lunes, 17 de enero de 2011

Discriminación racial en el mercado laboral en Uruguay

Mural en el Teatro de Verano, Montevideo - detalle. Foto: A. F.

Diario El País de Montevideo, 17 de enero de 2011. Suplemento Economía y Mercado
BRECHA
LOS JÓVENES AFRODESCENDIENTES EN PROMEDIO ALCANZAN DOS AÑOS MENOS DE EDUCACIÓN FORMAL QUE LOS NO-AFRODESCENDIENTES
El mercado laboral no está libre de discriminación hacia los negros
La diferencia en la distribución del salario es de 22% en los sueldos bajos y medios y llega a 82% en los sueldos altos

Por Jorge Rebella
La sociedad uruguaya que se precia por su tolerancia y capacidad de inclusión en materia racial y religiosa no escapa al fenómeno de discriminación laboral hacia la colectividad negra. Dos trabajos publicados en 2010: "Descomposición de las brechas salariales entre blancos y afrodescendientes a lo largo de la distribución de salarios" de Marisa Bucheli y Graciela Sanroman y "Movilidad intergeneracional y raza en Uruguay" de Cecilia González y Graciela Sanroman, señalan una situación claramente desfavorable para la colectividad afrouruguaya en cuanto a los niveles de educación y salarios. A continuación un resumen de la entrevista con dos de las autoras.
-¿Existen diferencias salariales entre la población afrouruguaya y la población blanca, de acuerdo con el estudio que realizó junto con la Ec. Marisa Bucheli?
Graciela Sanroman-Sí. El objetivo del estudio es justamente determinar si las diferencias encontradas pueden ser explicadas por el hecho de que ambas poblaciones difieren en características que influyen mucho en los salarios, como son la educación y la experiencia. Para poder responder a esta pregunta utilizamos las Encuestas Continuas de Hogares (ECH) del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a los años 2006 a 2009. Utilizamos esos años debido a que antes del 2006 la ECH no recolectaba información respecto a la ascendencia racial de los encuestados.
-¿Qué particularidades presenta esa investigación?
GS-En ese trabajo estudiamos las diferencias en el salario por hora que perciben los hombres afrodescendientes respecto a los hombres blancos. Para ello seleccionamos una muestra de hombres de entre 25 y 59 años de edad que trabajan a tiempo completo, son afro-descendientes o tienen únicamente ascendencia blanca, excluyéndose a los trabajadores rurales.
El estudio permite afirmar que la población afrodescendiente obtiene salarios bastante menores que el resto de la población y que la diferencia es mayor si nos concentramos en la parte superior de la distribución salarial; es decir si comparamos los salarios altos de los hombres afrodescendientes respecto a los salarios altos de los hombres blancos.
-¿Qué magnitud tiene la brecha salarial entre ambos grupos raciales estudiados?
GS-En promedio la brecha salarial es del orden de 35%, es decir que el salario por hora de los afrodescendientes equivale al 65% del salario por hora que perciben los blancos. Pero, cuando comparamos las diferencias a lo largo de la distribución de salarios, vemos que la brecha es aproximadamente 22% entre los salarios bajos y medios y aumenta a un 82% entre los salarios altos.
-¿Cómo se pueden explicar esos salarios más bajos de los afrouruguayos?
GS-Es importante aclarar que la existencia de brechas entre los salarios de dos grupos (mujeres-hombres, afrodescendientes-blancos) no necesariamente implica que haya discriminación laboral. Esto es así porque las diferencias salariales podrían originarse en el hecho que las personas tienen características diferentes en aspectos que determinan el salario. Las características más resaltables son la educación, la experiencia y la habilidad de los individuos. La habilidad no se observa, pero sí se observan la educación y la experiencia de las personas. Entonces, utilizando técnicas econométricas lo que hacemos es calcular qué parte de la brecha salarial puede explicarse por diferencias en educación y experiencia y qué parte queda inexplicada. Tradicionalmente, la brecha inexplicada se ha considerado como una medida de la discriminación laboral. Nuestros resultados indican que, en el caso de la comparación de los salarios de los hombres afrodescendientes y los hombres blancos, aproximadamente la mitad de la brecha es explicada y la otra mitad no lo es. Es decir, encontramos evidencia de que el mercado laboral uruguayo no está libre de discriminación hacia los afrodescendientes.
Niveles educativos
-¿Cómo ha evolucionado la movilidad educativa de los afrodescendientes y el resto de la población uruguaya de acuerdo con el trabajo que realizó junto a la Dra. Sanroman?
Cecilia González-El estudio de la movilidad educativa intergeneracional implica analizar cómo se relacionan los logros educativos de los hijos en relación a los logros educativos de los padres. Hay dos tipos de medidas: una mide la movilidad absoluta, es decir si la educación de los hijos es mayor o menor que la de sus padres. También se mide la movilidad relativa. Aquí lo que importa es la posición de hijos y padres en relación a los logros educativos de las personas en su grupo de edad. Es decir, importa determinar si la educación de un hijo está por encima del promedio de la educación de las personas que tienen su misma edad y si ocurre lo mismo con sus padres. El estudio de la movilidad intergeneracional ayuda al estudio de la desigualdad debido a que implica un estudio dinámico más acorde al análisis de la igualdad de oportunidades.
-¿Y qué resultados han observado en ese sentido?
CG-Los resultados indican que la movilidad relativa educativa intergeneracional ha disminuido en Uruguay para todos, afro y no-afrodescendientes. A su vez, encontramos que los niveles de movilidad relativa son mayores en la población afrodescendiente en relación a la no-afrodescendiente. Es importante destacar que, en la medida que la población afrodescendiente alcanza un menor nivel de educación en las generaciones anteriores, hace esperar un mayor grado de movilidad dentro de esta población, sobre todo movilidad absoluta, tal como muestran los datos. No obstante, para complementar este análisis es interesante estudiar la brecha educativa.
-¿Se mantienen en niveles similares los logros educativos de las actuales generaciones de afrodescendientes y las de sus padres?
CG-Sí, efectivamente. Utilizando también los datos de la ECH-INE 2006-2009, encontramos que existe una brecha educativa entre los adolescentes afrodescendientes y los no-afrodescendientes de aproximadamente dos años. Es decir que los jóvenes afrodescendientes en promedio alcanzarán dos años menos de educación que los no-afrodescendientes. Y esa misma desventaja educativa se encuentra en las madres y padres afrodescendientes, que presentan dos años menos de educación que las madres y padres no-afro respectivamente. Por otro lado y en términos generales, todos los jóvenes alcanzan más años de educación que sus padres, pero las diferencias entre afrodescendientes y no-afrodescendientes persisten.
-¿Qué factores determinan esa brecha educativa entre los afrodescendientes y el resto de la población?
CG-Nuestras estimaciones indican que más de la mitad de la brecha en la población adolescente puede ser explicada por la brecha en la generación de los padres. Además, el sistema de educación estaría operando de forma neutra en cuanto a la brecha educativa entre la población afro y no-afrodescendiente. Es decir que el sistema no actúa en el sentido de ensancharla, pero tampoco de acortarla, lo cual es un resultado acorde con el hecho de que no hay políticas educativas específicas dirigidas a los afrodescendientes.

Ficha técnica
Graciela Sanroman, uruguaya, es licenciada en economía por la Universidad de la República y se doctoró en la misma disciplina en el CEMFI, Madrid. Es investigadora y profesora en el Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales y en la Facultad de Ciencias Económicas de la UdelaR.
Cecilia González, uruguaya, es licenciada en economía por la UdelaR. Es asistente de investigación en el Área de Economía Laboral del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales de la UdelaR.

Fuente.

5 comentarios:

  1. Alejandro:
    Teniendo familiares en Uruguay, me atrevo a arrimar un comentario y un recuerdo, aún habiendo leído superficialmente la entrada.
    Una vez, una sobrina uruguaya, hoy de veintipico y que vive en Montevideo, me comentaba que ella advertía que a medida que avanza en sus estudios iba raleando la presencia de compañeros afrodescendientes, y que eran contados los que terminaban el secundario.
    Se me ocurre que para ese segmento de la población no existe una política oficial de incentivo. Los líderes o los activistas de la comunidad afrodescendiente, si es que los hay, podrían suplir esa carencia, pero la réplica seguramente podría ser: ¿Para qué esforzarme, si en definitiva, por mi condición, no podré desarrollarme?
    Lo que me lleva al recuerdo. Desde que era chico y a lo largo de los años escuché a mi viejo, montevideano de La Unión, comentar de una morena que había estudiado para maestra y lo único que pudo hacer, fue dar clases particulares, porque no la tomaban en un ningún establecimiento oficial.
    ¿Se ponen en los zapatos de la mujer? ¿No les daría ganas de pararse a gritar en el medio de la calle?
    ¡Qué va a hacer!
    Recordarla es una forma de homenajearla, ojalá le llegue donde quiera que esté.
    Tenés razón que, como siempre decís, todo suma, no sé si percibe, pero tenemos el privilegio de vivir esta época en la que se está produciendo el abordaje de temas y visibilización de sectores de población que hasta hace poco eran impensados.

    Kindword.

    P.D.: No se enojen los amigos uruguayos, si el tenor del comentario pudiera herir susceptibilidades.
    Este tipo de trabajo debe obligarnos a nosotros los argentinos a meditar sobre los sutiles mecanismos de discriminación propios de este lado del Plata.
    ¿Sutiles? Sí, mientras el considerado inferior se mantenga en su lugar y no ocupe el Parque Indoamericano. Ja.

    ResponderEliminar
  2. No creo que tengan por qué molestarse por tu ocmentario, los datos del estudio son bastante claros, y salieron en un diario importante de la vecina orilla. Tus recuerdos sólo confirman lo que sugieren las cifras. Lo único: que sean "sutiles" no quiere decir menos efectivo! Si tuviéramos cifras para hacer un estudio parecido acá, seguro no sería muy diferente. Además de que me interesa la situación en Uruguay, siempre pongo noticias o estudios de allá para ayudarnos a pensar qué pasa acá... Abrazo

    ResponderEliminar
  3. ES ABSOLUTAMENTE ASI EN AMBAS ORILLAS, PRINCIPALMENTE SI ADEMAS DE AFRODESCENDIENTE SOS DE CLASE SOCIAL BAJA O MEDIA BAJA......TENGO UNA BASTA CANTIDAD DE HISTORIAS DE VIDA -DE ACA Y DE ALLÁ- DE GENTE QUE LOS DISCRIMINARON EN EXÁMENES DE INGRESO, O QUE NO CUENTAN CON UN NIVEL DE AUTOESTIMA PARA ENFRENTAR EL SISTEMA EDUCATIVO CON SUS TRIBUNALES DE EXAMEN....MIL FORMAS, PERO A MEDIDA QUE AVANZAN EN EL SISTEMA: VAN DEJANDO....

    POR ESO ME EXTRAÑO EL "INFORME SOCIODEMOGRAFICO SOBRE LA CABA", PORQUE EL NIVEL EDUCATIVO DE LOS AFRODESCENDIENTES TIENE EXCEPCIONES (TERCIARIOS, UNIVERSITARIOS), PERO EN UNA ALTA MAYORIA TERMINAN EL PRIMARIO Y NADA MAS.

    vivi

    ResponderEliminar
  4. es notable las diferencias salariales

    ResponderEliminar
  5. Muy bueno este articulo, sobre todo en lo relacionado con las diferencias salariales existentes en la actualidad.

    ResponderEliminar