Adriana Montiel y su padre, Jorge Echeverría
Mujeres candomberas en su día y en memoria
de Adriana Montiel.
Por Viviana Parody
El próximo 8 de Marzo, la comparsa África Ruge conmemora el Día de la Mujer en su espacio callejero
habitual –La Boca, Plaza de los Bomberos en la que desemboca la calle Caminito,
más precisamente en la esquina de Lamadrid y las vías-. Grupos musicales y
diversas actividades tendrán su inicio alrededor de las 16hs y su cierre con la
salida de los tambores por el barrio, como todos los sábados.
En esta oportunidad, sin embargo, algo
marca realmente una diferencia. Estas actividades en este día en 2014 cumplen
con rendir homenaje a una mujer que supo nacer
en el candombe y ser parte del mismo
con total entrega y disfrute, pero también con creciente compromiso cultural y
social (con su propia historia de vida en
primer lugar, y la de todos quienes la rodearon). Adriana Montiel, madre de un
hijo de 15 años y esposa en un seno familiar interracial, fue además en 2013 la primer mujer negra que participó de las
reuniones de comparsas de Buenos Aires, y así mismo de las gestiones y
asesorías en materia de candombe que se pudieron llevar adelante en oficinas
del Estado (Secretaría de Cultura de la Nación), pudiendo tener en tales
espacios opinión, voz y voto. Su palabra siempre era breve pero acertada, muy
atinada, y de tono conciliador.
La muerte de Adriana el pasado 26 de
Febrero, relacionada a cuestiones de género que aún se investigan, nos deja
además de un profundo dolor una serie de enseñanzas y desafíos que como
candomberxs (hombres y mujeres) y
como comunidad (negra/afro) debemos atender. En primer lugar, la necesidad de
fortalecer el candombe como espacio social y familiar de contención, a fin de
que además de significar un espectáculo artístico, el candombe pueda significar
una oportunidad de vida para las personas que lo constituyen. En este sentido, el
Estado tiene un fundamental compromiso para con las familias afrodescendientes,
imposible de llevar adelante si se tiene como único destino posible para el
candombe la participación del mismo en festivales artísticos. Detrás de “una
comparsa” hay mucho más: hay familias, hay sujetos de derecho. El candombe de
todos modos, en su propio fuero interno, también tiene mucho para hacer en
materia de lucha por los derechos culturales y sociales, es decir, en materia
de ejercicio de la ciudadanía. Resta además, una cuenta pendiente por saldar en
materia de género que corresponde a la sociedad toda.
Entiéndase entonces, este homenaje, como un
llamado de atención a todas nuestras conciencias en nombre del afecto y del respeto que Adriana, como muchas
mujeres negras que ya no están con nosotros, nos inspiraba a todos quienes
frecuentamos o hacemos parte del candombe. En su recuerdo van entonces estas
actividades del próximo sábado en La Boca, más todos los nuevos emprendimientos
venideros que a lo largo de 2014 tengan
a estas mujeres afro de este barrio como
protagonistas, ya que ellas son una fuente invaluable de vida, de lucha, de
transmisión, y de transformación “de fondo”. Fortalecer al candombe es
fortalecerlas a ellas -y a sus hijos- en primer lugar.
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