la primera fundación de Buenos Aires. Si bien se hace difícil estimar la cantidad de personas ingresadas por lo clandestino del tráfico, se señala a Angola, Congo y Mozambique como los orígenes más frecuentes (aunque se suele subestimar el número de africanos provenientes de Guinea, que ingresaban desde Brasil). Buenos Aires, por entonces, era lugar de tránsito obligado para llegada y traslado de esclavos a Chile, Paraguay, Alto Perú y Tucumán.
En Jujuy, tanto en la Quebrada de Humahuaca como en la Puna, los pueblos indígenas conservaron sus comunidades hasta entrado el siglo XIX. Pero en el resto del noroeste argentino una cantidad de factores (pestes, consecuencias de la conquista, etcétera) diezmaron las poblaciones nativas. Por eso fueron importados esclavos de origen africano, que en el siglo XVIII alcanzaban el 64% en Tucumán, el 50% en Salta y el 20% en La Rioja. Y como eran distribuidos en pequeños grupos en estancias, inevitablemente se mezclaban.
"No era precisamente lo que querían los españoles -explica Sergio Avena-, interesados en mantener bien diferenciadas a las distintas poblaciones por cuestiones administrativas: los esclavos eran una cosa transferible y los indios tributaban, pero algo intermedio era difícil de clasificar. Además, la libertad del hijo la daba la mujer, así que si un varón africano tenía descendencia con la india, esa descendencia podía ser libre. Entonces, había estrategias para mestizarse."
En Buenos Aires, en cambio, la suerte corrida por la población negra hizo que disminuyera dramáticamente en pocos años: "En el puerto de Buenos Aires, hasta casi la mitad del siglo XIX había unos 60 mil habitantes. El 25%, según el censo de 1838, eran de origen africano, aunque estaban muy mestizados -agrega Avena-. Para 1887, se radican en Buenos Aires, aproximadamente, 800 mil europeos, un fenómeno migratorio del que posiblemente no existan precedentes. El elemento africano se diluyó por esa irrupción masiva del europeo, cosa que no ocurrió en las provincias del norte del país. Además, la población de origen africano fue especialmente vulnerable, afectada por altas tasas de mortalidad y relativamente bajas de fertilidad, además de la alta mortalidad masculina en las guerras ocurridas entre 1810 y 1870, que hizo que los varones negros disminuyeran su número para reproducirse y dejar impronta."

En el origen, estaban ellos 
Africanos
Llegaron a fines del siglo XVIII e inicios del XIX. Salieron de la costa occidental de Africa y, como esclavos,ingresaron en nuestro continente.
Asiáticos (amerindios)
Una teoría dice que hace 15.000 o 30.000 mil años viajaron de Mongolia y Siberia hacia América a través de un puente intercontinental ubicado donde hoy está el estrecho de Bering. Otra teoría afirma que ingresaron por la costa del Pacífico.
Una tercera hipótesis plantea que América del Sur habría sido poblada hace unos 11.000 años por grupos llegados desde Australia (paleoamericanos).
Europeos
Salieron del Viejo Continente en distintas oleadas; hacia el Caribe, en el siglo XV. Y hacia América del Sur en los siglos XIX y XX.

Agradezco a Berenice Corti

domingo, 4 de septiembre de 2011

El Movimiento AfroCultural en Villa Ocampo

Otro de los pequeños milagros del Año de los Afrodescendientes: documental sobre el Movimiento Afrocultural en el Proyecto Villa Ocampo de la UNESCO.




Movimiento Afrocultural invita
A la proyección del documental del Movimiento Afrocultural

DOMINGO 4 DE SEPTIEMBRE A LAS 16HS. EN VILLA OCAMPO
Elortondo 1837 - Beccar - (Av. del Libertador 17400) Buenos Aires. 

Sinopsis:
Movimiento afrocultural
El documental es una reivindicación a la lucha por el reconocimiento de la comunidad afrodescendiente en la sociedad argentina. Desde la llegada de sus ancestros traídos en navíos negreros, soportando los más inhumanos castigos, la comunidad afro ha realizado innumerables esfuerzos por mantener viva su cultura y su espíritu de libertad.El tambor y el berimbau son símbolos de rebeldía y resistencia a la negación que fueron sometidos los negros en el río de la plata.Mantener el fundamento de la cultura afro, rescatar su valor como ceremonia, encuentro e integración, es parte de la tarea que realizan quienes integran el movimiento afrocultural desde el año 2000, organizándose en torno a la enseñanza de disciplinas como la Capoeira, el candombe, el taller -escuela de armado de instrumentos africanos, las salidas de tambores por el barrio de San Telmo.

Ficha Técnica:Documental: Movimiento Afrocultural
Dirección: Movimiento AfroculturalAño: 2006 - Duración: 25min. 

+info: www.movimientoafrocultural.blogspot.com 

viernes, 2 de septiembre de 2011

Activistas afro-argentinas en Las 12

Pintura de María Gabriela Pérez


Las 12, diario Página 12. Viernes 2 de septiembre de 2011. 
RESISTENCIAS
Color humano
Adriana, Karina y María pertenecen a diferentes generaciones de afrodescendientes. Cada una narra su historia y se reconoce en el dolor que vive y vivió la otra. “La familia de mi mamá no quería a papá porque era negro”, recuerda Adriana (55). Hoy, lucha para que sus hijos se sientan orgullosos de su color de piel, pero es una tarea difícil. “Reniegan de ser afro, me echan la culpa a mí”, cuenta. Karina, de más de 30 años, recuerda que cuando chica se encerraba en el baño de su casa y se frotaba la piel con lavandina para aclararla. “Quería ser rubia y de ojos claros, como mi compañera”, confiesa. María, la más joven, reniega de no poder trabajar de lo que estudió. “Sólo nos contratan para limpiar casas o servir en los hoteles”, denuncia. Ese dolor, latente, presente, las unió en distintos momentos de sus vidas y las encuentra hoy juntas para luchar contra la discriminación.
 Por Elisabet Contrera

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 2011 Año Internacional de los Afrodescendientes. Es un empujón para sumar el tema a la agenda pública y mediática, visibilizar la lucha y el compromiso de la comunidad por sus derechos y llamar la atención sobre un problema vigente: el color de piel sigue siendo un motivo de discriminación, segregación y violencia. En ese contexto, las mujeres –doblemente discriminadas por su género y su etnia– reclaman para que las nuevas generaciones no sufran lo que pasaron ellas, sus madres y abuelas.
Adriana Izquierdo es coordinadora responsable del Programa de Afrodescen-dientes contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo del Inadi. Ella hoy está orgullosa de su color de piel, pero toda la vida la obligaron a sentirlo como una carga. “Mi mamá llevaba a cuestas que mi papá fuera afrodescendiente, la familia de mi mamá tampoco estaba conforme con eso. Tenía 6 años y siempre se escuchaban frases como ‘todo es culpa de ese negro’, ‘si no estuvieras con ese negro’”, cuenta. “Con la muerte de mi papá, los hermanos fueron dispersados y yo terminé en la casa de unas tías mayores”, recuerda.
Luego, comenzó la escuela primaria y las diferencias se acentuaron aún más. “Siempre fui ‘la negrita’. Con el tiempo, me puse agresiva y le empecé a pegar a los compañeros que me molestaban y los padres decían ‘esa negra le pegó a mi hijo’. No tenía nombre, ni era una alumna, era ‘la negra’”, recuerda. Hoy, desde el Inadi, lucha para que sea un tema de debate y reflexión en las escuelas. “Hay que dar charlas a los alumnos, a los padres y docentes. Todavía existe el prejuicio de que somos esclavos traídos, somos personas descendientes de esclavos. Lo cierto es que somos parte de este país y tenemos los mismos derechos”, sostiene.

Pintura de María Gabriela Pérez

María Gabriela Pérez creció junto a sus padres en el barrio porteño de Liniers, junto a otras familias de afrodescendientes. Su vida fue sencilla mientras se mantuvo dentro de esos límites. Cuando intentó cruzarlos fue víctima de la violencia y el desprecio de los demás. “Nunca pude entrar a los boliches de moda, siempre rebotaba en la puerta. Eso me daba dolor, rabia, con el tiempo opté por no ir más”, cuenta. Tampoco pudo encontrar trabajo de lo que a ella le gusta y para lo cual estudió. “Siempre quedaba relegada por la imagen”, explica. “Te discriminan hasta en la parada del colectivo. Puedo estar bien vestida, pero las mujeres se aferran a la cartera por miedo a que les robe”, cuenta enojada.
Karina Grossman vivió una infancia y adolescencia marcadas por la discriminación y el aislamiento. “En el colegio me decían ‘hormiguita negra’ y ‘chupetín de brea’. Yo reaccionaba y les pegaba. Volvía a casa llorando, me miraba al espejo y me notaba diferente a los demás”, cuenta. En la adolescencia, el dolor fue más grande. “Me pasaba lavandina con algodón en el baño para aclararme la piel, no quería ir a fiestas ni cumpleaños, no me relacionaba con chicas porque sentía que nunca iba a ser rubia y de ojos claros como ellas”, rememora. El dolor por ese maltrato lo descargaba con su madre. “Siempre le echaba la culpa a ella, le decía ‘por tu culpa nadie me quiere’”. Tampoco quería un novio afro para que mis futuros hijos no fueran negros y evitaran la discriminación. “No me juntaba con los chicos morochos, sentía rechazo porque yo me rechazaba. Después vas creciendo y empezás a relacionarte por lo que es el otro y no por su imagen”, dice.

Pintura de María Gabriela Pérez

Mirta Izquierdo recuerda cuando era niña y la vestían toda de blanco. “Me estiraban la motita, me ponían los moños blancos, el delantal y las medias blancas. En la escuela me decían mosca en la leche.” Luego, a los 11, fue a “ayudar” con las tareas de la casa a una señora adinerada. “En la feria, mientras mi patrona compraba fruta fresca y deliciosa, yo tenía que levantar la fruta que tiraban los puesteros. La fruta fresca era para ella, y la podrida se lavaba y era para mí”, recuerda.
“Es mentira que las generaciones se mejoraron, es mentira que no existe el racismo y la discriminación en los colegios. No hay una conciencia de que el afro es parte del país, de su suelo y tiene los mismos derechos. Estamos pidiendo que se capacite, que se hable, que se respete al diverso. No damos sólo la queja, sino también el dolor de lo que no queremos que siga pasando”, remarca Adriana.