Foto: TELAM
La foto no tiene desperdicio. Estoy por viajar, asique sólo unas reflexiones apuradas -aún más que de costumbre.
Varias personas a las cuales respeto y quiero mucho expresaron su satisfacción por las referencias de nuestra presidenta a las raíces afro de la cultura local.
Personalmente, claro que prefiero que haya dicho algo a que no.
Lo expresado me parece, sin embargo, escaso y superficial (supera en algo -y tenés razón Darío- la cantilena de las escuelas) pero no creo que llegue a reflejar lo que se debería haber preparado -por el INADI por ejemplo- para la ocasión.
Se están lanzando claramente "a la conquista" de Angola. ¿No podría el INADI, a través de su Foro de Afrodescendientes, haber preparado alguna información más actualizada? ¿No podría el Consejo Consultivo de la Cancilleria Argentina, que tiene una Comision de Afrodescendientes y Africanos/as, haberle elaborado un texto o un breve dossier? No debería haber viajado -entre tanto empresario- algun/os afroargentino/as para mostrar las raíces africanas reales de la Argentina?
¿No hubiera sido importante y apropiado mostrar las raíces africanas (probablemente congo-angolanas) de muchas de nuestras manifestaciones culturales?
El problema es que ya dejamos de esperar políticas de Estado reales, y cualquier referencia discursiva nos deja contentos.
Tenemos funcionarios y algunos organismos gubernamentales que le brindan una participación pequeña y simbólica a los afrodescendientes para cumplir con los requerimientos internacionales de "buenas prácticas" hacia las minorías, pero sigue sin haber una política de Estado que los reconozca y asista.
¿Entre tanto verso tercermundista, no hubiera sido adecuado establecer una conexión real, a través de la presencia, manifestación y visibilización de los lazos reales (genéticos, biológicos, culturales) que nos ligan a Angola? ¿Mostrar cuánto de Africa hay en la Argentina actual?
Claro que para esto es necesario reformular la concepción de sentido común que tenemos de nuestros posibles lazos con Angola (un mero "vamos a venderles cosas a los africanos").
En vez, tenemos un bailecito y una foto que muestra una familiaridad paternalista sorprendente (quizás permitida porque se está tratando con un Otro exotizado, cuando no infantilizado, una larga tradición argentina). (y puedo ser injusto con esta última afirmación)
(En fin, apurado, descontento y exagerado, como siempre....)