En una clase sobre estereotipos, en el curso "Raza,
Nación y Cultura en América Latina" que actualmente estoy dando en Flacso,
una alumna tucumana trajo como ejemplo la foto que reproduzco arriba -que había encontrado
en el facebook del ente de Turismo de la provincia. Planteó si podía ser vista
como un caso de visibilización o de estereotipación.
El ejemplo me trajo a la memoria una entrevista que tuve
hace muchos años atrás con Enrique Nadal (padre de Fidel, y pionero del
activismo afroargentino) en la que me manifestaba su preocupación por cómo se realizaba la integración de varios de
sus conocidos dentro de sus grupos de amigos: como "el negro" de la
barra, que recibía continuas bromas por su condición fenotípica. Tenían amigos,
pero debían aceptar esta "inclusión subordinada": el lugar que sus amistades
"blancas" les otorgaban, por el cual nunca dejaban de ser alguien diferente,
y de alguna manera, inferior. Nunca llegaban a ser una persona con los mismos
derechos que los otros. Concientes de ésto, adoptaban algunas estrategias
adaptativas: en ocasiones, ser los primeros en burlarse de su propia
diferencia, en otras intentar disimularla (si era posible), en otras la
hipercorrección para mostrar que (pese a todo) "tenían el alma
blanca". Probablemente fue a partir
de allí que se me hizo evidente la necesidad de comprender mejor las distintas modalidades
que adopta el "racismo cotidiano" argentino -con sus variaciones
geográficas y temporales, siempre frecuentemente desestimadas aún por sus
propias víctimas.
En este caso, creo que la propia foto no deja muchas dudas respecto de la
duda planteada por mi alumna. Es caricaturizante hasta lo simiesco -una imagen
tradicional en Argentina cuando de "negros" se trata- y perpetúa el estereotipo -también común- de la mujer negra como cocinera o doméstica. La diferencia con
los rasgos más naturalistas y no grotescos de los hombres (¿próceres?) blancos
es marcada -y no permite argumentar que "es sólo un muñeco". Si
alguien del gobierno de Tucumán tuvo la intención de visibilizar a la población
afrodescendiente de la provincia, habría que avisarle que recurrir a las
imágenes trilladas, estereotipadas y ofensivas que habitualmente se han
empleado no es una buena idea.