He dicho en alguna otra entrada del blog –se complica a esta altura encontrar las referencias exactas, habrá que incorporar alguna tecnología de búsqueda- que no llego a entender la política del INADI respecto a las religiones de origen afrobrasilero (o africano) en nuestro país.
Esta invitación del INADI a la “ceremonia Yemanyá” revela una vez más que a la presumible buena voluntad de sus funcionarios se le suman dosis ya repetidas de desconocimiento de la realidad local.
En primer lugar, como ya dije a raíz de otro evento, parece haber ignorancia o despreocupación por los términos propios o nativos en los cuales suelen enunciarse estos eventos. Asi, esta es una “Fiesta de” o “para Iemanjá”, o una “Ofrenda para Iemanjá”. Pero “Yemanyá” no es el nombre de la fiesta ni de la ceremonia, sino del orixá al cual se homenajea a través del evento. Seguramente cualquier pai o mae de santo podría haberles sugerido un nombre más adecuado para el evento.
Esta invitación del INADI a la “ceremonia Yemanyá” revela una vez más que a la presumible buena voluntad de sus funcionarios se le suman dosis ya repetidas de desconocimiento de la realidad local.
En primer lugar, como ya dije a raíz de otro evento, parece haber ignorancia o despreocupación por los términos propios o nativos en los cuales suelen enunciarse estos eventos. Asi, esta es una “Fiesta de” o “para Iemanjá”, o una “Ofrenda para Iemanjá”. Pero “Yemanyá” no es el nombre de la fiesta ni de la ceremonia, sino del orixá al cual se homenajea a través del evento. Seguramente cualquier pai o mae de santo podría haberles sugerido un nombre más adecuado para el evento.
En segundo lugar, por más que la celebración en Buenos Aires esté mas desparramada geográficamente que la de Uruguay o la de Salvador –los devotos ofrendan en distintas playas y localidades a diferentes horas del día- ya hay al menos dos importantes ceremonias preparadas y publicitadas hace tiempo a las cuales concurrirán un número importante de devotos.
Una es la que organiza el pai Hugo de Iemanjá en Mar del Plata (desde hace ya muchos años) y la otra la planificada por ASRAU en la ribera de Quilmes.
¿No tenía mas sentido adherir a, auspiciar o participar de alguna manera de alguna de estas celebraciones (“reales”, digamos, que la comunidad ya está realizando) que organizar una nueva? ¿No resultaría raro organizar una fiesta “INADI” del año nuevo chino, cuando ya hay una en Belgrano, o una fiesta de la Virgen de la Candelaria, cuando ya hay celebraciones organizadas por la comunidad boliviana?
¿No se robustecería o enaltecería mas la práctica religiosa afro-umbandista (invisibilizada cuando no estigmatizada o discriminada) promoviendo la presencia de representantes de otros credos en las propias fiestas afro-umbandistas más que en una organizada por el INADI?
¿No se robustecería o enaltecería mas la práctica religiosa afro-umbandista (invisibilizada cuando no estigmatizada o discriminada) promoviendo la presencia de representantes de otros credos en las propias fiestas afro-umbandistas más que en una organizada por el INADI?
Me llama la atención sobre todo, la continua promoción por parte del INADI de “eventos culturales” que más parecen llevar a una folklorización de la religión que a ayudar a la efectiva o libre práctica religiosa de sus ya miles de adeptos en nuestro país. Lo que debería buscarse no es ayudar a hacer religión en un escenario, sino disminuir la discriminación que sufren quienes la practican cotidianamente.
La estrategia de promover hechos culturales y dignificar la religión a través de “la cultura” tuvo algún éxito en Brasil –su país de origen- pero ya está mostrando sus límites aún allá. Hartos de su glorificación escénica pero de su menosprecio cotidiano como religión y de la inacción ante los constantes ataques de la Iglesia Universal del Reino de Dios, los pais y maes de santo brasiler@s se movilizan cada vez más por sus derechos ciudadanos y no por sus derechos folklóricos.
La estrategia cultural también fue probada por los propios practicantes argentinos durante más de una década – en los 90s- con réditos muy parciales.
Más que fomentar un multiculturalismo light el INADI deberia estar proponiendo estrategias efectivas contra la discriminación que sufren los afro-umbandistas en su práctica cotidiana.
Más que fomentar un multiculturalismo light el INADI deberia estar proponiendo estrategias efectivas contra la discriminación que sufren los afro-umbandistas en su práctica cotidiana.
Que quede claro que no digo esto con mala voluntad -valoro los esfuerzos del organismo- sino con ánimo de contribuir al necesario debate sobre el carácter de dichas prácticas y estrategias.
Seré duro, pero es el precio que están pagando por su ignorancia.
ResponderEliminarCuando Salamanca no da y natura no presta, consultas a expertos pueden solucionar algo tan simple como llamar a las cosas por su nombre. Si no se hace nada, los resultados son los que comentás.
Sigan los éxitos.
Atte. Pablo Cirio.
Descubrí hoy el blog, muy interesante. Esto de la fiesta de Yemanjá me parece increíble, como si no hubiera otras formas de manejar la organización de eventos, teniendo en cuenta lo que vos contás. Si yo organizara una misa sin consultar al cura qué pasaría? Reconozco que admiro tu buena voluntad, yo te ofrecía trabajo en el INADI hoy mismo. Muchos saludos, Laura Álvarez López
ResponderEliminarLaura! Bueno leerte. Gracias, pero ya bastante trabajo tengo solito… Para ser más o menos justos con el INADI: tienen un grupo (cambiante) de pais y maes con los que organizan cosas. Dudo, sin embargo, que sean estos pais/maes los que marquen la agenda, sino todo lo contrario… Como dije antes, suele privilegiarse el candomblé en estos eventos, práctica que no tendrá más de media o a lo sumo una decena de representantes en el país, contra los miles que hacen batuque riograndense en sus distintas formas (algunas pasadas por Montevideo). Esta asimetría en la representación se debe, a mi ver, a que el candomblé es más “glamoroso” que su primo gaúcho. Me encantaría ver la fiesta en Costa Salguero pero estaré en Uruguay en esa fecha….
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