Destaco este comentario de Pablo Cirio porque me permite explayarme, un poco, sobre una de mis preocupaciones actuales: la necesidad de estudiar la estructura (específica) del racismo en cada país.
La preocupación por las imágenes que circulan sobre los (individuos considerados) "negros" es una constante a lo largo del blog, así como el énfasis en hechos que usualmente pueden ser considerados pequeños o poco importantes: por ejemplo, la forma en que se dibuja la cara de un personaje en un cuadro de historieta, o en una propaganda, o en la ilustración de una nota.
Además de que es uno de mis principales temas actuales de investigación, pienso que es la sumatoria de todos estas pequeñas representaciones -o, a veces, pequeños actos cotidianos: ironías, chistes, apodos, etc.- lo que construye el "acopio social de conocimiento" (Berger y Luckmann), lo que "todos sabemos" de manera pre-teórica (sin cuestionarlo demasiado y sin transformarlo en una ideología) sobre la "inferioridad" "natural" de los "negros".
Es lo que nos comunicamos entre nosotros -y le hacemos saber a "ellos"- y lo que permite la sumatoria de los actos discriminatorios de distinto tipo que van a hacer que sea tan complicado, hoy, ser "negro" en Argentina.
Comentario de Pablo Cirio:
Creo que me perdí los comentarios de los lectores más tristemente jugosos, pues han sido levantados por ofensivos. Vivimos en un país cínicamente racista, muchas veces estos comentarios no superan la simple enunciación, más cuando se está detrás de una computadora, con todo el anonimato que da. Por ello, creo Alejandro, no habría que darle más importancia de la que tienen a esos lectores, pues cara a cara arrugarían en su cobardía.
Recuerdo en una nota pasada que me hicieron, que me trencé mal con una lectora argentina de Australia que argumentaba que en la Argentina no hay racismo porque no hay negros (un clásico), y la seguimos por correo privado, al final terminó reconociendo su error y hasta nos mandamos fotos familiares!!!
Atte. Pablo Cirio.
Atte. Pablo Cirio.
No, están ahí. Sólo que no son obviamente “racistas” porque no hacen directa alusión a la “raza” de los entrevistados. Como digo, son un mix de desprecio por clase, nacionalidad, ideología, pero también raza. Primero, siempre los llaman “esta gente” (!); segundo, (casi o) ninguno de los comentarios se solidariza con su situación –algo verdaderamente increíble en este contexto mediático. Tercero, se las agarran con uno de los inmigrantes porque tiene 32 años, es estudiante, y lo ayudaba su familia. Para los “lectores” eso ya lo descalifica o lo sitúa como un sospechoso activista de izquierda (de esos que, en su imaginario, sólo van a la facultad sólo para “hacer política”). Cuarto, lo critican sin piedad porque tiene la “insolencia” de criticar a los EEUU cuando, según ellos, debería estar agradecidísimo. Quinto, como se reúnen en el Comité de Movimientos Populares de Luis D’Elia son despreciados por asociación con la Bestia Negra del racismo local.
Ciertamente, una conjunción de prejuicios de clase, xenófobos y sin duda también raciales, porque apuesto a que no dirían lo mismo de estudiantes blancos de algún país pequeño de Europa (oriental) afectado por algún cataclismo.
Para mí todas las observaciones irónicas, prejuicios, estereotipos, chistes, etc. ayudan a conformar la estructura del racismo de una sociedad. O sea, no es sólo cuánta gente se anima a llamar a alguien “negro de mierda” en su cara, sino a hacerlo en comentarios a terceros, delante de sus hijos, contando chistes racistas, opinando de esta manera en la web, etc. Todas estas son maneras a través de las cuales se establece, como “natural” la inferioridad de los “negros” y la negatividad de ser “negro”. Todos estos (más o menos) pequeños actos van formando la estructura del racismo de una sociedad. La burla supuestamente inocente y el desprecio quizás indirecto pero certero son dos de los más fuertes mecanismos que en nuestra sociedad sirven para poner a los “negros” en “su lugar”.
Para mí todas las observaciones irónicas, prejuicios, estereotipos, chistes, etc. ayudan a conformar la estructura del racismo de una sociedad. O sea, no es sólo cuánta gente se anima a llamar a alguien “negro de mierda” en su cara, sino a hacerlo en comentarios a terceros, delante de sus hijos, contando chistes racistas, opinando de esta manera en la web, etc. Todas estas son maneras a través de las cuales se establece, como “natural” la inferioridad de los “negros” y la negatividad de ser “negro”. Todos estos (más o menos) pequeños actos van formando la estructura del racismo de una sociedad. La burla supuestamente inocente y el desprecio quizás indirecto pero certero son dos de los más fuertes mecanismos que en nuestra sociedad sirven para poner a los “negros” en “su lugar”.
A cuántos argentinos hay que darles "asesoramiento personal" como en el caso que contás, para que cambien de opinión? :-) Y encima intercambiar fotos?? :-) Sólo con tu paciencia.... :-)
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