martes, 5 de octubre de 2010

Antecedentes


La corresponsal de Clarín en Brasil, Eleonora Gosman, parece no poder dejar de mirar la realidad de aquel país a través del sentido común argentino (un periodista, creo, debería tratar de trascenderlo….).
En el diario de hoy brinda un retrato de Marina Silva, la exministra de Medio Ambiente que rompió con el PT, se presentó como candidata –digamos- “ecologista” y terminó tercera con 19 % de los votos. Entre otras cosas, dice que es una “mujer parda y de ojos negros”. La propia Marina en un par de reportajes, dice de ella misma: “sou negra, mas nunca fui vítima de preconceito racial aquí ” –quizás porque por su fenotipo también puede pasar como morena, una categoría que puede quitarla del segmento más estigmatizado.
Lo que llama la atención en la nota, sin embargo, es la afirmación que la corresponsal argentina realiza en el último párrafo:
"Marina trajo, por añadidura, un halo que la colocó entre Lula y el presidente norteamericano Barack Obama. Viene de la pobreza extrema hasta los 16 años y se convierte en universitaria gracias al apoyo que le brinda Chico Mendes, el sindicalista que agremió a los caucheros. Pero en ese punto se terminan todas las analogías con Lula. Ni hablar de Obama, donde las identificaciones acaban en la cuestión racial. Es bueno recordar que San Pablo ya tuvo su intendente negro: Celso Pitta. Pintaba como un gran alcalde. Pero no pudo con su propia corrupción."
Ahora bien, ¿por qué curioso salto de lógica  “es bueno recordar” que la metrópolis brasilera “ya tuvo su intendente negro” y corrupto? Es que acaso "los negros" "tuvieron" su chance y la desperdiciaron?
Misterios del "gran diario", a.k.a "el monopolio"

Fuente de la nota citada y foto: Clarin de hoy
http://www.clarin.com/mundo/america_latina/buscan-seducir-Marina-votantes-evangelicos_0_347965270.html

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