Quienes creen que los aeropuertos son “no lugares” deberían visitar el de Salvador, Bahía. Un verdadero shopping de la negritud., como se podría esperar de la Roma Negra. Por un lado, una maravilla para el afroamericanista de paso para otro lado, una librería con una buena selección de libros sobre cultura afro-bahiana (Verger, religiones, comidas) y una loja de cds con una igualmente satisfactoria oferta de música y dvds. Otra de cocadas y otra, si mal no recuerdo, con licores varios.
Por otro lado, varias tiendas con souvenirs de la bahianidad de todo tipo (remeras, berimbaus, vinchitas, etc). Todo lo que se puede conseguir en el Pelourinho pero que uno se olvidó (o no quiso) comprar. Orixás hechos con materiales de diversa índole y formato (esperable, en esta época de mercantilización de la religión),
Aunque creo que lo que más llama la atención, sobre todo, desde unos años a esta parte, es una oferta todavía más variada de negritos (principalmente negritas). Pero no claramente bahianas, no, sino de una africanidad exacerbada, hiperafricanas. Con una onda algo naif y pastoral, como de una Africa “pura”, primitiva pero sin sin pobreza
Una negritud que no ofenda al orden social establecido (como la de Ilê Aiyê, o bastante menos, la de Olodum) sino que esté fuera de este orden, y remita a una imagen del negro (de la negra) atemporal, no amenazante.
Si no consiguió una/o de verdad en el Peló, al menos todavía tiene la chance en el aeropuerto.
Por otro lado, varias tiendas con souvenirs de la bahianidad de todo tipo (remeras, berimbaus, vinchitas, etc). Todo lo que se puede conseguir en el Pelourinho pero que uno se olvidó (o no quiso) comprar. Orixás hechos con materiales de diversa índole y formato (esperable, en esta época de mercantilización de la religión),
Aunque creo que lo que más llama la atención, sobre todo, desde unos años a esta parte, es una oferta todavía más variada de negritos (principalmente negritas). Pero no claramente bahianas, no, sino de una africanidad exacerbada, hiperafricanas. Con una onda algo naif y pastoral, como de una Africa “pura”, primitiva pero sin sin pobreza
Una negritud que no ofenda al orden social establecido (como la de Ilê Aiyê, o bastante menos, la de Olodum) sino que esté fuera de este orden, y remita a una imagen del negro (de la negra) atemporal, no amenazante.
Si no consiguió una/o de verdad en el Peló, al menos todavía tiene la chance en el aeropuerto.