sábado, 28 de julio de 2012

El patrimonio de la Nación Camundá en 1908


En mayo de 2011, la revista Viva de Clarín nos sorprendió con unas magníficas fotos de tambores afroargentinos, pertenecientes a la Nación Camundá, y que subí a este blog (ver dirección abajo).
Reproduzco ahora la nota de la revista Caras y Caretas para las que se sacaron y que incluye otras que muestran de manera inédita la sede de esta antigua nación.
El texto relata que varias familias (al menos una de ellas compuesta por afrodescendientes) se habían instalado en el predio y que el Consejo Nacional de Educación -que parecía haber tomado posesión del mismo- comenzaba a cobrarles alquiler.
Un documento sumamente revelador de las dinámicas sociales de la época.


Fotos más detalladas de los tambores aquí

viernes, 27 de julio de 2012

El "Negro" Castellanos: agente de policía - y cuco local...

Foto: Fototeca Bernardo Graff

Tenemos todavía escasas fotos históricas de afroargentinos, pero de a poco van saliendo a la luz, ya sea por investigaciones, o por casualidad.
En este caso, una foto tomada en la localidad de Toay, provincia de La Pampa, probablemente en las primeras décadas del siglo XX.
Una curiosa semblanza del temor que le inculcaban a los niños con el "Negro" Castellanos en:
(otro ejemplo de la "inclusión subordinada" sobre la que hablé un par de entradas atrás.. el tipo tenía trabajo y todo, pero a costa de ser el cuco local....)

Otra referencia, más cariñosa, en.
http://www.soydetoay.com.ar/la_pensadera/2008/abril/castellanos.htm

Agradezco mucho a Cristian Borlenghi, lector de este blog, por el envío..

Fuente de la foto: http://fototecabernardograff.wordpress.com/2011/12/13/toay-galeria-fotografica/toay-negro-castellanos-agente-de-policia/

miércoles, 25 de julio de 2012

Día Internacional de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diaspora

Reproduzco una foto y un poema aparecidas en el facebook de la periodista y fotógrafa salteña Gri Moreno. Entre todas las variantes posibles -el día celebratorio va tomando cada vez mayor difusión en redes sociales, aunque todavía no en periódicos locales- me agradó especialmente porque: a) muestra una foto de mujeres comunes, en actividades comunes -no recurre a estetizaciones ni estereotipos y b) difunde un poema que muestra, rotundamente, el punto de vista de una mujer negra comprometida.

Foto tomada en Belice por Gri Moreno

Rotundamente Negra
Por Shirley Campbell Barr -escritora y antropóloga afrocostarricense.

Me niego rotundamente
a negar mi voz mi sangre y mi piel
y me niego rotundamente
a dejar de ser yo
a dejar de sentirme bien
cuando miro mi rostro en el espejo
con mi boca rotundamente grande
y mi nariz
rotundamente hermosa
y mis dientes
rotundamente blancos
y mi piel
valientemente negra
y me niego categóricamente a
dejar de hablar mi lengua; mi acento y mi historia
y me niego absolutamente
a ser de los que se callan
de los que temen de los que lloran
porque me acepto
rotundamente libre
rotundamente negra
rotundamente hermosa.

El Día Internacional de la Mujer Afrolatina y Afrocaribeña fue instituído el 25 de julio de 1992 durante el Primer Encuentro de Mujeres Afrolatinoamericanas y Afrocaribeñas, como homenaje a la lucha y resistencia de las mujeres negras.

Sobre Shirley Campbell Barr, ver:  http://rotundamentenegra.blogspot.com.ar/

lunes, 23 de julio de 2012

Colonialismos... (1903)


Revista Caras y Caretas de noviembre de 1903 - tomado a su vez de la revista francesa L'Illustration

sábado, 21 de julio de 2012

"El Gran Río"(2) -una mirada...


Aguas calmas, memorias turbulentas: sobre la película “El Gran Río”.
Por Nicolás Fernández Bravo

¿Se puede regresar? Si, es posible. Violentamente posible. Pero el desafío de un kalabanté es viajar, desplazarse hacia adelante, reinventarse con la memoria. El film El Gran Rio (Argentina/Guinea, 2012) del cineasta rosarino Rubén Plataneo, es un relato de una profunda y encantadora belleza: la historia verdadera y a su vez inverosímil de David Bangoura (a.k.a. Black Doh), un joven guineano que llega como polizón en un barco al puerto de San Lorenzo con el sueño de prosperar como rapper. Su “prosperidad” no es la del sueño americano, aunque sí es un sueño en aquella perdida porción de América donde no hay tanta gente negra: la tierra de Maradona, donde la pintura de las paredes se descascara pero aún es posible volverlas a pintar.
El destacado contrapunto entre los símbolos más complejos y más trillados de los imaginarios africanistas –la música, el cuerpo, el viaje, la discriminación racial– construye una narración conmovedora y seria, inusualmente grata. El diálogo que Black Doh mantiene con sus amigos rosarinos sobre la brujería y el carnibalismo (mientras comen un asado en una terracita rosarina) es una buena muestra de la lucidez con la que el director es capaz de captar la alienación de los cuerpos-mercancías en un mundo capitalista que te come dentro tuyo, espiritualmente, en una serie de tomas de una espesura etnográfica magistral. La totalidad del film podría pensarse como un canto a la posibilidad de vincularse, al recuerdo del otro, a la fuerza de su presencia tácita. Las muy logradas imágenes portuarias rivereñas y marítimas, entre barcos mercantes y frágiles cayucos, adquiere una significación clara sin caer en los lugares comunes tan caros en nuestros acotados vuelos creativos “afro”, anclados en iemanjá y en circulares riñas sobre el lugar que debería ocupar el tambor. 

Black Doh (imagen: perfil de la película en Facebook)

La cámara de Plataneo no siempre viaja junto a la mirada del protagonista, pero al hacerlo siempre viaja su poesía, las ganas de contar y cantar historias, para que la canción que cada uno tiene familiarmente, sea escuchada. Las escenas de la familia extendida de Black Doh filmadas en Guinea, donde el encuentro se produce a partir de cartas y sonidos distantes traídos por unos personajes venidos del otro lado, le otorgan un meritorio giro al guión. Hubiese sido un verdadero desatino un reencuentro hollywoodesco entre la madre y el hijo. Una decisión casi obvia en cualquier guión apresurado, que juiciosamente se logra evitar para no caer allí. El film tiene una sofisticada vigilancia epistemológica: cada vez que la trama parece caer “ahí”, se evita y se sale, se devuelve la imagen al mundo del canto, a la extraordinaria destreza que aprenden y desarrollan los cuerpos en Guinea, al arte de una plasticidad potente y liberadora, de una sabiduría y una ternura que creíamos ya difícil de evocar.
En la actualidad, cuando todos los debates parecen estar empantanados en la posibilidad más bien escéptica de la representación subalterna, las canciones –la voz– de Black Doh y la mirada inteligente de Plataneo son una bocanada de aire fresco que permite reencontrarnos con una ética profundamente estética, un ojo que coloca a las adormecedoras discusiones sobre la estereotipación en el lugar de donde nunca deberían haber salido: la academia. ¡Viva el cine!

viernes, 20 de julio de 2012

"El Gran Río" - El inmigrante africano que se transformó en rapper...

Sigue, por segunda semana, en el Cine Gaumont la película El Gran Rio, sobre cómo un inmigrante africano que llega por casualidad a estos pagos se convierte en un rapper.


Página 12, jueves 19 de julio de 2012
El Gran Río, un documental sobre el rapero Black Doh
¡Doh!
No, no se trata de un Homero negro, sino de un rapero nacido en Guinea y que tiene un nombre artístico que suena a onomatopeya simpsoniana. Un grosso.
 Por Luis Paz

Cuando está por cumplirse una hora desde el comienzo del documental El gran río, David participa de un soberbio asado, que detona entre vasos plásticos con esa cerveza de nombre de tribu autóctona y una admirable jarra de sangría. Pero David no es un pibe argento más: su apellido es Bangoura, su país es Guinea y su nombre artístico, Black Doh. La curiosidad de la escena es mínima si se la compara con los recovecos de la gran historia de este joven músico que llegó a Rosario como polizón y grabó un disco de rap. Su vida reciente, digna de un dramón a la manera de Biutiful, de un documental sobre la música underground negra como Rise Up o de una de aventuras como Tintín en igual medida, fue registrado por el realizador Rubén Platáneo en El gran río, documental en cartelera en el Gaumont.
Antes de recalar en el puerto rosarino de San Lorenzo a bordo de un barco vietnamita, Bangoura pasó por Uruguay, de donde lo deportaron; por París, Ucrania, Siberia y Egipto, donde le pasó lo mismo. Hasta que, sin agua ni comida, durante un mes navegó sin saber adónde. Su camarada no lo soportó y falleció en altamar, y él terminó como “refugiado político” en Santa Fe. Del giro del destino, Black Doh capitalizó una plataforma para hacer música que, igualmente, no es el foco de este documental. 


Más bien, lo que Platáneo construye es una historia no lineal (la de David, familia y amigos argentinos) que le sirve para ilustrar la vida en este país de la diáspora africana, los lazos fraternales que se tienden en el bajofondo social y un relato sin tiempo ni lugar sobre la inmigración. Su película permite un acercamiento crudo, apenas editado, y por cierto muy bello –la fotografía es fantástica– al detrás de escena de los africanos que, para muchos, sólo han llegado aquí a vender bijouterie.
El regreso del rapero al puerto de Conakry, en Guinea, con su primer disco (cuya realización documenta El gran río) como equipaje, despunta un final sin orquesta, donde las vibraciones artísticas y personales se repelen: Doh debió abandonar su lugar en el mundo y errar en su elección de un barco para poder encontrar, en ese revés, su lugar en la música.

El gran río será proyectada hasta el próximo miércoles 25 en el Cine Gaumont (Rivadavia 1635). A las 17.15.

jueves, 19 de julio de 2012

Afroargentinos: La inclusión subordinada..


En una clase sobre estereotipos, en el curso "Raza, Nación y Cultura en América Latina" que actualmente estoy dando en Flacso, una alumna tucumana trajo como ejemplo la  foto que reproduzco arriba -que había encontrado en el facebook del ente de Turismo de la provincia. Planteó si podía ser vista como un caso de visibilización o de estereotipación.
El ejemplo me trajo a la memoria una entrevista que tuve hace muchos años atrás con Enrique Nadal (padre de Fidel, y pionero del activismo afroargentino) en la que me manifestaba su preocupación por  cómo se realizaba la integración de varios de sus conocidos dentro de sus grupos de amigos: como "el negro" de la barra, que recibía continuas bromas por su condición fenotípica. Tenían amigos, pero debían aceptar esta "inclusión subordinada": el lugar que sus amistades "blancas" les otorgaban, por el cual nunca dejaban de ser alguien diferente, y de alguna manera, inferior. Nunca llegaban a ser una persona con los mismos derechos que los otros. Concientes de ésto, adoptaban algunas estrategias adaptativas: en ocasiones, ser los primeros en burlarse de su propia diferencia, en otras intentar disimularla (si era posible), en otras la hipercorrección para mostrar que (pese a todo) "tenían el alma blanca".  Probablemente fue a partir de allí que se me hizo evidente la necesidad de comprender mejor las distintas modalidades que adopta el "racismo cotidiano" argentino -con sus variaciones geográficas y temporales, siempre frecuentemente desestimadas aún por sus propias víctimas.
En este caso, creo que la propia foto no deja muchas dudas respecto de la duda planteada por mi alumna. Es caricaturizante hasta lo simiesco -una imagen tradicional en Argentina cuando de "negros"  se trata- y perpetúa el estereotipo -también común- de la mujer negra como cocinera o doméstica. La diferencia con los rasgos más naturalistas y no grotescos de los hombres (¿próceres?) blancos es marcada -y no permite argumentar que "es sólo un muñeco". Si alguien del gobierno de Tucumán tuvo la intención de visibilizar a la población afrodescendiente de la provincia, habría que avisarle que recurrir a las imágenes trilladas, estereotipadas y ofensivas que habitualmente se han empleado no es una buena idea.

lunes, 16 de julio de 2012

"Afrodescendientes: El latido de una identidad silenciada"

El programa tiene un año ya, pero no lo había visto. Brinda un interesante panorama -académico y vivencial- de los afrodescendientes en Córdoba.



viernes, 13 de julio de 2012

Afroargentinos - según Sara Facio

Foto: Sara Facio

Una fotografía publicada en el libro de Sara Facio "Buenos Aires Buenos Aires", editado en 1968.

Fuente: Facebook de Sara Facio

Agrego comentario de Diáspora Africana de la Argentina: "En la foto aparecen Justo Manuel Pita tocando un pequeño tambor, y unos pasos más atrás Nelida Mercedes Nadal. Muy linda foto! "

Muestra de artistas afrodescendientes


La muestra estará desde el lunes 16 (apertura) hasta el jueves 19 (acto de cierre).


Agradezco a María Gabriela Perez

jueves, 12 de julio de 2012

"La Esclavitud" -según Clarín


Secreta Buenos Aires - Clarín 9 de julio de 2012
Memoria de la esclavitud porteña
Por Eduardo Parise
Una escultura de Cafferata refleja en Palermo las huellas de una práctica despreciable.

No tiene las dimensiones de los grandes monumentos de Buenos Aires. Tampoco está muy a la vista de quienes recorren una de las zonas más lindas de la Ciudad. Y hasta es probable que su ubicación también tenga algo que ver con el repudiable contenido de la historia que contiene la imagen. Porque, aunque se trate de una bella obra de arte, lo que refleja este monumento, realizado en 1881, es un tema doloroso de nuestro pasado.
Se titula “La esclavitud”, aunque algunos lo conocen como “El esclavo”. Para encontrarlo hay que llegar hasta Palermo y buscarlo cerca del cruce de las avenidas Sarmiento y Figueroa Alcorta. Está instalado en la plaza Sicilia, a unos metros de la avenida Intendente Berro (la que pasa frente al Jardín Japonés), detrás de un viejo chalet que alguna vez fue orgullosa edificación y que ahora muestra un estado de abandono lamentable.
La escultura, del tamaño real de una figura humana, fue realizada por Francisco Cafferata, un artista nacido el 28 de febrero de 1861 en La Boca, un barrio por entonces con mayoría de inmigrantes italianos, como sus padres. Cafferata estudió dibujo con Julio Laguens y luego, en su adolescencia, vivió ocho años en Florencia, donde se formó con los escultores Urbano Lucchesi y Augusto Pasaglia. Su vida tuvo un trágico final: se suicidó el 28 de noviembre de 1890.
Pero entre sus muchas obras dejó “La esclavitud”, que realizó cuando tenía 20 años. Se hizo, como está grabado en su base, en la “Fundición de A. Jonis — Calle Malavia (sic) 434 — Bs. As.”. Y en 1882 fue exhibida y premiada con la medalla de oro en la Exposición Continental desarrollada en la Capital. El municipio porteño la compró en 1905.

Junto al lago. La escultura del esclavo negro, en actitud doliente, está en Plaza Sicilia, sobre la avenida Berro, cerca del Parque Japonés./ juan manuel foglia

La figura (un hombre de raza negra, desnudo) muestra sus muñecas encadenadas y aparece caída, en una actitud de total resignación. El equilibrio del trabajo, realizado en bronce, está rematado por la cabeza, de una gran belleza, y que merece apreciarse desde todos los ángulos. El artista consideró que aquella doliente imagen del esclavo no debía estar de pie sino abatida y llena de impotencia, reflejando su situación de persona vencida.
Los primeros esclavos negros fueron traídos a Buenos Aires en 1587, apenas siete años después de la segunda fundación. Y se estima que hacia fines del siglo XVIII el 35% de su población era de esa raza. Sometidos a los peores trabajos, en la piel de muchos estaban las huellas del carimbado. Es decir: el herrado a fuego con la marca del “importador” y luego la del “propietario”.
Los principales “mercados de venta de esclavos” en la Ciudad estuvieron en la zona de Retiro y del Parque Lezama. Aunque en 1813 hubo avances con la declaración de la libertad de vientres (determinaba que los hijos de esclavos ya nacían libres), la abolición total en la Argentina recién se logró con la Constitución Nacional de 1853. De todas maneras, 131 años después de su realización, la obra de Francisco Cafferata sigue allí en un sector del Parque Tres de Febrero, reflejando aquella situación que vivieron y sufrieron miles de personas.

Fuente:

Sobre la escultura, ver también:

miércoles, 11 de julio de 2012

Los umbandistas en la Plaza de Mayo


No pude asistir el lunes 9 por encontrarme de viaje. Pero Darío La Vega (raízafro.com.ar) sí, y le agradezco mucho el relato y las fotos...

Y los Umbandistas fueron a la plaza...
Por Darío La Vega

El pasado 9 de julio un grupo de afro-umbandistas se auto-convocaron por medio de distintas redes sociales para manifestarse en Plaza de Mayo bajo el lema "No a la Discriminación". A partir de las 13 hs. comenzaron a llegar los distintos grupos de religiosos y cerca de las 15 hs., momento del máximo numero de asistentes, dieron a conocer las consignas que motivaron la concentración.


Antes de comenzar, los religiosos formaron una ronda y cantaron el Himno Nacional y el Himno de la Umbanda. Luego tomaron la palabra alternadamente los distintos referentes allí presentes y manifestaron sus reclamos. 


En primer lugar, expresaron su malestar por los reiterados ataques de discriminación sufridos por los umbandistas, tanto los mayores en sus trabajos y los niños en las escuelas, como los sufridos en los templos por los vecinos. Se puso de manifiesto también la persecución policial sufrida en los templos a causa de la denuncia de vecinos por "ruidos molestos".  Se dejó en claro el vacío legal existente y la manera en que condiciona negativamente ante la Justicia el declararse como umbandista. Luego se puso especial acento en la contribución de los medios de comunicación en la desinformación de la sociedad en general. Los medios han utilizado imágenes relacionadas con la Umbanda para acompañar notas de asesinatos o ha relacionado reiteradamente casos policiales resonantes con "ritos umbanda". 


Esta estigmatización ha calado hondo en el imaginario de la sociedad y es uno de los causantes principales de la discriminación: la desinformación de la prensa. Finalmente, se proclamaron como una religión instalada en la sociedad argentina y, como tal, iban a organizarse para pelear por sus derechos, religiosos y ciudadanos, y por el respeto que toda religión merece.

domingo, 1 de julio de 2012

Los umbandistas van a la Plaza


El próximo lunes 9 de julio, los (afro)umbandistas argentinos realizarán una concentración en la Plaza de Mayo -a las 13 hs- para reclamar por sus derechos religiosos y ciudadanos, cada vez más vulnerados por las imágenes perniciosas que de sus creencias y actividades transmiten los medios de comunicación (ver innumerables ejemplos en este blog, bajo la etiqueta "religiones afro").