domingo, 30 de septiembre de 2012

Racismo -según Teun Van Dijk

Teun Van Dijk es uno de los principales estudiosos sobre el fenómeno del racismo. Sus trabajos abarcan varios países y es uno de los pocos autores con varios libros sobre el tema traducidos al español.
Reproduzco una entrevista que le acaban de hacer para un diario colombiano.
Coincido con la importancia que le otorga al racismo de las élites, pero el fenómeno sin duda sobrepasa un estrato social específico, y es necesario entender, asimismo, las situaciones de racismo cotidiano provocadas frecuentemente por individuos que no pertenecen a ese sector social.  

Foto: Claudia Rubio - diario El Tiempo

Diario El Tiempo, Bogotá. 26 de Septiembre del 2012
'Se aprende a ser racista y a ser antirracista': Teun Van Dijk
Por: María Paulina Ortiz 

El holandés Teun Van Dijk es uno de los lingüistas más reconocidos en el mundo por estudios y análisis sobre el discurso. Desde hace 30 años, centró sus investigaciones en determinar cómo las palabras promueven, de forma consciente o inconsciente, la violencia, la discriminación y la desigualdad.
"Estudio el discurso del racismo como sistema de dominación", afirma Van Dijk, que está en Colombia como invitado al congreso de la Asociación Latinoamericana de Análisis del Discurso, Alad (que él cofundó hace 16 años), y a inaugurar el doctorado de Educación y Sociedad en la Universidad de la Salle.
Van Dijk ha analizado el tema tanto en Europa como en países latinoamericanos, tanto que uno de sus libros lleva como título Discurso y racismo en América Latina. En este caso habla de la situación de exclusión de grupos indígenas y afrodescendientes.
Usted plantea que el racismo se reproduce principalmente mediante las élites...
Si buscamos la responsabilidad primera, vamos a encontrarla en las élites, en efecto. El racismo no es innato. Nadie nace siendo racista. Se aprende a serlo mediante el discurso, primero el que recibes de los padres, luego el que lees en los libros de texto, después en la televisión, y luego en los discursos públicos, de los políticos. Los responsables de estos discursos pueden resumirse en tres P: políticos, profesores y periodistas. Son ellos quienes tienen el control del discurso y, desde esa posición, exageran las diferencias entre nosotros. Pueden hacerlo por medio de una discriminación abierta -no dejar entrar a tu barrio, a tu oficina, a tu tienda, a tu país a quien es diferente- y una discriminación no visible, cuando las diferencias están en tu mente y de forma normal asociamos lo negativo con otros y lo positivo con nosotros.
¿Se trata siempre de una conducta intencional?
No necesariamente. La gente a veces ni siquiera se da cuenta. Entonces se pregunta: "¿yo, racista?". Pero si observas los diarios ves que hay 100 artículos sobre indígenas o afrolatinos, por ejemplo, y todos tratan de temas negativos. Es algo que ya forma parte de la cultura. Muchos hombres también son machistas sin darse cuenta. Por eso la sociedad necesita des-aprender este comportamiento. No va a cambiar de forma espontánea. Con el racismo explícito es más fácil, porque es más reconocible. De hecho, hay leyes contra la discriminación en todos los países; en Colombia está la Constitución del 91. Pero luchar contra lo implícito es más complicado. De acuerdo, contratas a un negro en tu empresa. Pero ¿y si luego no cooperas con él en el trabajo? ¿Eso cómo lo controlas?
¿Cuáles son las estrategias de discriminación que ve con más frecuencia en los textos?
La más sencilla: enfatizar lo positivo de nosotros -los blancos, los modernos, los buenos- y lo negativo de las minorías. En los discursos de los diarios puedes ver las imágenes que utilizan, qué citan, a quién entrevistan, a quién no le dan la palabra. Cuando hay un conflicto ético en el país, por ejemplo, ¿a quién le van a preguntar primero? ¿A los líderes de las minorías? No. Van a hablar otra vez con el alcalde o el presidente o el abogado blanco.
Habla del uso de las metáforas como algo recurrente.
Las metáforas son muy típicas. Una pregunta: ¿cómo llegan los inmigrantes a España? ¿En avión? ¿En barco? No. Ellos vienen "en olas". Siempre vienen en olas. Así los describen. Es una metáfora muy fuerte porque de inmediato evoca avalancha, una idea negativa. Sientes ahogarte en los inmigrantes. Lo mismo sucede con la ola de delincuencia que se lee en América Latina. Cada palabra provoca una comunicación emocional que debe tenerse muy en cuenta.
¿Tendría que pensarse, según usted, en un cambio desde los libros escolares?
Tiene que ser desde ahí, porque en los libros infantiles ya están inmersos estos conceptos. En esos libros, los héroes son los chicos y no las chicas. Y los chicos blancos. De pronto aparece un amigo de color o un indígena, pero nunca es el protagonista. La representación de la minoría es nula. En los libros de texto de las escuelas se habla de que los indígenas eran grandes guerreros. Eran. Pero ahora son salvajes e, incluso, terroristas porque están ocupando tierras, sus propias tierras, por cierto. En estos textos empieza el énfasis que planteo: lo bueno de nosotros y lo malo de otros.
De acuerdo con sus estudios, ¿se debate lo suficiente sobre racismo y exclusión?
De racismo no se habla. Es casi imposible. Doy un ejemplo: hace poco hice un análisis del diario El País, de España. Sumé cuatro mil artículos referentes a racismo, pero todos hablaban de otro país. Nada sobre España. Solo uno se refería al racismo español, pero la mitad del texto era negándolo. Esto es grave, porque de la misma manera que se aprende a ser racista, se aprende a ser antirracista. Pero sin hablar es imposible.
¿Ha visto avances en el discurso sexista?
Es un hecho que el feminismo de los años 60 cambió mucho el discurso sexista, lo hizo más diverso y más inclusivo. Ha cambiado, aunque no está aún en un estado perfecto. Es cierto que hay presidentas en varios países latinoamericanos, por ejemplo, pero eso no quiere decir que las mujeres de esos países tengan poder.
¿Y el discurso sobre la comunidad homosexual?
No es un tema en el que me haya centrado. Pero la discriminación funciona de igual forma y a veces peor. Si una minoría se combina con otra -sexualidad diferente en este caso- es mucho más complicado. Una mujer negra y homosexual, por ejemplo. Pero, en general, las estructuras de discriminación son las mismas. Sus análisis hablan de la importancia del contexto.
Es indispensable analizar el discurso completo. La interpretación siempre va a depender del contexto. Tú puedes decir las mismas palabras, pero con intenciones diferentes.
Un discurso tiene la fuerza de unir o desunir...
Totalmente. Por eso en mis investigaciones hablo del discurso como forma de inclusión o de exclusión en la sociedad. El racismo es la exclusión de las minorías. Está lo explícito -el policía que en la frontera no te deja entrar o te controla de más-, pero está el discurso, también. El no darte la palabra, no pedirte la opinión, no hablar sobre tus problemas o minimizarlos. Como un discurso desune, puede unir. El feminismo es un ejemplo: fue posible gracias a la solidaridad de las mujeres.
Es importante para la paz.
Hablar es la manera más importante de hacer la paz, aunque muchas veces también es la condición de hacer la guerra. Grandes matanzas de la historia han sido causadas por discursos. La matanza masiva de los judíos empezó con una preparación de la mente mediante el discurso. Todas las formas concretas de discriminación -no dar trabajo, no dejar entrar en tu familia, casa, barrio, club- se preparan primero con palabras. Porque tú solo puedes excluir cuando antes tienes una idea de que otro es diferente. El discurso es muy poderoso y la gente no se da cuenta de su poder . Por un lado, es la forma de interacción entre las personas y, por otro, es fundamental en la creación de los modelos y los esquemas mentales.
Se supone, además, que mantener el racismo favorece a las élites de las que usted habla...
El racismo es un sistema de dominación, y obviamente la dominación tiene grandes ventajas. Si los hombres no quieren a las mujeres en sus empresas, es porque pretenden mantener en sus manos el control, los mejores sueldos, las mejores posiciones. Lo mismo sucede si no dejas entrar a determinados grupos en tu país. Todo tiene que ver con intereses socioeconómicos. Las élites no quieren compartir el poder. Lo que he descubierto en mis análisis de textos es que la prensa de izquierda -que antes se alejaba de los discursos de exclusión- es la que actualmente más critica las cuotas de gente negra, de mujeres y de minorías. El discurso que antes pertenecía explícitamente a los grupos considerados de extrema derecha ahora se repite en todos los partidos políticos. Es algo que veo en mis estudios.
¿Conoce casos en los que ha logrado modificarse este comportamiento?
Claro. El ejemplo del discurso feminista esta ahí y tiene influencia en muchas áreas de la sociedad. Con el racismo hay muchos menos casos, incluso en países donde las minorías son casi mayorías, como en Brasil. Pero siento que si enseñamos sobre el tema (que es lo que yo hago) hay una posibilidad de ir desarrollando un discurso antirracista, de que la próxima generación de periodistas a los que damos clases sepa lo que es racismo en la prensa. Es un comportamiento de siglos y aprender lo contrario exige paciencia. Es un proceso muy lento. Se trata de cambiar la cultura y la mente de la gente, no es una cosa que se solucione con una ley. El discurso oficial puede incluso no ser no racista, pero eso no querrá decir que haya cambios en la calle.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Mercado de Salta -fines del siglo XIX


Fuente: Archivo General de la Nación

Documento Fotográfico.
Salta, fines del siglo XIX
Album Aficionados. Inventario 2183

Agradezco a Darío La Vega

jueves, 20 de septiembre de 2012

Juan Noriega - soldado afroargentino



Veterano del General Lavalle, Señor Juan Noriega.
Archivo General de la Nación. Documentos Fotográficos. Álbum Aficionados Nº 9. Inventario 213372.
(del facebook de Archivo General de la Nación)

Gracias Marilú Ghidoli

lunes, 17 de septiembre de 2012

El (ignorado) mural de Carybé en la calle Florida....

Resulta que había un mural hecho por Carybé en una galería de la calle Florida. 
¿Para cuándo más libros y estudios sobre su vasta y significativa obra?


Paredes decoradas. Son las de la galería Boston, de Florida al 100. La obra plantea un recorrido desde la Patagonia hasta el Amazonas. Texto Clarín y foto:  Emiliana Miguelez

Diario Clarín, lunes 17 de septiembre de 2012.
El mural que une a América latina
Por Eduardo Parise
Perdido en una galería porteña es de Carybé, quien nació en Lanús y fue leyenda en Brasil.

Cada día, a unos metros de la obra, pasan miles de personas. Y si se cuenta las de cada año, se podría decir que son millones. Pero, salvo algún artista inquieto o algún caminador advertido, muy pocos la vieron. Es un gran mural, hecho con baldosones de cemento, que cubre las paredes que están junto a una escalera de la Galería Boston, con entrada en el número 142 de la peatonal Florida. El valor artístico del trabajo se potencia con sólo mencionar el seudónimo de quien firma el trabajo: Carybé.
Su nombre real era Héctor Julio Páride Bernabó. Había nacido el 7 de febrero de 1911 en Lanús, provincia de Buenos Aires. Pero el espíritu aventurero de Enea (su papá italiano) y el amor por la tierra de Constantina (su mamá brasileña) lo fueron llevando a recorrer distintos países, primero del mundo y de América latina después, hasta llegar a Bahía, en Brasil, donde se iba a convertir en una figura de leyenda de la cultura afrobrasileña de las décadas del 50 y el 60. En Brasil también había encontrado el seudónimo que identifica toda su obra: Carybé es la designación que en portugués se le da a una especie de piraña del Amazonas.
Justamente el Amazonas y las imágenes de esta tierra casi virgen que aún sobrevive desde México hasta el Sur, fue la fuente de inspiración para ese mural que Carybé le dejó a los porteños y al resto de la Humanidad. Y aunque no está tratado como debería (un ejemplo brutal es el ventilador que alguien hizo colocar en alguna parte de la obra) allí se refleja un recorrido desde la Patagonia hasta las sabanas que van hasta más allá de Venezuela.
Las imágenes de gauchos, pescadores y artesanos puestas por el artista muestran “el espíritu de la tierra” que el hombre supo mostrar en sus más de 5.000 obras dejadas en el mundo. Entre ellas, se cuentan esos murales que alguna vez estuvieron en el aeropuerto Kennedy de Nueva York y que, tras pasar años en un depósito del Bronx, fueron instalados en el aeropuerto internacional de Miami.
Carybé no sólo fue muralista. También fue grabador, pintor, dibujante y escultor. Y como si eso no fuera suficiente también se destacó como escritor, músico, director de arte en cine y periodista en medios argentinos (entre ellos los diarios Crítica, Noticias Gráficas y La Nación) y brasileños (como el diario Carioca y el Tribuna da Imprensa). Además ilustró cientos de libros de “próceres” literarios como Julio Cortázar, Gabriel García Márquez y de su gran amigo Jorge Amado. Justamente con él, con Dorival Caymmi y con Gilberto Gil, compartió su amor por la capoeira y el Candomblé. Cuentan que Carybé murió el 1 de octubre de 1997 en un terreiro durante una sesión de ese culto. En Brasil, donde se nacionalizó en 1957, lo veneran como uno de sus grandes.
En Buenos Aires recuerdan otro mural que Carybé había pintado en la Galería Belgrano junto con Leopoldo Torres Agüero. Pero dicen que un día el dueño del lugar ordenó pintar las paredes y aquel trabajo se perdió. Pero aún queda el de la Galería Boston donde los marineros, las prostitutas, los pescadores y los capoeristas, es decir la gente común, siguen vivos.

domingo, 16 de septiembre de 2012

¿Necesitamos un "racismómetro"?


Una nota de Mariana Carbajal en Página 12 de hoy da cuenta de la creación, en México, de un "violentómetro" para generar conciencia acerca de la violencia de género. 
Es una escala que mide comportamientos machistas -desde los más " inocentes" y cotidianos  hasta asesinatos- con colores que miden la gravedad del hecho y la necesidad de buscar ayuda. Se distribuye principalmente en las escuelas primarias y secundarias, en la convicción de que una temprana educación en el tema puede ahorrar futuras  víctimas.

 Violentómetro" (fuente abajo)

No sería interesante la creación de un "racismómetro"? Si uno pudiera identificar el espectro amplio de conductas discriminatorias -desde las omnipresentes e "inocentes" "cargadas", pasando por los  insultos más o menos reiterados, hasta situaciones que involucran distintos grados y tipos de violencia- y ponerlos como parte de un mismo continuum, se ayudaría sin duda a su visibilización y, eventualmente, a su prevención.
Una cantidad de experiencias cotidianas "normales" de naturaleza discriminatoria -que no llegan a la violencia y al insulto abierto- serían desenmascaradas y puestas en evidencia.
¿¿Por qué no??....


La nota de Página 12 en:
"Violentómetros" tomados de:


viernes, 14 de septiembre de 2012

"La negra de la familia" - el racismo cotidiano..

Hace unos días apareció esta nota en uno de los blogs de La Nación. 
Llama la atención hacia un fenómeno aún poco reconocido y comprendido en nuestra sociedad: la discriminación que sufren individuos que "no son suficientemente blancos" en distintas situaciones de su vida cotidiana, aún en ambientes familiares o con amigos. 
No estamos hablando de negros (individuos socialmente clasificados como pertenecientes a la "raza negra") ni de "negros" ("cabeza", "villeros", "de mierda"). O sea, no son casos de personas consideradas "racialmente" negras, ni tampoco que sean estigmatizadas por su condición socio-económica y el color oscuro de su piel. 
En este caso, nos referimos a las personas de clase media (alta, media, baja) que no entran dentro del espectro cromático y fenotípico que, en el imaginario social, caracterizaría a este sector social.
Es claro que cuanto más pobres y oscuras sean las personas, mayor cantidad de experiencias de racismo cotidiano deberán enfrentar, pero el espectro del racismo cotidiano en nuestro país involucra a una cantidad de personas mucho mayor de las que creeríamos basándonos sólo en criterios estrictos de "raza" o de "clase".
No concuerdo con el giro específico que la periodista le da, en la segunda parte de su texto, hacia el tema del "bullying" -ya que es un problema liso y llano de racismo, que puede involucrar tanto a compañer@s, como a maestr@s, amigos y familiares- pero bueno, como dicen los brasileros, não faz mal llamar la atención  hacia esta problemática, aunque claramente la excede.

Foto: Micaela de niña

El karma de ser la “negra” de la familia
Por Micaela Urdínez  (responsable del  Area Periodística de la Fundación La Nación)

Antes que nada quiero aclarar que tuve la suerte de tener una infancia inmensamente feliz. Por eso, en un acto de honestidad brutal les comparto una foto mí­a de chica para que por un lado vean mi gran sonrisa pero también para que entiendan por qué en incluso en esa época dorada sufrí­a tanto el apodo de NEGRA que hoy tanto quiero. No era suficiente karma ser la única mujer entre 5 hermanos varones, sino que además tení­a que ser la única morocha de rulos entre una manada de rubios albinos de ojos claros (en el fonde derecho de la foto pueden chequearlo con la imagen de mi hermano Pato). Y sí­, este hecho hoy insignificante lograba opacarme la vida en ese momento.
El sobrenombre de Negra, Negrita, Black y hasta Nigger (que es un insulto en cualquier parte del mundo) surgí­a casi naturalmente ante un contraste evidente entre mi genética (heredada de mi madre) y la de mis hermanos (heredada de mi padre). Lo más increí­ble del asunto, es que pasé largos años de mi infancia sin poder expresar que me molestaba y dolí­a que me llamaran así­. Ni siquiera pude decí­rselo a las personas que más querí­a y más me querí­an como mi familia y mis amigos. De más está decir que tuve que soportar innumerables cargadas de parte de mis compañeros y amigos por ser “negrita”.
Así­ fue como cargué con ese estigma hasta que un dí­a me amigué con ese apodo cariñoso que hoy es parte de mi vida y que me da tanto amor escuchar. Por suerte lo mí­o fue bastante leve. En cambio, hoy son miles los chicos que en nuestro paí­s sufren en silencio de acoso, burlas o maltratos en la escuela o de manos de sus amigos. A todos ellos es que tenemos que darles la voz y las herramientas que necesitan para poder hacerse valer y salir de esa situación de sometimiento.
Según una investigación sobre violencia en la escuela, realizada por UNICEF Argentina y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en el último año el:
- 66% de los alumnos presenciaron situaciones de humillación entre ellos mismos.
- 23% estuvo preocupado por resultar ví­ctima de tal situación.
- 68% afirmó tener conocimiento de un hecho de robo de objetos del banco de un compañero o del escritorio del docente.
- 51% teme ser ví­ctima de violencia en el trayecto que va de la casa a la escuela.
- 71% presenció peleas a golpe de puño entre compañeros.
- 23% fue humillado o insultado por sus profesores, frente a sus propios compañeros.
Otro dato interesante, es que las escuelas privadas evidencian más casos de violencia €“maltrato, acoso y hostigamiento entre compañeros" que las escuelas públicas. Y si bien señala que las problemáticas vinculadas a conflictos entre alumnos -burlas, maltrato, hostigamiento, discriminación, humillaciones, padecimiento de actitudes crueles- resultan más frecuentes en los alumnos de nivel económico social alto, esta es una problemática que atraviesa todas las clases sociales.
Ante la preocupación por esta tendencia que crece dí­a a dí­a, celebro que desde el Ministerio de Educación se haya creado el Observatorio Argentino de Violencia en las Escuelas en dónde pueden encontrar información detallada. (...)

martes, 11 de septiembre de 2012

Continúan ataques racistas contra vendedores senegaleses en La Plata

Nuevos ataques a vendedores senegaleses en La Plata. Interesante nota de Visión Siete.



Como siempre, bien los abogados de COPADI (Colectivo para la Diversidad) ahí....

Agradezco a Silvina Agnelli

domingo, 9 de septiembre de 2012

San La Muerte: La devoción más sospechada

Una breve opinión sobre la atribución de crímenes a la devoción por San La Muerte (en rigurosos 1500 caracteres)..


El breve texto fue escrito entre la supuesta responsabilidad de la devoción en el triple crimen de Benavídez -ver entradas anteriores de este blog- y la sentencia a condena perpetua, en otro caso, de Marcelo Antelo, a quien varios medios llamaron "el apóstol de San La Muerte". 
Tanto Perfil ayer (en la nota en que fue incluído mi texto) como Clarín hoy, brindan una breve reseña de la vida de Marcelo. Según Clarín:

"Marcelo Antelo –conocido como “Marcelito”, condenado el viernes a perpetua por el crimen de Rodrigo Ezcurra y otros tres casos más– tiene 24 años y una vida muy sufrida. Su padre era alcohólico y drogadicto. Su mamá lo echó de su casa por sus propios problemas de adicción a las drogas, en especial al paco. Abandonado por sus padres, se fue a vivir junto a un tío al que quería mucho. Pero al poco tiempo el hombre murió en un enfrentamiento y otra vez quedó desamparado.
Entre los 17 y los 19 años, el joven intentó varios tratamientos de rehabilitación que no resultaron efectivos. A los 20 dejó embarazada a su novia, Brenda. Con ella y su hija (que hoy tiene 3 años) convivió por un tiempo. Pero la chica se cansó de los malos tratos de “Marcelito” y también lo terminó echando.
Antelo se quedó sólo y aislado, preso de las drogas. Sin casa, empezó a deambular por el barrio Rivadavia I, en el Bajo Flores.
Se vinculó con la “Iglesia Dios Vigente”, donde participó de cultos y rezos para tratar de dejar el paco, pero nunca lo logró. Por sus peleas con dealers, cuando tenía 20 años perdió un riñón en un enfrentamiento a tiros.
El viernes, Antelo –que pasó a ser conocido como el “asesino de San La Muerte”– fue condenado por cuatro homicidios consumados y una tentativa, entre otros delitos. El 21 de febrero de 2010 le disparó a Jorge Díaz para robarle; el 11 de abril, asesinó al estudiante Rodrigo Ezcurra; el 24 de junio, se cruzó en el barrio con Darío Romero, un hombre que había convivido con él, y le voló una mano con un disparo de escopeta; el 8 de agosto, asesinó a Jorge Héctor Mansilla, quien tiempo antes lo había echado de la casa donde convivían por su adicción a las drogas; ese mismo día, atacó a tiros al mecánico Mario Jorge Quiero, por un trabajo supuestamente mal hecho. Y el 15 de agosto asesinó a Pablo Zaniuk (le pegó un tiro en la cara) y a Marcelo Cabrera (de nueve disparos). Todos los hechos ocurrieron en la misma zona del Bajo Flores."
Y después la culpa la tendría la devoción por San La Muerte....


viernes, 7 de septiembre de 2012

La "pista umbanda" y la "pista San La Muerte" en el triple crimen de Benavidez (2)

Continuando y profundizando reflexiones en una entrada anterior de este blog, el periodista Alejandro Agostinelli muestra cómo los medios construyen "asesinatos rituales" y sacan el foco de las verdaderas causas de numerosos asesinatos: la violencia de género...

La nota, en:


Confieso que tuve que ir al diccionario para ver qué quería decir "estulticia": necedad, tontería.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Prohibido ser negro en La Plata

Esta película ya la vimos en Buenos Aires, hace un par de años -hay varias entradas en este blog al respecto, ver la etiqueta "africanos"-.
Los inmigrantes senegaleses -o de otros lugares de Africa- quieren vender bijouterie en la calle, y la policía los persigue, les saca las cosas... en fin, racismo (ahora bonaerense) del peor...
Una nota del sitio Cosecha Roja -Red de Periodistas Judiciales de Latinoamérica- brinda una detallada crónica... bien por ellos!

Foto: Soledad Vampa para Cosecha Roja


(Por Ulises Rodriguez – Cosecha Roja)
-Dale negro, no te hagás el pelotudo y dame la valija.
-No amigo no.
-Amigo las pelotas. Vos ya sabés que no pueden estar acá.

Oumar y el resto de los senegaleses ya intentaron todo: conseguir permisos, vender en grupos, sumarse a una feria, entrar con la maleta a bares y restaurantes e incluso pagar coimas, como hacen los otros vendedores de La Plata, Provincia de Buenos Aires. Pero los inspectores y la policía no aceptan su dinero: quieren la valija. Prefieren quitarle los anillos, pulseras, cadenitas y relojes que tienen para vender.
Oumar se abraza al maletín y le dice no por favor, amigo no, al hombre de camisa celeste mangas cortas que lleva un nextel en la mano derecha y un celular en el cinto. De una camioneta Chevrolet LUV blanca identificada en las puertas como Control Urbano y el logo de la Municipalidad de La Plata bajan dos hombres más: uno panzón y retacón y otro que camina en puntas de pie. El primero lo toma de un brazo: ¿la vas a soltar negro de mierda? El otro tironea del maletín hasta quitárselo. El que llegó primero le pone entre las manos a Oumar un papel amarillo que redactó en menos de dos minutos. Suben a la camioneta con el maletín y desaparecen por calle 42.
El aire se carga de indiferencia en la entrada trasera de la terminal platense. El que vende películas truchas se pone a ver cuántas copias de Batman le quedan. El del carrito con café y pasta frola empieza una charla con un taxista que toma unos mates con la que abre las puertas de los taxis. Oumar se pasa las manos por las motas transpiradas, dice palabras que nadie entiende, mira al cielo. Se le caen las lágrimas de la impotencia. A diez metros de él, un señor de patillas a lo Elvis pampeano se lleva la última de Darín.
------
Sigue en:

Nota vergonzosa del diario platense El Día sobre el tema en:

Agradezco a Fernando Longobardi por avisarme de la nota...

miércoles, 5 de septiembre de 2012

La fiesta de las Panteras Negras

Black Doh, el protagonista de la película "El Gran Río" -ver reseñas en este blog- en una noche de rap consciente junto a Mustafa Yoda y otros raperos regionales...


(De la gacetilla de DIAFAR - Diaspora Africana de la Argentina):
DIAFAR los invita a participar de Las Black Panther Partys, un ciclo de fiestas donde disfrutaremos de dj sets y shows de rap en vivo a cargo de figuras nacionales e internacionales. Vieja escuela y nueva escuela se encuentran en una gran celebración del Movimiento Hip Hop.
El ciclo lleva el nombre de Las Black Panther Partys en un humilde tributo al Partido de las Panteras Negras de EE.UU. y la inspiración que trajeron a artistas del Movimiento Hip Hop tales como Afrika Bambaataa, Chuck D, KRS-One, Lupe Fiasco, Mos Def, Talib Kweli, y tantos otros. Las Black Panther Partys se crean en el marco del trabajo de DIAFAR por la visibilización de los afrodescendientes y africanos de la Argentina y la reivindicación del aporte de la comunidad afro al acervo cultural nacional.
Para el lanzamiento del ciclo contamos con Mustafá Yoda, uno de los más grandes exponentes de la vieja escuela del rap local, y el joven rapero guineano Black Doh, quienes harán una presentación en vivo de sus mejores temas. Suman su apoyo el dj invitado, DJ Pharuk (Chile) con una performance especial, además del talentoso dj resident DJ Saga. La animación del evento estará a cargo de 07 Scovar, asiduo colaborador de DIAFAR y gran representante del Hip Hop de República Dominicana.

Info sobre entradas y DIAFAR:

martes, 4 de septiembre de 2012

Afrolatinoamericanas


También los viernes de octubre y noviembre a las 20.30 hs., en el Centro Cultural Raíces -Agrelo 3045.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Disfracemos la violencia de género de "pacto con San La Muerte" o de "asesinato umbanda"


La familia del autor del triple crimen de Benavídez (mató a una hija, hermana y abuela de su ex-mujer) le regaló una perlita a los medios. En un reportaje realizado por America 24, la madre dijo que ella lo había metido en "una secta umbanda", que entonces él hizo un pacto con "la calavera" -dato que el periodista (re)interpretó como con San La Muerte y a partir de allí también la mujer- y que por todo eso, el hijo había cometido los crímenes sin ser él mismo. 



A partir de allí, casi todos los medios levantaron lo de la ya usual "pista umbanda" ahora mezclada con "la pista San La Muerte" y aún con la probable, supuesta o segura "posesión" del joven al realizar el crimen.

Crónica, doble página, 29 de agosto de 2012

Tapa Crónica, 29 de agosto de 2012

 Tapa Popular, 29 de agosto de 2012

 Popular online, 28 de agosto de 2012

La inverosímil versión -en realidad muy verosímil para los medios y periodistas- también fue reproducida en diarios "más prestigiosos" como La Nación:

 La Nación online, 28 de agosto de 2012

 La Nación online, 28 de agosto de 2012

Los medios no sólo se hacen eco de la versión -obviamente interesada- de los familiares del asesino, sino que ayudan a co-construirla, mediante las preguntas que los periodistas les realizan, reflejando sus propios prejuicios y desconocimiento de estas religiones y devociones. Trasladan así la responsabilidad de los asesinatos a las creencias religiosas de los involucrados -especialmente las de la víctima-  y no a la violencia de género cada vez más común en nuestra sociedad.


Telenoche hizo un informe especial la noche del viernes 31, que se suponía iba a ser "balanceado", intentando brindar una visión más realista del culto a San La Muerte, ahora principal culpado por el crimen. El título del informe (¿El Santo que puede matar?) y la usual musiquita tenebrosa ya le brindaban un encuadre poco objetivo. La caprichosa edición de los testimonios llevó casi a confirmar la posible relación entre la devoción y los crímenes.
A mí me entrevistaron durante 25 minutos (uno siempre sabe que de eso quedarán dos minutos como mucho, por la duración del informe) pero luego de decir cuatro o cinco veces que era un santo popular como cualquier otro, sólo pusieron la única referencia que hice a la popularidad del culto entre personas acostumbradas a enfrentar situaciones de violencia en su vida cotidiana -a raíz de una pregunta que me hicieron sobre si el santito tenía alguna "especialidad". Podrían haber puesto alguna de las varias veces que dije que el santo tiene devotos en distintas clases sociales, o que en los santuarios se ven familias y fieles que en nada se diferencian de los de San Cayetano o el Gauchito Gil. Pero eso no parecía importante para quienes editaron el informe ...
Uno no debería sorprenderse, a esta altura, pero aún lo hace....

Los increíbles reportajes de los periodistas de América 24 que dieron origen a todo el equívoco se pueden ver en:
(culpa a San La Muerte)
También, un "informe" de America 24 y una entrevista al periodista Alejandro Agostinelli, en la que intenta poner algo de sensatez a la discusión, con escaso éxito: