Clarín, domingo 29 de enero de 2012
Uno se repite, pero -mas allá de las propias obsesiones- es la realidad misma la que lo hace.
Ya habiamos señalado que en uno de los crímenes que más sistemáticamente rellena las páginas de policiales de los diarios (el de una maestra supuestamente asesinada por su marido) había un "pai" sospechado de tener alguna participación.
Página 12, domingo 29 de enero de 2012
El domingo, Clarín tituló una nota "Cae un pai umbanda por el crimen de Tigre". Página 12 tuvo un título similar, y, según una búsqueda en Google, varias decenas de medios, capitalinos y del interior, lo habrían reproducido.
Búsqueda en Google, domingo 29 de enero de 2012
Como siempre:
1- todavía no saben si esta persona estuvo involucrada en el crimen.
2- tampoco está claro si realmente es un "pai umbanda" y quién lo certifica -para la policía y los medios, cualquier sospechoso con una estatua de -digamos- San Jorge en la casa o algún altarcito parece ser "un pai umbanda".
3- Aún si esta persona estuviera involucrada realmente en el crimen y fuera efectivamente un "pai umbanda", ¿cuál es el sentido de remarcarlo en los titulares?
Multiplicado por 99 -como parece ser el caso según Google-, reproducido por los principales medios de todo el país, el titular se convierte en una poderosa máquina de producción y reproducción de prejuicios respecto de esta religión y sus practicantes.
Multipliquemos ésto no solo por la cantidad de medios nacionales que se hacen eco, sino por la cantidad de crímenes en los que arbitrariamente se involucra a la religión cada año y tenemos el resultado: miles y miles de argentinos que no pueden declarar su pertenecimiento religioso sin que ipso facto se sospeche que son peligrosos asesinos en potencia.
¿El INADI no hace nada al respecto?